Everlasting Love

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A partir de las 12 semanas, el feto ya muestra movimientos espontáneos, aunque la madre todavía no los note. Los ojos y los oídos crecen. Los principales huesos del cuerpo comienzan a formarse. Los dedos de manos y pies ya están diferenciados y aparecen las uñas. (11 semanas).

P.O.V CAMILA

El timbre anunciando el final de clases resonó en todo el Instituto, así que traté de despedirme de mis alumnos. Pero antes, por supuesto, soltaron sus chistes habituales.

"Profesora Cabello, ¿estás segura de que el hijo no es mío?"

"Puedo hacerme cargo..."

"¡Podemos ser un trío y medio!"

Antes de que pudiera abrir la boca para enviarlos lejos, Lauren cruzó furiosamente el césped. Su pelo volaba sobre sus hombros y su mandíbula estaba visiblemente apretada, al mismo tiempo en que sus ojos se volvían en un blanco salvaje y las venas crecían en sus sienes.

Una mirada fue suficiente.

Y ya no había la sombra de nadie más que nosotras alrededor.

Me mordí mi labio y sonreí.

- Cariño, déjalos. - le dije tan pronto como mencionó ir tras ellos. Lauren odiaba absolutamente esos comentarios y siempre trataba de arrancarles la cabeza a los chicos, pero siempre la detenía a tiempo ya que no valía la pena meterse en problemas. La vi poner los ojos en blanco y respirar profundamente antes de acercarse con una sonrisa de lado. - ¿Qué tienes ahí atrás, Jauregui?

- Ah, eres una interesada... ¿Ni siquiera me gano un beso antes? - Hizo drama, volviendo la cara hacia un lado. Me reí bajito, acercándome y besando su mejilla suavemente, luego su barbilla y finalmente a sus labios. - Ahora sí.- sonrió, jalándome por la nuca y dándome un beso más en la boca antes de volver a alejarse. - Tu merienda, princesa.

Me mostró la mano que mantenía escondida detrás de su espalda, donde contenía una bolsa de sangre.

El tercero desde el desayuno.

Mis ojos brillaron instantáneamente y se me hizo agua en la boca. Tomé el recipiente rojo de su mano, lamiéndome los labios mientras veía a mi novia encajar una pequeña pajilla allí.

La sangre había sido algo así como un néctar para mí... O mejor dicho, para el bebé. A nuestro hijo le encanta este extraño líquido, que yo habría vomitado de asco hace un tiempo, si mi cuerpo no estuviera tan adaptado a él.

- Mi vampirito no tiene fondo. - comentó Lauren entre una risa, acercándose a mí mientras llevaba el líquido adentro y tocando mi vientre, acariciándolo suavemente con los dedos. No importa lo que le dijera, ella insistía en llamarlo así. - ¡Me encanta escuchar los latidos de su corazón! - Suspiró, pasando su otro brazo detrás de mi espalda y besándome en la parte superior de la cabeza.

- ¿Alguna vez te pusiste a pensar que podría ser ella? - murmuré mientras me alejaba de la pajilla por unos segundos.

- ¿Y eso importa? - preguntó, encogiéndose de hombros. - Sólo estoy generalizando... ¡Sólo quiero que él o ella nazca pronto!

- Yo también, Lo. - suspiré, sorbiendo el resto del líquido. - Pero según nuestros padres y nuestros amigos, eso importa.

- ¿Cómo así?

- Hay una apuesta sobre el sexo del bebé. - dije, riéndome al recordar las tontas discusiones.

- Ni siquiera lo preguntaré. - dijo mi prometida, sacudiendo la cabeza y entrelazando nuestros dedos. - ¿Lista para la próxima clase, Lavagirl?

Ice And Fire - 2 TEMPORADA (traducción)Where stories live. Discover now