La intervención

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P.O.V LAUREN


Los días se estaban volviendo locos y confusos. Había estado tratando de mantenerme cuerdo y alejada de todas esas emociones que me invadían, pero en ese momento no pude ignorarlo.

Estaba jugando al voleibol en la playa con Avril, Demi y Vero, cuando sentí su dulce olor invadiéndome y anunciando su llegada. Sonreí, pero mantuve mi atención en el juego, porque si lo perdía, Verónica haría de mi vida un infierno sólo para dejar claro que es la hija de Hades. Sin embargo, mi instinto protector gritó con fuerza tan pronto como sentí y escuché la presencia de alguien cerca de ella, entonces mi pecho se apretó y supe que algo estaba mal. Mi cuerpo se tensó y me congelé de inmediato, enfocando mi mirada en su dirección. Mi sangre fría inmediatamente hirvió y en un sólo paso me encontré frente al rubio que sostenía a mi prometida en sus brazos, fusilándole de la peor manera posible.

- ¿Qué le hiciste a mi prometida, imbécil? - grité, tensando la mandíbula y conteniéndome para no golpear a ese rubio oxigenado y terminar lastimando a Camila.

- ¿De verdad quieres saberlo? - el chico sorprendentemente, replicó, con una sonrisa irónica y sin dejarse intimidar por mí. - ¡No pareció importarte cuando la dejaste sola por ahí!

- ¡¿QUIÉN COÑO TE CREES QUE ERES, IMBÉCIL?! - Grité perdiendo el control empujándolo por el hombro y soltando una descarga eléctrica en su cuerpo. El rubio gruñó y por instinto soltó el cuerpo de Camila, dejándome en alerta. Afortunadamente, mis reflejos son lo suficientemente buenos como para poder sujetarla antes de que su cuerpo caiga al suelo. - ¿Camila? Cariño, ¿puedes oírme? - murmuré tocando su rostro, desesperada. - ¡Acabaré contigo! - gruñí entre dientes al rubio que me fusilaba con la mirada de la misma manera.

- Esto no terminará bien. - pude escuchar la voz de Avril en la distancia.

Noté que sus ojos azules brillaban igual que los míos y supe que ese tipo no era humano, pero no me importó. Estaba a punto de avanzar sobre él, sin importarme si estábamos en público, si era un monstruo o si Camila estaba en mi regazo, era lo suficientemente hábil para eso.

- LAUREN, ¡NO! - Pero, por supuesto, Allyson tuvo que aparecer para sujetar mi hombro, así como Jade se interpuso entre mí y el idiota que tenía delante, para evitar que nos matáramos. - ¡Piensa en Camila! - Me miró fijamente y entré en razón, mirando a la latina inconsciente en mis brazos y tragando en seco. - Tenemos que llevarla a su habitación... ¡Ahora!

No necesité otro segundo más. En poco tiempo cerré la puerta del dormitorio detrás de mí y me acosté con Camila en la suave cama, acariciando su pelo con cariño. Mi prometida estaba tan débil que quise darme una paliza por no haber estado allí, por no haber hecho nada para ayudarla antes de que ocurriera lo peor. Me picaban los ojos por las lágrimas que se asomaban, pero me mantuve firme.

Hasta el momento en que lo escuché.

El corazón de mi hijo estaba latiendo tan rápido... y no podía quitarme de la cabeza lo frágil que se veía, aún sabiendo que esto era de lejos lo que era. No podía escuchar perfectamente sus pensamientos, solo pequeños chillidos ininterrumpidos. Sabía que por muy fuerte y poderoso que pareciera, necesitaba a sus madres cerca y algo no estaba bien... estaba angustiado. Y por la forma en que Camila estaba, probablemente se reflejaba en ella.

No tuve mucho tiempo para pensar, porque mis amigos abrieron de par en par la puerta de la habitación. Sin embargo, con ellos también estaba ese estúpido rubio.

- ¿Qué hace todavía este idiota aquí? - gruñí, levantándome y pronto Jade me detuvo una vez más. - ¡Suéltame!

- Necesitamos aclarar las cosas, ¡así que cálmate, Lauren! - La vampira me regañó, haciéndome resoplar fuertemente.

Ice And Fire - 2 TEMPORADA (traducción)Where stories live. Discover now