La chica de mis sueños

Prólogo 💤

Nueva versión

Despierto sobresaltada, mi respiración es lo único que se escucha en mi habitación, estoy bastante agitada por el sueño que acabo de tener.

Sin darme cuenta mi mano se dirige a mis labios, los siento húmedos, como si aquel beso hubiese sido real. Y vaya que se sintió de esa manera.

No puedo explicar cómo me sentí, estar ahí con ella, me hizo sentir libre, como jamás me había sentido. Me hizo sentir demasiadas cosas en un periodo muy corto de tiempo. Lástima que todo tuvo que acabar con un solo abrir de ojos.

Jamás la volveré a ver, pienso. Fue tan solo un sueño.

El recuerdo de sentirme a salvo con ella perdurará en mi memoria.

💤

A pesar de haber dormido y haber hecho miles de cosas, el recuerdo de aquella chica sigue tan vívido como antes, ella limpiando las lágrimas, que por alguna razón derrame, con las yemas de sus dedos, mientras me susurraba que todo iría bien.

Ella besando mis ojos y mis mejillas como si se pudiera llevar todo el dolor que estaba sintiendo en ese momento y por último. Ella estaba besando mis labios, tan lento y delicadamente. Es una de las mejores experiencias de mi vida. Y fue solo un sueño.

No puedo expresar cómo me sentí, recuerdo que le correspondí el beso, como si nos conociéramos de toda la vida y como si tuviéramos bastante confianza. Cualquier movimiento que hiciera a su alrededor se sentía bien, se sentía correcto.

Después de eso me desperté y como puede ser obvio, no he sabido nada. Los sueños siempre acaban en las mejores partes.

—Deberías olvidarla, fue solo un sueño -mi mejor amiga refuta.

—¿Cómo sabes que estoy pensando en eso? —pregunto, aguantando el ardor que sentí al escuchar que solo fue un sueño.

Pero es lo que fue.

—Se te ve en la mirada, Kristen, aparte, te tocaste los labios, ¡por decimoquinta vez en el día!, —me reprocha.

Es cuando me doy cuenta de que mi mano está acariciando mis labios, retiro mi mano rápidamente como si jamás la hubiera tenido allí.

—¡Es que se sintió tan real y era...! —Cinthia no me deja terminar.

—¡Era tan linda! Ya lo dijiste cientos de veces, —me mira con frustración.

Bueno, tal vez me pase un poco al hablarle de la chica de mis sueños, tal vez me obsesione un poco, pero solo un poco. No es para tanto.

—¿Y si ese sueño te muestra tu futuro? —Miro a Cinthia como si le hubiera salido otra cabeza, —no me veas así, solo piénsalo, ¿Alguna vez has visto a esta chica? —Negué con la cabeza, de haberlo hecho, lo sabría, —¡Ya está! ¿Y si la conoces en algún futuro?

—No lo sé, podría ser..., ¡Ya me ilusionaste! —Lo único que aún no hacía y que ahora, gracias a Cinthia, ya hice.

Cuando tus amigas te dicen que no te ilusiones con alguien, vas y no te ilusionas, pero Cinthia me estaba dando alas, agh, qué frustración.

—Corrección, ya nos ilusione —me mira y me sonríe inocentemente. Pero hay algo raro en su sonrisa. Al menos no soy la única que lo hizo.

Las dos suspiramos rendidas, no cabe duda, una ilusión hecha, una ilusión rota.

¿Soñaré con ella de nuevo?

¿Es posible soñar lo mismo varias veces? Yo no me quejaría de que se repita cada noche ese beso.

Muchas preguntas, pocas respuestas. Respuestas que solo tendré al llegar la noche, al cerrar los ojos y soñar.

Y tal vez, solo tal vez, volver a soñar con ella.

Te encontraré.