Ice And Fire - 2 TEMPORADA (traducción)

My Moon

POV LAUREN

Acompañé de cerca todo el tiempo que Ally revisó a Mia y la vistió con un cálido mono rojo, tomándola en mi regazo poco después. No quería soltar a mi hija ni por un segundo, sobre todo con una batalla allí abajo.

Camila se quedó dormida en cuanto bebió el néctar que le dio Demi, finalmente logrando descansar. Todos habían bajado para ayudar y a buscar a Normani y Ariana, mientras yo me quedé en la habitación con mi hija, Taylor, Sofia y una dormida Camila.

- ¿Ella estará bien, Laur? - Sofi me preguntó desde donde estaba sentada junto a su hermana y acariciando su rostro con sus deditos.

- Sí, lo estará, pequeña. - le aseguré. - Sólo necesita descansar un poco.

- ¿Por qué el bebé puede beber sangre humana y nosotros no? - Taylor me preguntó, con los ojos pegados en el biberón de sangre que Mia chupaba con entusiasmo en mi regazo.

Le miré a mi hermanita y sonreí al ver que, a pesar de ser tan pequeña, pudo controlarse. Y sabía lo mucho que se estaba esforzando.

- Mia necesita los nutrientes que contiene hasta que sea lo suficientemente fuerte y pueda aprender a alimentarse de sangre animal como nosotros, pero como es tan pequeña no se vuelve adicta tan fácilmente, sobre todo porque no se alimenta sólo de sangre - le expliqué , mirándola preocupada. - ¿Estás bien con esto?

- No es fácil, Lo. El olor... - Cerró los ojos con fuerza y ​​contuvo la respiración. - Pero puedo manejarlo.

- Se está acabando, TayTay. - le dije, tranquilizándola. - Te prometo que me libraré de él tan pronto como termine.

Taylor asintió con la cabeza y me di la vuelta, caminando hacia el balcón para checar la situación de abajo.

- ¿Lo lograrán, Lern? - preguntó Sofia entre lágrimas. - ¿Conseguirán atravesar la barrera de protección?

Taylor se acercó a Cabello y le tomó la mano en señal de apoyo, mirándome de la misma manera asustada.

- No pienses en eso, ¿de acuerdo? - pedí, suspirando profundamente. - Nuestros padres y nuestros amigos están ahí abajo, todo estará bien. - sus ojitos aún reflejaban pánico y necesitaba distraerlas de alguna manera. - Sé que es difícil con todo este ruido, pero ¿Qué tal una caricatura? - Sugerí. - Camila tiene toda una carpeta de caricatura. - me ríe, buscando el control de la televisión encima del buró, encendiéndola y dándoles la opción de elegir. - ¿No quieres verlo tú también, vampirina? - le sonreí a mi hija, sacándole el biberón vacío de la boca.

La puse de pie, con la cabeza apoyada en mi hombro y le di unas palmaditas en la espalda hasta que eructó. Tan pronto como eructó, Mia se rió a carcajadas y golpeándome en el hombro con sus manitas.

- Hay una guerra allí abajo y tú riéndote... - Negué con la cabeza. - ¡Sí que eres mi hija!

Toqué sus pelitos castaños y besé su cabecita, acercándome de nuevo al balcón y notando que las cosas no habían mejorado.

- ¿Cómo vamos a ayudar a tus abuelos y tíos, eh? - murmuré, recibiendo más palmadas en mi hombro, esta vez un poco más fuertes. - Ouch. - me quejé, viéndola con esa sonrisa que me dejaba de rodillas por ella y por Camila. - Vale, eres muy fuerte. Serás una gran luchadora, mini pink princess. ¿Deberíamos aniquilarlos entonces? - reflexioné, viendo a Verónica volar por los aires después de ser golpeada por el látigo de una criatura modificada. - ¿Por qué los dioses no han hecho nada todavía? - fruncí el ceño.

- Quizás no quieran involucrarse en este lío. - murmuró Sofía desde donde estaba, inocentemente.

- Sí, quizás. - Concordé pensativamente.