seventeen

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Al pasar por el pueblo, Jeongin se dio cuenta de que toda su vida la vivió como un cuento de hadas, en donde no le faltaba nada aunque él no lo notara.

Su pueblo no vivía en perfectas condiciones, una parte considerable de ella en pobreza. Comían dos veces por semana, tenían que viajar hasta el rió más cercano a darse un baño y los que enfermaban, morían al no poder pagar medicamentos o una cita con un doctor

Aquello atormentó a Jeongin durante su viaje, incluso cuando pasaron el pueblo y llegaron a tocar el denso bosque.

Hyunjin miró de reojo a Jeongin, notándolo algo pensativo.

- Innie, amor mio ¿está todo bien? - preguntó Hyunjin, tratando de oirse por encima de los trotes de los caballos

Jeongin salió de su cabeza y miró de reojo al azabache con una sonrisa: - todo bien Jinnie.

Hyunjin sonrió ante su apodo y siguió adelante. En cambio Jeongin, volvió a estar pensativo.

El rubio no se imaginaba por cuantos años aquella gente había vivido en esas condiciones, esperando por un cambio en sus vidas por parte de sus padres que nunca llegaba.

Hyunjin ordenó descanso cuando el sol comenzó a descender y acamparon cerca a un río. Luego desplegó un pequeño grupo de caza para que pudieran comer algo y se acercó a Jeongin para preguntarle si quería ir con el grupo.

Jeongin negó con una sonrisa, sentándose a la orilla del rio

Hyunjin se sentó a su lado: - noto cuando borras tu sonrisa y crees que no te veo. ¿pasó algo bebé?- susurro Hyunjin, acariciando su cabello con suavidad

Jeongin mordió sus labios mientras reprimía una sonrisa. Al parecer no iba a poder ocultar sus preocupaciones.

- hablemos cuando vuelvas, ¿si? - el rubio ladeó su cabeza, Hyunjin asintió.

El azabache frotó su nariz con la de Jeongin y luego dejó un beso en sus labios.

- volveremos pronto. Si necesitas ayuda, el General Han se quedará por aquí

El azabache se levantó luego de besar su mejilla. Jeongin se volteó a verlo hasta que desapareciera de su vista y luego miró las rocas al borde del río.

Le hubiese encantado ir a cazar con su esposo, pero aún no se sacaba de la cabeza la imagen de una niña robandole pan a un panadero para poder alimentar a su hermana menor. Jeongin sabia que robar estaba mal, pero si una pequeña niña en esa situación lo hacia por el bien suyo y el de alguien más... ¿entonces seguía estando mal?

¿A donde estarían sus padres?

El rubio tomó una piedra entre sus dedos, recordó las palabras de una de las mujeres por las que pasó cerca.

"Es hermoso y aun así es muy generoso"

"Nuestros dias de miseria se acabaron"

Jeongin mordió sus labios con fuerza, con solo esos murmullos podía intuir que el resto de la gente pobre con hogares improvisados pensaban igual. Todos tenían esperanza en él y en Hyunjin. No podía fallarles de ninguna manera.

Luego de un tiempo reflectivo y silencioso con el único sonido del río moviéndose entre las rocas, Jeongin escuchó mucho ruido en el campamento. Era señal de que Hyunjin había vuelto con comida.

El azabache fue el primero en servirse y apartó un poco para su esposo. Verificó que a nadie le faltase nada y luego preguntó por Jeongin al no verlo en la tienda de campaña o alrededor del fuego.

- está al borde del rió - contestó uno de los caballeros

Hyunjin frunció su ceño, el sol se había ido por completo y Jeongin estaba solo en medio de la oscuridad.

Se llevó con él una antorcha y fue con Jeongin. El rubio seguía ahí, sin moverse un milímetro.

- no te quedes a oscuras bebé - le dijo el azabache, sentando se a su lado mientras clavaba la antorcha en la tierra

Jeongin sujetó su plato de comida y se acercó a su esposo, acurrucándose en su pecho.

- al parecer fue buena caza por lo que veo - susurró Jeongin, viendo los grandes pedazos de comida

Hyunjin asintió ante el primer bocado: - muy buena - esperó tragar para seguir hablando - ¿que querías decir antes mi amor?

Jeongin mordió sus labios y apartó sus ojos del fuego que emanaba la antorcha para ponerlos en los de su esposo

- es mi pueblo... Ellos me preocupan...

Sus ojos rápidamente picaron y lagrimearon, Hyunjin lo miró atento

- algunos se mueren de hambre y otros por enfermedades que no pueden tratar - sollozó Jeongin - no quiero que sigan muriendo y viviendo una vida en la miseria Hyunjin...

El rubio secó sus lagrimas rápidamente y continuó: - quiero hacer algo por ellos

El azabache terminó de comer y limpió sus manos con el agua del río: - dime que propones para solucionarlo

Jeongin dejó su plato a un lado y con emoción contestó: - pensaba en suministrarles parte de la comida de reserva del castillo. Tenemos demasiada y el número de personas que viven ahi no se compara con la cantidad de gente que en realidad la necesita...

Hyunjin le sonrió ladino y rodeó sus hombros con un brazo: - es buena tu idea. La tomaré muy en cuenta y verás que todo mejorará cariño

Jeongin le sonrió de oreja a oreja y recostó su cabeza en su hombro. Hyunjin lo ayudó a terminar de comer, colocando pequeños pedazos de carne en sus labios mientras ambos sonreían y jugueteaban entre si

El General Han los veia desde la distancia y rodó sus ojos. Jeongin era idéntico a su padre. Aparentando ser muy bondadoso cuando en realidad era un monstruo de persona.

Nuevo capítulo, bastante interesante el final huh?

Vengo a decir que me gustaría que lean mi nueva adaptación si esta les está gustando, la pueden encontrar en mi perfil llamada "Again".

Les presento que no se van a arrepentir ya que la historia es preciosa y se lo agradecería mucho <3

Pregunta de hoy: su color favorito??

Los míos son el azul y el amarillo ^^

Y por cierto estamos a punto de llegar a los 1 K así que ánimo :3

Eso es todo, disfruten 🦋🦋

𝗠𝗬 𝗞𝗜𝗡𝗚 | h.hj + y.jgNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