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Jungkook no consideraba que era adecuado llevar los vínculos del instituto, fuera del instituto.

Jungkook tampoco se consideró a sí mismo como alguien raro antes, pero sabía que el resto del mundo lo miraba de esa manera. Siempre había sido visto como el niño diferente a los demás niños. El que no le gustaba salir al patio a jugar, el que se estresaba cuando llegaba la hora del descanso en lugar de alegrarse, ya que, no soportaba ver a todos correteando y que estos no tuvieran alguien detrás que los mantuviera organizados. El que lloriqueaba cuando tenían educación física, pero saltaba de emoción cuando llegaba la hora de matemáticas. El que entraba en pánico cuando alguien le pedía empezar algo sin haber él terminado lo que estaba haciendo. Y por supuesto, lo que lo sigue caracterizado hasta ahora: el que nunca entendía nada si no le explicaban de manera directa.

Jungkook fue visto como un niño raro y peculiar, pero la verdad, Jungkook era un niño igual al resto, risueño y con mucho que decir y descubrir. Un pequeño el cual su única ilusión era tener amigos con los cuales pasar el rato y hacer cosas divertidas para él como pintar o armar rompecabezas, pero durante toda su estadía en primaria, ese amigo jamás llegó.

Aunque mentiría si dijera que jamás creyó que antes de Chan y Rosé alguien fue su amigo. Ya que, durante un breve, muy breve periodo de tiempo, creyó tener uno. Fue en quinto grado de primaria, uno de sus compañeros había decidido quedarse a armar un rompecabezas en el aula con él, en lugar de salir a Jugar al patio. Jungkook estaba muy emocionado y contento, durante toda una semana jugó en el aula con su nuevo amigo y lo llegó a querer tanto, que incluso le dibujo un retrato de ambos siendo adultos juntos, ya que esperaba que su amistad durará para siempre.

No fue así.

Ese fin de semana Jungkook lo invito a su casa, ya que temía que el que otro niño lo olvidará en las largas y tortuosas horas del fin de semana en las cuales no iban a verse. En ese entonces parecía una buena idea, pero luego supo que fue un error.

Ese día mientras Jungkook buscaba un rompecabezas más difícil en la habitación de sus padres, el niño descubrió entre los libros del escritorio de la madre de Jungkook una especie de extrañas cartas, cartas de psicólogos y doctores que hablaban sobre ciertas diferencias que tenía Jungkook con un niño normal de su edad, y no, no era un raro o un retrasado mental como el niño les hizo creer a todos sus compañeros de clases, la mente de Jungkook estaba perfectamente bien, simplemente le costaba un poco más que el resto entender las señales y darse cuenta de las cosas. Pero de todas maneras, ninguno de sus compañeros quería si quiera pedirle la hora luego de eso.

Su breve amistad con aquel pequeño le demostró a Jungkook, que pase lo que pase, jamás debería llevar a sus amigos a casa o los terminaría perdiendo.

Por razón se encontraba realmente estresado y se sentía abrumado por la insistencia que tenían sus padres para que invitará a sus amigos a celebrar su fiesta de cumpleaños.

Jungkook no quería hacerlo, porque no quería perderlos. Se sentía demasiado cómodo estar con ellos como para permitirse que sucediera eso.

—Estás inusualmente callado hoy —habló Jimin volteando hacia Jungkook. Ya se había vuelto costumbre el que Jimin reposará su espalda sobre su pecho— ¿No hay vídeos de animales que mostrar hoy? —rio— Había muchos en esa carpeta, no creo que no quedé uno.

—Quedan muchos —dijo manteniendo un rostro indescifrable— Pero no quiero verlos.

—Jung —Jimin sé reincorporo y sentó sobre sus propias rodillas frente él— Siempre quieres ver videos de animales, que no quieras es raro —trato de tomar su mano, pero este la alejó— ¿Qué va mal?

First Times ミ⚘ 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑚𝑖𝑛Where stories live. Discover now