twenty eight

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Horas atrás...

Cada vez que iban a dormir, ambos desvestían al otro y se metían a la cama, abrazados. Deseándose buenas noches antes de terminar dormidos en el brazo del otro. De vez en cuando, Hyunjin le daba mimos a Jeongin hasta hacerlo dormir cuando sabia que había tenido un día difícil y el rubio en otras ocasiones acariciaba su cabello y besaba suavemente su pecho hasta hacerlo dormir cuando Hyunjin estaba muy agotado.

Siempre se levantaban con sonrisas cada día, y aquella mañana no fue la excepción.

Pero había algo diferente, algo había cambiado entre los dos que ahora deseaban quedarse junto al otro en la cama todo el tiempo. Jeongin ya vivía pegado a su Alfa por su naturaleza de Omega, pero Hyunjin, quien no era muy dado al contacto físico constante y se sofocaba pocas veces, ahora sujetaba con fuerza a su Omega y se negaba a dejarlo ir.

Jeongin sonrió al recordar pequeños momentos de la noche anterior y sentir las suaves caricias de Hyunjin con la yema de sus dedos en su vientre.

El rubio se dio la vuelta para quedar frente a frente con el azabache, sonriendo contra sus labios.

— hola mi amor – Hyunjin tomó uno de sus mechones dorados que brillaban por los rayos del sol mañanero, detrás de la oreja del Omega — ¿como dormiste?

Las mejillas de Jeongin se inflaron, formando una linda sonrisa: - de maravilla Hyunjin, ¿y tu? - preguntó, acariciando con su pulgar el lunar debajo de su ojo

- bien, muy bien - el azabache se acercó a besar sus labios suavemente - ¿te duele algo?— Jeongin frunció su ceño ligeramente:

—me duele todo desde mi espalda baja...

— lamento si fui rudo contigo— Hyunjin acarició sus muslos

— oh Jinnie no te preocupes — Jeongin se sonrojó — estuvo... bien. Me gustó mucho — el rubio apartó sus ojos de él, escondiendo su rostro en su pecho

- ¿te gustarían unos masajes bebé pan? - preguntó Hyunjin y Jeongin asintió, fascinado con la idea.

Se acomodaron, Jeongin abrió sus piernas con dolor en sus muslos y dejó que Hyunjin se entrometiera, dejando sus muslos en su regazo.

—d-duele mucho — se quejó el rubio, acomodando su cabeza en las almohadas.

El azabache tomó la parte interna de sus muslos con sus manos y comenzó con los masajes de manera leve, soltando quejidos de Jeongin — tranquilo bebé — le susurró Hyunjin, alternando sus masajes con caricias para calmar al rubio.

Jeongin cerró sus ojos y jadeó ante sus masajes, poco a poco cayendo dormido nuevamente.

Intentó hablar para evitarlo.

— bebé, ¿crees que sea un Alfa? - preguntó somnoliento

Hyunjin lo sujetó suavemente para hacerlo quedar boca abajo, Jeongin recostó su mejilla contra la almohada, dejando que su Alfa masajeara su espalda baja y muslos internos.

— ¿de que hablas Innie? —preguntó Hyunjin con un puchero, luego sonrió al saber a que se refería - oh pues... pienso que si.

Jeongin sonrió y luego suspiró: - a pesar de que me siento feliz con todo... en el fondo aun tengo miedo Jinnie.

El azabache subió sus manos hasta sus omóplatos, recorriendo toda la espalda.— ¡a-ah! — gimió Jeongin cuando sus manos hicieron presión.

Hyunjin besó su mejilla: — cada vez que sientas miedo, voy a estar ahí para que ayudarte a superarlo. Sea como sea amor.

𝗠𝗬 𝗞𝗜𝗡𝗚 | h.hj + y.jgWhere stories live. Discover now