Capítulo 19: La última esfera del Dragón

160 17 2
                                    

Diana
-A veces me mientes, ¿te has dado cuenta?- preguntó acusador y tal vez un poco dolido.

-Tú también me mientes- respondí pretendiendo ignorarlo, como si la fogata frente a mi fuera más interesante.

-Es mi trabajo hacerlo-

-Y supongo que el mío es doblegarme ante ti- sonrió ante mi comentario y no pude evitar notar que no eran sus clásicas sonrisas burlonas, aunque pretendiera que si.

-Ese es el plan-

-Eres una mierda- fingía que no le gustaba que empleara ese lenguaje, aunque los dos supiéramos que se divertía.

-Pero por lo menos yo nunca te he roto una promesa-

Y yo fingía que odiaba que tuviera razón, aunque apreciara que la cumpliera.

Cuando los primeros rayos de sol aparecieron tras los enormes edificios sabía que sería un día bastante malo, seguía sentada en la misma silla de piscina en donde Bulma me había llevado, pero esta vez estaba sola

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cuando los primeros rayos de sol aparecieron tras los enormes edificios sabía que sería un día bastante malo, seguía sentada en la misma silla de piscina en donde Bulma me había llevado, pero esta vez estaba sola. Ella había sido paciente y luego habló durante mucho tiempo cosas a las que no presté atención, a las que no respondí, hasta que llegó Vegeta y la apartó para hablar con ella, se alejaron cada vez más hasta que los perdí de vista.

Y me quedé aquí, esperando, sin pensar nada en específico y sin saber que hacer, hasta que la oscuridad de la madrugada se desvaneció lentamente.

Unos pasos ligeros se acercaron a mi desde atrás por el césped, en pocos segundos tenía a Goten sentado junto a mi, cruzó las piernas y talló un ojo mientras bostezaba.

-Diana es muy temprano, ¿no has dormido nada?- le vi directamente, traía un short y una camisa azul que eran de Trunks, me observaba expectante.

Sus ojos eran igual de oscuros que los míos, genética, por supuesto, y aunque su piel no era tan pálida, si que se parecían, y su rostro, perfilado e inocente, o su cabellera azabache, desordenada y larga.

En realidad, no había duda en que eramos hermanos. Me preguntaba que opinaría él al respecto si lo supiera, ¿le gustaría?, ¿lo haría sentir incómodo?

-¿Dónde está Gohan?- pregunté sin rodeos, sin estar segura de lo que estaba planeando, pero sabía que quería verlo.

-¿Eh?- mi pregunta pareció tomarlo por sorpresa, miró hacia el cielo, tal vez tratando de recordar -es domingo, debe estar en su estudio-

-Entonces no está en horario de trabajo- me levanté ubicando su ki, un poco pequeño, debería estar relajado.

-¿Vamos a ir?- me siguió de cerca dando pasos rápido -¿por qué?-

-Habías mencionado que Gohan tenía muchos libros, ¿no?-

-Si- nos detuvimos en un área del jardín donde el cielo estaba despejado -ya entendí, ¿puedo cambiarme?-

Goku y su hija ¿Qué pasó con el amor?Where stories live. Discover now