First Times ﾐ⚘ 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑚𝑖𝑛

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Jungkook no solía sentir culpa regularmente de sus acciones, tampoco de lo que decía. Pero en ese momento, sintió que toda la culpa que había evitado sentir en todos los años de su corta existencia, golpearon contra él haciendo que se sintiera realmente mal en ese momento, como si de una acción karmica se tratara.

Cuando Lisa besó sus labios realmente no supo como responder, instintivamente su cuerpo correspondió el delicado tacto por unos segundos, pero apenas su mente fue consciente de lo que hacía su cuerpo, Jungkook se sintió realmente mal y supo que debía detenerlo. Jungkook alzó sus manos llevándolas a los hombros de la chica para apartarla de él y se levantó de su lugar abandonado todo. Sus mejillas estaban rojas por la sorpresa y había una mezcla de emociones en su corazón justo en ese momento. Por un lado, pudo comprobar que sus supuestos sentimientos por Lisa nunca fueron reales y estaba seguro de que el gusto por las chicas no era lo suyo. Sentía ligera felicidad al respecto, por fin podría tener un poco de paz y tal vez, Jimin también se sentiría más a gusto con el hecho de que haya definido su sexualidad. Sin embargo, pese a que estaba intentando ver el lado positivo de las cosas, había una sensación de pesadez en su pecho que no le dejaba tranquilo, sentía que había hecho algo terriblemente mal y su mente no dejaba de pensar en Jimin y lo mucho que significaba para él.

Jungkook le tomó poco tiempo sentirse culpable, a pesar de que él no hubiese iniciado nada y hubiera detenido el beso. Seguía pensando que había hecho algo decepcionante para Jimin y su mente no dejaba de repetirle una y otra vez que le había fallado de alguna manera.

Y así fue que, por primera vez Jungkook pensó que definir su orientación sexual no era realmente importante y que no valía la pena hacerlo si iba a sentirse de una manera tan miserable como lo era la manera en que se sentía en ese momento.

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Habían pasado dos días en los cuales Jimin ignoró completamente a Jungkook. Dos días en los que Jungkook sintió que estaba perdiendo la cabeza.

Y es que, no entendía por qué Jimin no quería hablar con él después de haber seguido todas las pautas que Rosé y Chan le habían dado para que todo estuviera bien con Jimin.

Jungkook llegó a su casa el domingo por la tarde y su corazón no dejaba de sentir aquella pesadez y sentimiento de culpa, por lo que por primera vez en toda su amistad con Chan y Rosé, decidió preguntarles si podían ir a casa para charlar sobre el tema. Ambos chicos se sorprendieron un poco de la invitación del pelinegro, pues, Jungkook definitivamente no era de los chicos que les apetece que las personas vayan a su casa de visita. El no invitar a sus amigos era como una regla no dicha que se había establecido desde niño. Bueno, regla que solo se rompía cuando se trataba de un chico de cabellos azules llamado Jimin, por supuesto.

Cuando llegaron a casa de Jungkook, el pelinegro se apresuró a contarles lo que había pasado y como se sentía apenas los dos chicos cruzaron la puerta de entrada. Al final de la conversación, ambos chicos le aconsejaron a Jungkook que mantuviera aquel beso como un secreto. Jungkook dejó en claro que no sintió nada más que culpa al ser besado por Lisa, que solo podía pensar en Jimin y en como no quería que nada se arruinase con él, por lo que luego de soltar aquellas palabras, los chicos lograron convencerlo de que lo mejor era ocultarlo y hacer como que nunca pasó. Así no correría el riesgo de que Jimin se molestase y no quisiera volver a hablar con él nunca más en su vida.

Jungkook no estaba del todo de acuerdo con la decisión que había tomado, una parte de su corazón le decía que lo mejor era contarle a Jimin lo ocurrido y explicarle que no le gustaba Lisa o las chicas y que aquel beso solo sirvió para entender este hecho. Sin embargo... sus amigos habían tenido una larga charla con él en la cual le explicaron con paciencia, detalle y repeticiones, porque el hecho de que se había besado con otra persona podía hacer enfadar a Jimin.