eight

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— Te dije que no había que confiar en ella — gruñó Hyunjin  a mitad de camino. Jeongin alzó sus mirada para ver el rostro del Alfa, encontrándose con su ceño fruncido.

— Y ahí vamos otra vez... — suspiró.

— ¿Qué hubiese pasado si te mata? ¿O te entrega con ChanYeol? Qué hubiese pasado si...

— Hyunjin, ya para por favor —  Jeongin cerró sus ojos con fuerza, alzando su voz. Ya lo tenia muy irritado en lo poco que tenían de viaje.

Hubo un terrible silencio.

— No pasó nada de eso. Estamos bien. — continuó Jeongin.

— Aún no puedo creer como le confiaste los cachorros a ella. — Hyunjin no aflojó su expresión.

Jeongin igualmente frunció su ceño y volvió a girarse para у mirarlo — ¿Qué quieres decirme con eso?

— Qué deberías dejar de confiarle los cachorros a todo el mundo.

Jeongin gruñó bajito y se acurrucó con sus bebes — Puedo entender que no debo hacerlo con cualquier persona, pero con Jisung si puedo...

Hyunjin exageró su expresión y ladeó su cabeza — ¿Jisung? ¿Jisung que tiene que ver con esto?

— Me dices que no puedo confiarle los bebés a todo el mundo y cuando lo hago con Jisung, te enojas y no entiendo por qué. A Jisung lo conozco de años.

— No me gusta cuando carga a nuestros cachorros. — contestó rápidamente el Alfa.

— ¿Por qué? No les hace nada malo. — Jeongin se giró por completo para encararlo.

— No me gusta la manera en la que lo hace. — volvió a contestar con rapidez.

— ¿Y de que manera lo hace? No te entiendo...

— ¡Lo hace como si fueran suyos! — Hyunjin alzó la voz y Jeongin se estremeció, sus cachorros lloraron suavemente.

El Omega tragó saliva antes de contestarle — ¡Pero sabes que no es asi!

— Ya sé, pero me molesta cuando no guarda ni un metro de distancia de ti. Odio cuando pasas tiempo con él durante mis juntas y Jisung termina apestando a ti — continuó con el mismo tono de voz.

Los ojos de Jeongin se agrandaron y apartó su mirada de él, quedándose en silencio. Estupefacto ante lo que había dicho.

Hyunjin quitó sus ojos del camino ante su silencio y detuvo al caballo que tiraba de la carreta para bajarse cuando se dio cuenta de su error.

— Oh cielos, Jeongin... — Hyunjin  se subió a la carreta.

— Dijiste que apesto — susurró el Omega con la voz rota, aún como si estuviera en shock.

— No, no, no, Innie... No fue mi intención, no estaba pensando...

Hyunjin intentó acunar su rostro con una mano, Jeongin se apartó suavemente.

— Y estás celoso solo porque Jisung se la pasa pegado a mi. No sabes lo ridículo que suena eso — gruñó el Omega.

Hyunjin suspiró cabizbajo —  Perdóname Jeongin. — rascó su nuca — Sé que es estúpido, pero mi Alfa no puede evitar sentirse así. Estoy enojado con muchas cosas y estoy tratando como sea de no descargarme en ti... Al parecer no me funciona.

Jeongin mordió sus labios para reprimir un jadeo — Nada quita que me acabas de llamar apestoso.

Hyunjin se sentó a su lado en la carreta y rodeó sus hombros con sus brazos para luego besar su mejilla y enterrar su nariz en su cuello.

— Déjame. — dijo.

— Jeongin, no eres apestoso mi vida. Amo tu aroma, enserio. — le dio una pequeña mordida en su mejilla — Perdóname por ofenderte asi, sabes que te amo mucho y amo cada parte de ti.

El Alfa se restregó contra Jeongin para mezclar su aroma y el Omega cedió, besando con timidez su mejilla.

— ¿Me amas? —  preguntó con su voz temblorosa.

— Te amo demasiado bebé pan. No lo dudes — besó el lunar en su mejilla.

Jeongin besó sus labios con suavidad y Hyunjin le correspondió para luego estampar sus labios en su frente.

— No peleemos. No me gusta pelear susurró Jeongin — Altera a los cachorros.

— Está bien. — Hyunjin volvió a besar sus labios y acarició las humedecidas mejillas de sus hijos —  Hagamos el cambio como acordamos.

— Está bien — contestó el Omega suavemente, dejando sus hijos con Hyunjin para luego bajarse de la carreta.

— Hey. — le llamó el azabache mientras se acomodaba — Te amo.

Jeongin sonrió suavemente — Lo sé. Yo también te amo.

El rubio subió a la parte delantera de la carreta y tomó las cuerdas para volver al camino y seguir con este directo a Yangma.

