CAPÍTULO 49:VUELTA A LA RUTINA

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27 de abril de 2016

Mansión de las cumbres.

5:45 a.m.

Mi alarma comienza a sonar por cuarta vez, Sergio resopla molesto y se aferra más a mi cuerpo, hace dos días Hugo me dio por fin el visto bueno para volver al trabajo. También hace una semana desde que inicié mi relación con Sergio y la verdad es que es muy diferente a lo que tuve con Hugo y Mario.

—Apaga eso o te juro que lo lanzó por la ventana niñata.—gruñe escondiendo su cara en mi cuello.

—Buenos días a ti también imbécil.—susurro antes de apagar la alarma y volver a acurrucarme entre sus brazos.

Creo que he puesto la alarma demasiado temprano teniendo en cuenta que me acerca Sergio hasta el hospital, su respiración acaricia mi piel y una de sus cálidas manos se aventura a acariciar mi vientre por debajo de mi camiseta de tirantes, retengo el aire cuando su mano roza la cinturilla del pantalón. Parece notarme nerviosa pues para al momento, ¿cómo le explico que hace casi un año que ningún hombre me toca por debajo de la ropa?¿cómo le pido que siga? Deja un beso en mi hombro y enciende la lamparita de noche bajándole el brillo a la bombilla con el mando.

—¿Estás bien?—pregunta colocandose de nuevo.

—Si, solo es que...

—Cuando estés preparada Mirella, no quiero que sientas que te presiono o algo similar para que tengamos relaciones.—me abraza de nuevo por la espalda solo que sin meter la mano por dentro de mi camiseta.

Sonrío un poco, me gusta que me respete de esa forma, me encanta que ante todo quiera que yo esté cómoda, que esté bien. Con decisión cojo su mano y la coloco donde la tenía hace unos minutos, estamos prácticamente con los cuerpos pegados, noto su erección y un cosquilleo en mi vientre.

—¿Estás segura?—pregunta con la voz ronca.

—Si, estoy segura, solo estoy un poco ner...—me quedo muda cuando sus labios se posan en mi cuello y su mano se mete en mi pantalón para acariciar mis muslos y la tela de mi ropa interior—, solo vete despacio hace mucho que no...

—Si quieres que pare solo tienes que decirmelo princesita.—susurra contra mi cuello.

Asiento, con un movimiento rápido se sitúa sobre mi cargando el peso de su cuerpo en uno de sus brazos, analizo cada parte de su cuerpo, está realmente guapo en este momento -siempre lo está- pero ahora mucho más, sus labios atrapan a los míos en un beso húmedo e intenso, se me escapa un pequeño gemido al sentir sus dedos acariciar la zona que cubre mi ropa interior. De repente hace mucho calor o al menos yo lo tengo, Sergio se separa un momento de mi y no lo niego, me indigna un poco que anoche no decidiera dormir sin camiseta, si se la hubiera quitado...

—Deja de pensar tanto.—dice ayudándome a desprenderme de mi camiseta.

Se queda en silencio al ver que no llevo sujetador, muerde su labio desbloqueando así una nueva cosa que me encanta de él, ¿qué demonios me está haciendo Sergio Month? no recuerdo que Mario o Hugo me hicieran sentir así nunca.

Hace mueca de satisfacción y sonríe pícaramente.

—Dormir con sujetador es demasiado incómodo y...

—No tienes que darme explicaciones niñata.—me corta.

No dice nada más pero noto como mis mejillas cobran un color rojizo, me aprisiona de nuevo contra el colchón y mientras una de sus manos desciende a la zona más sensible de mi anatomía su boca hace un recorrido hasta mis pechos, se posiciona en uno de ellos y lo succiona con fuerza. Antes de que se me escape un gemido la mano que tiene libre se sitúa sobre mi boca, su mirada busca la mía aun con su boca pegada en mi pecho izquierdo, su otra mano por fín se aventura a traspasar la fina capa de tela que lo separa de mí y su pulgar acaricia con suavidad mi clítoris. Me quita la mano de la boca para así poder volver a besar mis labios con intensidad, nuestras respiraciones están agitadas mis manos se aventura a explorar zonas que antes no habían explorado, clavo las uñas en su espalda cuando dos de sus dedos se introducen en mi y comienzan a moverse lentamente.

Corazón descalzo® [#1] (YA EN FISICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora