fourteen

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Jeongin se quedó con Yeonjun hasta que este dejó de llorar y se mostró más calmado, pero triste

— Todo va a estar bien, ¿si? — Jeongin acarició su cabello — Hyunjin y yo nos encargaremos de que ese Alfa no te maltrate. No te preocupes.

El Omega mayor se levantó del borde de su cama y volvió a llevar su cachorro sobre su hombro, ofreciéndole una sonrisa antes de irse.

— Llamaré a tu madre para que te venga a ver. Dile que te encuentras mejor, no le preocupes tanto. Descansa.

Jeongin cerró la puerta con algo de suavidad y al estar afuera soltó un gran suspiro Desde que Hyunjin lo había hecho enojar, no pudo concentrarse del todo con Yeonjun. Y ni siquiera la tremenda noticia que el Omega menor le había dado, logró que olvidara su enfado.

Hace muy poco habían hablado sobre no dejar a los cachorros con extraños. ¿Por qué le hacía esto ahora?

Fue directo a la habitación de sus pequeños y ahí se topó con Tzuyu y Momo. Ambas temblaron en su lugar por su sola presencia.

— Gracias por cuidar de ellas. Yo me quedaré con ellos ahora — el Omega rubio intentó aflojar su mirada con una sonrisa forzada.

Ambas sirvientas hicieron reverencias y se retiraron en completo silencio. Jeongin se acercó a sus niñas para encontrar algo extraño o fuera de lugar en ellas, pero todo estaba en orden.

Excepto por algo.

No olía a él. Olían a otras Omegas.

Jeongin chasqueó su lengua, no iba a permitir que el aroma de esas Omegas se impregnara en sus bellas cachorritas. Eran suyas, todas suyas.

Jeonghan lloró cuando lo dejó en su cuna, celoso de que ahora en los brazos de su padre se encontraran sus hermanas.

Estas chillaron solo un poco y Jeongin comenzó a mimarlas, dándoles besos en sus naricitas mientras restregaba la suya en sus pancitas.

Jeonghan chilló aún más fuerte, extendiendo sus brazitos hacia él. Jeongin solo le hizo caras graciosas para distraerlo y su pequeño se calmó solo un poco, mirándole con atención.

Pero no le duró mucho, el pequeño castaño comenzó a sollozar con fuerza, queriendo estar en los calientes y acogedores brazos de su padre.

Jeongin chasqueó su lengua al no saber que hacer y en eso, Hyunjin entró a la habitación algo alterado.

Perfecto, la persona a quien no quería ver en esos momentos, pero que irónicamente necesitaba había llegado.

— ¿Ocurre algo? — preguntó el Alfa, acercándose a Jeonghan para tomarlo en sus brazos y mimarlo hasta el cansancio — Iba a revisar que las niñas estuviesen bien, pero Momo y Tzuyu me dijeron que estaban aquí por órdenes tuyas...

Jeongin tensó su mandíbula, evitando hacer contacto visual con él.

Y mientras se mordía la lengua, fue hasta la terraza para sentarse en la silla cómoda que tenían ahí, para colocar a sus niñas en su regazo y así descansar sus brazos.

Hyunjin ladeó su cabeza algo confundido con su reacción. ¿Lo había ignorado?

— ¿Jeongin? — lo siguió hasta la terraza y se paró a su lado — ¿Pasó algo?

— No quiero hablar ahora cortante sin querer — le respondió algo.

La ira que sentía por dentro era difícil de ocultar.

— ¿Pasó algo con Yeonjun…?

— No, — le interrumpió Jeongin — no tiene que ver con Yeonjun, tiene que ver contigo.

𝗠𝗬 𝗞𝗜𝗡𝗚 | h.hj + y.jgWhere stories live. Discover now