Ice And Fire - 2 TEMPORADA (traducción)

El hijo de todos los mundos

Entre las 35 a 37 semanas de gestación, con el aumento de su tamaño, el feto intentará todas las posiciones posibles dentro del útero hasta encontrar la mejor. Esta posición suele ser boca abajo, mientras que las nalgas ocupan la parte superior del útero. Esta es la posición ideal para el parto. (35 semanas).

P.O.V LAUREN

Esa historia de que los vampiros no duermen es un mito. De hecho, medio mito. Dormimos por placer, pero podríamos sobrevivir sin él. Siempre me ha gustado dormir durante horas, pero eso ha cambiado desde que conocí a Camila. Ahora prefiero pasar esas horas vigilando su sueño, protegiéndola y asegurándome de que sólo tenga los mejores y más coloridos sueños. Y parece que esta también es la preferencia de nuestro hijo. Durante semanas ha sido mi compañía durante las noches, mientras nuestra latina dormía plácidamente. Podía comunicarme con él... susurrando al vientre de Camz y escuchando sus pensamientos. Suena loco, pero incluso allí adentro y siendo tan joven, ¡ya suena tan inteligente! A veces le cuento historias sobre batallas, princesas, guerreros y magia; y a veces sólo escuchamos canciones de mis bandas favoritas y la de Camila. Sé lo emocionado que está cuando lo veo patear, provocando ondulaciones en el vientre de Camz, quien incluso se despertaba un par de veces por ello. Ahora imagínate a una latina embarazada, con las hormonas a flor de piel y soltando fuego... así es, no es nada bueno.

Sonreí al ver a mi prometida roncar serenamente en mi brazo, suponiendo que el bebé también estaría dormido, ya que había dejado de moverse hace un buen rato y no pensaba en otra cosa que no fueran unicornios coloridos y saltarines. Gracias a Camila, ahora tenía esa imagen de caballos alados cada vez que dormía, porque una vez la latina le había dicho que contara unicornios y la dejara descansar. Me llevé los dedos a su rostro y aparté uno los mechones despeinados de su pelo, acariciando suavemente su mejilla y besándola en la frente. Su barriga estaba enorme hasta el punto de que no podía encontrar ninguna posición cómoda para dormir, que no fuera de lado. Y ella tenía que al menos tocarme o que yo la tocara, así que terminamos con nuestro hijo separándonos, o con mi brazo entumecido por estar durmiendo de cuchara.

Me solté lentamente del abrazo, pero como siempre, no funcionó.

- ¿A dónde crees que vas? - La ronca voz latina sonó en mis oídos, haciéndome tragar saliva.

Sus párpados se abrieron perezosamente y las esferas de chocolate me miraron. Se giró con la barriga hacia arriba entre una mueca y rápidamente me acerqué, ajustando las almohadas para que pudiera acurrucarse mejor.

- Acepté jugar al béisbol con los chicos, ¿recuerdas? No quería despertarte. -le expliqué, tocándola como si algo fuera a romperse en cualquier momento. - ¿Estás bien?

- Lo estoy, pero ya sabes...

- Tu espalda. - Completé. - ¿Quieres un masaje?

- Me encantaría. - sonrió con la lengua entre dientes esa cosa adorable que siempre me derrite. - Pero nuestros amigos nos están esperando, Lo.

- Están esperándome, Camila. - enfaticé. - No hace falta que me acompañes, vuelve a dormir, cariño. - Toqué su barbilla con ternura y la acaricié con el pulgar.

- ¿Intentas deshacerte de mí para tener a esas zorras gritando por ti, Jauregui? - La sonrisa en su rostro murió en segundos y mi mano fue apartada de un manotazo.

- ¡Ouch, Camz! - Reclamé, frotando mi mano con un enorme puchero en mis labios. - Simplemente no quería sacarte del calorcito para ver un tonto juego.

- Como si fuera a poder dormir sin ti. - la latina puso los ojos en blanco y sacó las piernas de la cama, estirándose antes de levantarse. - Y aposté con Normani, Ariana y Selena.