¿Qué pasaría si Goku hubiera tenido una hija pero por un accidente se separan?, gracias a un villano, Goku, Milk y Gohan no la recuerdan, pero, después ella regresará llena de odio y buscará venganza.
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El viaje de regreso fue una extraña mezcla entre la victoria y el fracaso, algunos estaban más satisfechos que otros como era el caso de Goten y Trunks. Diana y Goku eran un asunto diferente, el mayor estaba conforme con la esfera y desconforme con la poca información recopilada sobre Vegeta. Quizás el problema era que estando cerca de ella, se volvía la prioridad de su atención y de su preocupación. No era normal que hubiera sentido tanto miedo cuando vio aproximarse el pico con veneno de la víbora hacia ella, ¿verdad?, incluso aunque sabía que estaba bajo control y que ella habría podido reaccionar ante eso. Su cuerpo lo traicionó y cuando volvió en sí, ya la había salvado.
La sayayin estaba incluso más inconforme que los otros tres. Tener la esfera era una cosa, pero se había distraído tanto en la pelea, su estilo era que antes de enfrentar algo ya lo había observado lo suficiente como para saber dónde atacar y de qué protegerse, sus mejores ataques y sus debilidades. Se sentía decepcionada consigo misma por mantener la mente en otra parte durante esa batalla, incluso cuando lo hizo más que bien.
Cuando aterrizaron en C.C estaba Vegeta hablando con Bulma en el jardín, él los miró exasperado.
-Apenas los iba a buscar- mustizó.
-Tardaste un poco, ya la conseguimos- respondió Goku, Trunks se la mostró, era la de tres estrellas.
Bulma se acercó a ellos, Wiss venía en su compañía y parecía que llevaba con él un paquete con comida.
-Vaya, eso fue rápido, cada vez me sorprende más la velocidad con la que reúnen las esferas- mencionó observandola -aunque aún no superan a Vegeta en aquella ocasión, cuando las reunió en un tiempo récord- añadió con cierta burla.
-No digas cosas que no son- intentó excusarse -era importante reunirlas pronto-
-¿Entonces no fue por qué le tenías miedo al señor Bills, papá?- preguntó Trunks haciendo que Vegeta negara rápidamente con palabras torpes que terminaron siendo un murmuro.
-Da igual, no le tenía miedo-
-El miedo es natural, Vegeta- Diana por fin habló, habría mentido si dijera que no observó al ángel un tiempo más del necesario, para después dirigirse a él con formalidad -usted es el señor Wiss-
-Oh, ¿dónde están mis modales?, casi olvido la presentación- habló con ese tono de amabilidad de siempre y con una de sus típicas sonrisas.
Sin embargo, Diana no había sido la única con una curiosidad por el otro.
-Bueno, no hay una segunda primera impresión- coincidió la azabache.
-Soy Wiss, pero por lo visto eso ya lo sabes- hizo una muy ligera reverencia.
-Su reputación lo precede. Me llamo Diana- correspondió con otra reverencia -es un placer-
-Y dime Diana, ¿qué te trajo a la Tierra?, no es muy común que un integrante de una raza casi extinta aparezca de la nada- después de todo, era normal que preguntara, ¿verdad?
