Extra O1 💤

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Nueva versión

Aike

Estoy en París, mejor conocida como la ciudad del amor.

Supongo que la chica que tengo a mi lado ha deseado venir en algún momento de su vida, puesto que yo no lo he deseado. Yo soy más de puentes.

Estar aquí se sentía tan correcto después de pedirle matrimonio, creo que es la decisión más acertada que he tomado en mucho tiempo.

Y eso que tomo muchas buenas decisiones. Creo.

—Vamos, tengo que contarte la historia de la torre Eiffel, es muy interesante, —le digo a la castaña. Trato de tomar su mano, pero ella la quita de inmediato.

Auch.

No voy a fingir que no me dolió. Supongo que mis ojos reflejan todo el dolor que estoy sintiendo en este momento. Pero también estoy llena de confusión, ¿qué está mal?

— ¿Pasa algo? —le pregunto suavemente.

Sus ojos me demuestran que miles de pensamientos pasan por su mente.

—Tenemos que hablar, —me dice seria.

—No tengo mucha experiencia con las relaciones, pero sé que esa frase no tiene nada de bueno, —trato de aligerar el ambiente; sin embargo, no funciona.

Ella toma mi mano y me dirige debajo de la torre Eiffel, es un bonito lugar, si miro hacia arriba puedo ver toda su estructura.

Quisiera subir con ella para enseñarle toda la historia, porque, aunque no he deseado venir, la sé por cultura general.

—Conocí a alguien, alguien real. Él me puede hacer feliz todo el tiempo, todos los días, no solo en las noches. A él lo puedo ver cuando quiera y no solo en mis sueños. Me complementa, te tome un cariño muy fuerte, pero no eres real, y jamás lo serás.

Busco sinceridad en sus ojos, y la encuentro, y eso me mata lentamente, sufro en mi interior. No merezco esto, lo sé, pero una parte de mí cree que sí lo merezco.

Ella es la que no es real, pero ella es la que me está diciendo que yo no soy real, ¿hay algo que duela más que este sentimiento de no soportar estar en tu propio cuerpo por el sentimiento de estarse rompiendo?

Ayer le pedí matrimonio, aceptó.

¿Qué fue lo que hice mal? ¿Acaso no soy lo suficiente para ella? En el fondo lo sé, como lo dije antes:

«Jamás llegamos a ser suficientes para las personas».

—¿Él?

—Sí, es un chico.

Definitivamente eso hace que me duela más.

—Ve con él. Sé feliz.

No digo más, no es necesario, doy media vuelta y salgo corriendo, ¿a dónde? No lo sé, pero espero que en ese lugar no me hagan daño.

Me pierdo por las calles de Francia, claramente mis ojos no enfocan las calles, las lágrimas impiden que sea consciente de mi ubicación.

Pongo mis manos en mis rodillas mientras me encorvo, intento recuperar mi respiración a como dé lugar. Pero es casi imposible, siento que mi corazón se rompe pedazo a pedazo.

La chica de mis sueños acaba de romper mi corazón en mil pedazos. Y yo como tonta, le dije que fuera feliz con ese chico, ¡debí decirle que lucharía por tener su amor!

Espero que no sea demasiado tarde.

Regreso a la torre, esperando que ella esté ahí, pero no hay nadie, busco a los alrededores pero como lo comprobé antes, no hay nadie.

Estoy sola. Una vez más.

Subo a la torre, pidiendo internamente que ella se encuentre admirando la habitación que hay ahí arriba, pero cuando llego no está.

Ella se ha ido, y yo la ayudé a que se fuera.

La quiero de vuelta.

La chica de mis sueñosWhere stories live. Discover now