Todo es muy tranquilo en Green Gables, durante las vacaciones, Anne regresa con su familia para pasar el invierno con ella, al igual que Gilbert. Pero no son los únicos que regresan para vivir un año lleno de aventuras.
Basada en la serie original...
CAPÍTULO DOCE ❝no pierdas el tiempo con quienes no lo ameritan❞
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HUNTER BUSCABA frenéticamente su mejor corbata en su gran armario, ese mismo día se llevaría a cabo el día de campo que organizaba la iglesia, todo Avonlea estaría allí al parecer. El día de campo era su oportunidad para demostrarle a los Jensen cuanto se merece a su hija, según su madre. Luego de la propuesta de su padre no tenía tiempo para pensar, ni siquiera puedo decir sí o no. Así que ahora estaba sometido a la prueba del sr. Jensen.
── ¡Mamá! ¿Haz visto mi sombrero? ─ preguntó la castaña desde su habitación.
── ¡En tu primer estante! ─ respondió la mujer mientras sacaba un pastel del horno.
── No la había visto tan ansiosa desde... bueno, ella siempre está ansiosa pero esta vez es singular. ─ opinó el mayor mientras leía el periódico local.
── Es normal, yo pienso que es por un muchacho, y se de oo que hablo. Desde la cita que tuvo con Hunter está más distraída.
── Opino lo mismo, entiendo que no quiera estar con nadie, pero....
── ¿Qué vestido creen que debo llevar? ¿El morado o el rosado? ─ inquirió la muchacha mientras sostenía ambos vestidos de seda y con mangas abullonadas.
── El rosado es muy bonito ─ opinó su madre y esta hizo una mueca.
── Llevaré el morado ─ decidió ganandose el suspiro de su madre, quien no entendía su actitud.
── Déjala, cuando estemos allí se le pasará.
Por lo tanto, Hunter continuaba su búsqueda desesperada, estaba tan nervioso, muy en el fondo quería renunciar todo y no casarse, pero su otro yo creía que estaba bien y verlo como una oportunidad para conocer mejor a Marie, y quizás así, cambiara de opinión.
── ¿Ya estás listo? Debemos llegar a tiempo, los Jensen estarán allí a las dos ─ replicó la mujer esperando a su hijo en la puerta. El castaño bajó rapidamente las escaleras para acto seguido tomar su abrigo y acompañar a sus padres hasta el carruaje que los llevaría al sitio donde se haría el día de campo.
Magie se subió a su caballo y cabalgó hasta el campo, ella siempre iba por su lado, sus padres irían solos en el carruaje y ya estaba acostumbrada.
Al llegar al lugar, donde todas las familias estaban agrupadas en el césped debajo de sombrillas debido a la molestia que les provocaba los rayos del sol, apartó su caballo junto a los otros.
