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Jungkook odiaba los deportes. Siempre había sido malo en ellos y tampoco disfrutaba verlos. Sin embargo, había algo en la manera en que Jimin hablaba sobre ellos que siempre le dejaba fascinado. Había tanta pasión en sus ojos, que dejaba en claro que realmente era algo que él más bajito amaba. Por eso, desde hace dos semanas, Jungkook iba todos los días a sus prácticas y aunque no entendía nada, simplemente se sentaba en los bancos junto a Rosé y Chan mientras que le veían jugar. Sonriéndole cada vez que Jimin volteaba a verle.

Jungkook veía aquello como otra lección aprendida por Jimin en los últimos días: si te gusta alguien o estás saliendo con alguien, debes apoyarlo en las cosas que le apasionan.

Jungkook no sabía si realmente lo hacía porque estaba intentando aprender algo de ello o si solo era algo que salía naturalmente porque ahora Jimin era su amigo...

Pero fuera la razón que fuera, Jungkook tenía claro que disfrutaba ir a ver a Jimin hacer algo que realmente le gustaba.

Daban casi las seis treinta de la tarde y los chicos corrían a través de la cancha en busca de la pelota (bueno, hacían algo más técnico que eso, pero esa era la manera en que Jungkook lo veía) Lo único que entendía hasta ahora era que los de verde y plateado eran el equipo de Jimin y los de rojo y dorado eran el contrario. Y por supuesto, que su escuela estaba ganando gracias a Jimin.

O al menos eso le dijo Chan y eso quiso creer él.

—Jung, casi termina el primer tiempo ¿No sacarás lo que hicimos?

—Pasé toda la noche arreglando los detalles, Jungkook. No puedes retractarte ahora, tienes que mostrarle al mundo nuestra creación —Rosé lo miró desafiante— Además a Jimin le gustará.

—Primero, podría retractarme porque no fue mi idea —suspiró— Segundo ¿Cómo estás tan segura que le gustará? Tal vez debí preguntarle primero que opinaba de este tipo de cosas —se encogió de hombros— No quiero que lo odie y ya no quiera ser mi amigo.

—Cariño, estoy segura de que Jimin apreciará cualquier gesto que venga de ti —la chica aseguro para tranquilizar los nervios que percibía en Jungkook— Más aún si es algo tan lindo como esto.

—Rosé tiene razón, Jung. Deberías hacerlo, ya estamos aquí —tomó su bolso— Ni siquiera me importa si los demás me miran extraño. Me siento como Sailor Moon, un guerrero del amor y la justicia y lo justo para ustedes dos es que saques lo que traíamos.

Jungkook suspiró exageradamente. No sabía si era buena idea, pero él quería hacer algo lindo por Jimin desde que supo que tendrían ese partido contra aquella escuela que era tan conocida por su rivalidad. Así que fue en busca de Chan y Rosé para ideas y los dos terminaron convenciéndolo de que lo mejor sería apoyarlo a lo grande, por lo que terminaron haciendo una lona de más de un metro que decía "Vamos, Jimin" con demás decoración que Rosé se había encargado de poner para ayudar a su amigo.

Jungkook saco la tela con cuidado y le dio una punta a Chan y otra Rosé, se montó en una de las butacas y cuando estuvo sobre ella, sostuvo el medio. Los otros dos chicos se mantuvieron abajo para hacer a Jungkook resaltar y cuando la lona estuvo completamente abierta Jungkook gritó.

—¡PAAAAARK JIMIN! —capto su atención y la de toda la cancha, deteniendo a todos por un momento. Jimin lo miró sorprendido, pero una enorme sonrisa comenzaba a amenazar con salir de sus labios al ver el cartel— ¡PATÉALES EL TRASERO! —Jimin soltó una carcajada desde su lugar.

—¡Eso haré! —gritó de vuelta agitando sus brazos entusiasmados. Sus ojos casi en una línea por la enorme sonrisa en su rostro— ¡Ganaré por ti, Jungkook!

First Times ミ⚘ 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑚𝑖𝑛Where stories live. Discover now