Todo es muy tranquilo en Green Gables, durante las vacaciones, Anne regresa con su familia para pasar el invierno con ella, al igual que Gilbert. Pero no son los únicos que regresan para vivir un año lleno de aventuras.
Basada en la serie original...
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NOCHEBUENA AL FIN y es día de la obra. Magie estaba muerta de los nervios. No había dormido en toda la noche pensando en sus líneas y en la canción que debía cantar, estaba muy emocionada y poseída por la inquietud. Su madre estaba ocupada horneando galletas para el banquete que se daria al final de esta para celebrar. Todo Avonlea estaba invitado, y como era un asunto en el cual también asistirían personas importantes, la mayoría iba sin interés.
── ¿Estás lista? Te veo más nerviosa que la vez que fuiste al círculo de bordado, y estabas más nerviosa de lo normal ─ preguntó su madre al verla bajar de las escaleras totalmente perdida en sus pensamientos.─ Irá mucha gente, pero...
── Mamá, eso no ayuda mucho que digamos ─ la interrumpió mientras se movía de un lado a otro.
── Iba a decir que de todas formas lo harás genial, siempre te ha gustado la actuación y la música, y eres extraordinaria en lo que haces, confía en tí misma ─ halagó la mujer estremeciendo el corazón de su hija, quien se lanzó para darle un cálido abrazo.
── Gracias mamá, estaba tan nerviosa que olvidaba mis líneas. Ya debería irme, debo probarme el vestuario, debo terminar de ensayar, ¿nos vemos allí?
── Un segundo ─ la detuvo al ver que disparo a la puerta de entrada a punto de irse ─ Te olvidas esto ─ esta extendió un collar de plata que sacó de su bolsillo y se lo entregó. La castaña lo llevaba a todas partes pero nunca en su cuello, así que lo guardó en su bolso y corrió hasta el establo por su caballo para acto seguido dirigirse a la estación para ir a Charlottetown. Se sentía tan ansiada y aterrada, no era un papel principal pero aún así tenía miedo de hacerlo mal.
Mientras que por su lado, Hunter regresaba de una mañana larga de trabajo con su tío. El muchacho se adentró con una gran sonrisa al comedor y saludó a su madre dejando un beso en su mejilla, acción que confundió a la mujer, nunca se veía tan alegre y ansioso como ese mismo día.
── ¿Puedo preguntar por qué estás tan ansioso? Te ves más feliz de lo normal. Supongo que es porque verás a Marie.
Oh cierto, Marie.
── ¿La llevarás de acompañante? Eso les acomodará las ideas a la gente.
── ¿A qué te refieres con eso? No estamos comprometidos. ─ chasqueó la lengua agraciado.
