Capítulo 16

50 8 16
                                    

No sabía cuánto tiempo llevaba vagando por el bosque.

Al principio estuve corriendo, pensando que en cualquier momento ese ser tan extraño podría aparecer. Pero después de unos minutos, me di cuenta que ahora estaba completamente solo.

Era un poco tenebroso. Entre las ramas, el aire helado silbaba ligeramente. Me hacía creer que alguien estaba cerca, por lo que siempre andaba vigilando a mi alrededor. Pero todo se veía igual de solo. Y luego de que mi mente dejó de estar alerta, tenía que enfrentar mis pensamientos.

Cruzando a través de los árboles, recordé que en la infancia me gustaba mucho escalarlos. Siempre que visitaba un parque con mi papá, buscaba cuál era el mejor para subir y él me ayudaba a llegar a las primeras ramas. Aunque fuera un lugar muy bajo yo sentía que podía ver todo el mundo, con mi papá en el suelo, cuidando siempre que no fuera a lastimarme o caer. Siempre esperando a atraparme.

Ahora, no sentía que él estuviera ahí para atraparme. Era como si sólo me hubiese ayudado a subir la primera rama para después huir. Por quererme enviarme con Arthur... iba por un camino muy delicado y en cualquier momento podría caer.

Me apoyé en uno de los troncos para detenerme a pensar. Estaba enojado. Sabía que las razones por las que mi papá me había dejado a la deriva con ellos eran por seguridad, pero de cualquier forma dolía. Lo peor era que accedió a aquello sin siquiera hablarlo conmigo primero. Él nunca me dijo sus intenciones antes de actuar, lo que probablemente habría ahorrado muchas cosas. Desde el comienzo, muchas cosas se habrían ahorrado si tan solo se hubieran comunicado.

"Maldita sea", sólo pude pensar en eso. Solté un golpe contra la madera y al instante me arrepentí. Sacudí mi mano mientras intentaba controlar mi temperamento. Pero en verdad era demasiado. Papá tenía razón, no era nada bueno guardar tantas emociones por mucho tiempo.

Apoyé mi espalda contra el árbol y me dejé caer en el suelo. Ya que se había acabado el golpe de adrenalina mi mente estaba agotada. Me llevé ambos brazos al pecho y la frente la apoyé sobre mi rodilla. Lentamente empecé a sollozar hasta que se convirtieron en lamentos y al final uno que otro grito de ira. Solía estar consciente de las cosas que hacía en público, pero ahí en ese lugar no había nadie que me viera perder la calma.

¿Cómo es que dejaron que las cosas llegaran tan lejos? Yo creía tener una vida normal, una vida tranquila. Deseé con todas mis ganas regresar en el tiempo, olvidar todo esto. Antes del accidente y de que aparecieran y arruinaran toda mi familia. Pero era una cosa muy estúpida por desear, ¿verdad? No importaba cuantas veces regresara, nada iba a cambiar. Nunca fue una vida normal. Solo me tardé más de dieciséis años en enterarme.

Después de desahogarme por unos minutos, decidí dejar eso atrás por ahora. Miré al cielo de nuevo y parecía que aún quedaban algunas horas para que el Sol se pusiera. Me limpié los ojos, el pantalón y me estiré al incorporarme. Aun cuando papá había decidido enviarme con Arthur, era obvio que lo hacía para mantenerme seguro y eso es lo que yo haría. Después de apoyar mis manos en las rodillas una última vez, emprendí el camino en la misma dirección a la que estuve yendo. Estaba seguro que lo menos que él quería es que muriera.

Como nadie estaba oyendo, luego de unos minutos de estar escuchando aplastar ramas secas, empecé a hablarme a mí mismo. En su mayoría decía cosas como que estaba en una horrible situación. Imaginé también las cosas que le diría a mi papá la próxima vez que lo viera. Por supuesto que me hacía enojar, pero aún lo quería y entendía su punto de vista. Sólo esperaba que ese momento fuera pronto o si no se me olvidaría todo aquello al estar cara a cara.

Entre tanta nieve logré encontrar un sendero que se extendía hasta que lo perdía de vista y mi cara se iluminó por completo. Era la única manera en la que podría regresar o encontrarme con alguien tan siquiera. Empecé a correr a través de él, pensando que por fin llegaría a casa.

La Espada de Oro (Elegidos #1) (EDITADA)Where stories live. Discover now