Ice And Fire - 2 TEMPORADA (traducción)

El hijo de Hécate

P.O.V LAUREN

Volver al Instituto me dejaba aprensiva. Porque volver allí significa que nuestra máscara de "familia normal' se caería, y todos los problemas de nuestro mundo real, volverían a caer sobre nuestras espaldas. Hace unos años atrás eso no me habría importado, al contrario, me habría encantado toda la emoción y la adrenalina.

Pero esa Lauren está muerta.

Esa Lauren de ahora es madre y esposa.

No puedo dormir pensando que en unas horas mi familia volverá a estar en peligro, más de lo habitual aquí en Toronto conmigo. Por poco tiempo, fue como si fuéramos personas normales, con una rutina normal, y que todo estaba bien. Dulce ilusión.

- ¿Mami? - Escuché el susurro de Mia y giré la cara para mirarla. - ¿No podemos irnos ahola?

Mi pequeña vampira estaba entre Camila y yo en nuestra cama, sentada y completamente despierta, atenta a cualquier movimiento. Su entusiasmo desde que Camila dijo que nuestros amigos habían vuelto no había disminuido ni un segundo y el brillo en sus ojos verdes lo demostraba. Mi prometida ya llevaba un buen rato dormida, tumbada boca abajo en su lado de la cama.

Sonreí ante la escena y me incliné para cubrirla, ya que la manta se había quedado a los pies de la cama.

- Dejemos que tu mamá duerma. - le susurré a Mia, tomándola en mi regazo y levantándome de la cama.

Con mi hija abrazada a mi cuello, nos llevé fuera de la habitación y por el pasillo, dirigiéndonos hacia una de nuestras habitaciones favoritas de la casa.

- Necesitamos empacar las cosas y tu mamá está cansada, por eso nos iremos por la mañana, mi Luna. - expliqué, encendiendo la luz de la habitación y colocándola en el piso. - Pero como sé que ni tú ni yo podremos dormir... necesitamos relajarnos un poco y distraernos.

- ¿Dibujaremos?! - Preguntó emocionada, brincando delante de mí.

Me reí y le acaricié el pelo, tomando su mano enseguida.

- Primero quiero enseñarte algo, ¿de acuerdo? - dije, guiándola hacia el piano.

- ¡Pero mamá siemple dice que romperé todo! - Levantó sus manitas como si se rindiera y me reí de nuevo.

- Esta vez estoy contigo. - le aseguré, sentándola en el taburete detrás del piano. - Estaremos bien, mini princess.

- ¡Yupi! - aplaudió emocionada.

Camila nunca dejaba que Mia entre sola en la sala de instrumentos ni "jugar" con ellos, ya que la pequeña no suele medir su fuerza, y de hecho, terminaba rompiendo algunas cosas.

- Te voy a enseñar la primera canción que me enseñó tu tía. - le informé, estirando ligeramente los dedos y tocando las teclas.

- ¿Cuál? - Ella frunció el ceño, confundida. Me rei a carcajadas.

- Tía Abbey, pequeña. - le expliqué, cuando dejé de reír.

Había tantas tías que a veces Mia se perdía, lo cual era bueno... muchas personas con quien jugar y eso le encanta, toda la atención que recibe.

- La extraño. - hizo un mohín y bajó la cabeza.

- Lo sé, mi amor. - suspiré, acariciando su espalda. - Pero pronto la verás, ¿de acuerdo? - Ella asintió lentamente. - Cambia esa carita...

Le pinché ligeramente en las costillas y ella se echó a reír, haciéndome sonreír ante el delicioso sonido.

- ¡Pa-para, mami!