— Jeongin — le llamó Hyunjin  Jeongin dejó caer sus hombros.

— Dime amor.

— Jeonghan dice que te ama. — le respondió, Jeongin solo sonrió — Hyesoo también dice que te ama y Haneul...

— ¿También me ama? — el Omega terminó la frase y Hyunjin asintió, se podía ver que seguía avergonzado por el color rojizo en sus mejillas.

— ¿Pero sabes quien te ama más? Yo. Nadie puede amarte más que yo...

Jeongin sonrió en grande — Estás siendo cursi porque aun te sientes culpable — rió — Amor, tranquilo. Ya no estoy enojado contigo.

— ¿Seguro?

— Si, de verdad.

— Cuando lleguemos a Yangma verás que no bromeo cuando digo que te amo. — Hyunjin  se volteó para sonreirle

Aquello hizo sonrojar a Jeongin con violencia — Aún no me recupero de anoche...

— Te trataré con menos rudeza, no te preocupes.

Jeongin rió nervioso y Hyunjin se contagió de su sonrisa. Luego besó la nariz de Jeonghan que no lo dejaba de mirar y repartió mimos para sus tres chiquitines.

El Alfa alzó sus ojos al escuchar el galopeo de varios caballos hacerse más fuerte. Hyunjin se tensó cuando vio a ChanYeol frente a aquel escuadrón.

— ¿¡Me extrañaste Hyunjin!? — gritó ChanYeol, colocando una flecha con fuego en su arco, apuntando hacia la carreta.

Las manos de Hyunjin temblaron en tratar de encontrar algún arma entre las cosas a su alrededor. Jeongin se volteó y abrió sus ojos de par en par al verlos cada vez más cerca.

— ¡Corre! ¡Vamos! — le ordenó Jeongin al animal y de inmediato salieron disparados, alejándose un poco más de ChanYeol.

Hyunjin sujetó a los bebés con fuerza con un brazo y con la otra se encargó de manejar la vallesta para defender a su familia de esos Deltas.

— ¡En posición! — ordenó ChanYeol — ¡Ataquen!

Los Deltas se desplegaron y comenzaron a atacar a la carreta desde diferentes puntos con sus arcos y flechas en fuego. Jeongin trató de esquivar estas en lo que pudo, con el terrible sonido de sus bebés llorando.

Sus bebés llorando por peligro y estresaban y ponían muy ansioso a Hyunjin, pero a Jeongin incluso más.

El azabache logró deshacerse de varios Deltas con éxito, pero aquello no ayudó mucho, pues hacia que ChanYeol se acercara más a ellos.

— Se van a morir hoy — gruñó el Delta estando muy cerca de la carreta, preparándose para saltar hacia ella.

Jeongin, con el corazón en su garganta, lo miró de reojo con el ceño fruncido — ¡Hyunjin dame la vallesta!

— ¿¡Que mierda!? — preguntó el azabache alterado, con el brazo que sostenia a sus hijos temblando. ChanYeol rió.

— Que le des la vallesta imbécil — le contestó el Delta entre carcajadas.

Hyunjin se la entregó, confiando en su Omega. ChanYeol no hizo más que partirse de la risa.

— Cuidado a dónde disparas estúpido Omega — le gruñó.

Jeongin la cargó y apuntó hacia el Delta — Mejor cuídate de mi, estúpido Delta.

Y sin mirar hacia atrás y con tan solo apuntándole, la flecha de la vallesta de Jeongin dio con un parpado de ChanYeol, haciéndolo caer de su caballo y chillar de dolor.

Hyunjin sonrió de oreja a oreja al ver que el resto de Deltas y caballeros de Yagakima se detenían a auxiliar a ChanYeol, dejándolos en paz.

— ¡Jeongin! Eso fue... ¡eso fue increible! — Hyunjin estaba realmente emocionado, mirándolo con un brillo en sus ojos.

Jeongin sonrió de lado, dejando la vallesta a un lado mientras se volteaba para ver a ChanYeol desde arriba gritando en el suelo — ¡Pensé que aguantarías más tiempo Delta! Al parecer el embarazo no afectó a mis habilidades.

— Ese es mi Omega. — dijo Hyunjin  con orgullo — Eso fue muy sexy por cierto.

— Cielos Hwang — Jeongin rodó los ojos.

— Algún día, cuando estos tres crezcan, les contaré la historia de como su padre Jeongin mató a un malvado hombre con una vallesta sin siquiera voltearlo a ver.

Jeongin rió, encogiéndose. Luego suspiró — ¿Crees que lo maté?

Hyunjin se quedó en silencio y luego respondió — Quiero creer que así es.

𝗠𝗬 𝗞𝗜𝗡𝗚 | h.hj + y.jgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora