La chica de mis sueños

Capítulo O7 💤

Nueva versión

—Pura belleza para mis ojos, —me dice ella, se encuentra apreciando el Golden Gate, uno de los tantos puentes que siempre ha querido visitar. Nos tomamos la foto antes de cualquier cosa.

He llegado a pensar que tal vez, los lugares tan espléndidos que hemos visitado se deba a que ella los conoce y siempre ha querido viajar a esos lugares. Porque yo no conocía ni la mitad de los lugares, y si conozco este puente es por su popularidad.

— ¿Debería preocuparme por ti? —le digo en tono serio.

— ¿Por qué? —responde confundida.

—Creo que tienes una leve obsesión con el mundo y sus lugares, —le digo seria, tratando de aguantar la risa, —pero leve.

Suelta una risa suave mientras se acerca a mí. — Por suerte es leve, nada que un tratamiento no pueda solucionar —me sigue el juego.

Se va acercando de a poco hacía mí, mi corazón empieza a ir tan rápido que podría sufrir de taquicardia, pero justo ahora no me importa.

Sus manos me toman el rostro, con ellas me acerca a su rostro. Y cuando nuestros labios se juntan, hay una explosión en el ambiente que nos rodea. Siento de todo y a la vez de nada. Soy consciente de que juntas somos una bomba de tiempo.

Y también soy consciente de que no me importaría explotarla.

Y ahí, en medio del Golden Gate, nos besamos como nunca lo habíamos hecho. Como unas locas que solo buscan más y más una de la otra.

Unas locas que solo desean mostrarle su cariño a todo el mundo y no guardarlo solo para sus sueños.

💤

Cinthia suspira con lo que le acabo de contar, —hasta me dan ganas de conocer a alguien en mi sueños también. —Medio bromeó.

—Es tan linda, si pudiera, me casaría con ella, —suspiro.

— ¿Con quién te casarías, Lidia? —pregunta Remy a mi lado, apenas viene llegando.

—Con nadie, —le restó importancia.

Remy y yo tuvimos una gran cita, me reí mucho a su lado, es una persona sumamente divertida. Tiene ese algo que te hace reír aunque te cuente los peores chistes. Es adorable.

A su alrededor me siento libre y llena de confianza para poder decir lo que sea sin miedo a ser juzgada. Él me da cierta seguridad, la cual he carecido a lo largo de mi vida.

— ¿Quieres salir hoy? —me pregunta.

Me siento como una gran tonta al estar saliendo con Remy y estar teniendo algo con la chica de mis sueños. Pero me aferro a las palabras de Cinthia, puede que esa chica no exista y me está privando de conocer a alguien más.

—Claro, pasa por mí, —termino aceptando.

«Solo disfruta», trato de suavizar mis pensamientos.

💤

— ¿Piensas darme una clase de historia? —pregunto a la chica que tengo al lado.

—Estaba esperando a que me lo preguntaras, —responde y reprime una sonrisa.

Me acerco a ella y le planto un casto beso en la comisura de su boca.

—El puente Vasco da Gama, se inauguró en mil novecientos noventa y ocho. Justo a tiempo para la expo noventa y ocho, celebración del aniversario quinientos del descubrimiento, de Da Gama, de una ruta marítima entre Europa y la India.

»Es un puente vehicular, de diecisiete punto dos kilómetros de largo, cruza el río Tagus cerca de Lisboa, Portugal. Se llama así en honor al famoso explorador portugués. Fue diseñado para resistir fuertes golpes de aire.

—Así que estamos en Portugal, —medio afirmo.

—Así es, —se ríe un poco. Le recuerdo la foto y la tomamos.

Nos quedamos en silencio, uno que ya conocemos, cuando no sabemos qué decir, y no es incómodo, pero resultaría agradable poder llenarlo con cualquier tema.

—Mi maestro de geografía y de historia está impresionado por el gran avance que he tenido, me preguntó cuál es el truco, —le digo.

—Felicidades, —responde—. ¿Cuál es el truco? —me pregunta jugando.

Ruedo los ojos porque la respuesta es evidente, pero aun así decido responderle, —Sabes que tú.

Me atrae hacia su cuerpo y me rodea la cintura con sus brazos.

—Bueno saberlo, —dice antes de besarme.

Realmente en cada sueño tenemos algún tipo de contacto, nuestras manos no pueden estar quietas cuando estamos cerca la una de la otra. Nuestro cuerpo actúa por inercia.

Y admito que ya estoy bastante acostumbrada, al punto de qué no estar teniendo contacto se siente extraño... erróneo. Y no sé cómo deba tomarme eso.

💤

Cuando de mi vida real se trata, he estado muy ocupada. Citas con Remy, salidas con Cinthia, deberes en casa y escuela, estudiar, pasar tiempo con mis padres. Realmente no he tenido tiempo de nada, no sé ni de donde saco fuerzas.

En la escuela me impacto contra Remy cuando voy cruzando una esquina, él se ve aliviado al verme.

—Kristen, te he buscado todo el día, —me toma del brazo.

— ¿Sucede algo?

—Sí, sucede algo, pero quiero decírtelo en un lugar más privado, —me pide mirando hacia los lados.

Asiento y lo dejo guiarme hacia un salón, cuando llegamos se planta frente a mí y suelta:

— Me gustas, ¿Quieres ser mi novia?

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Imagen multimedia: Golden Gate.

Imagen multimedia: Puente Vasco da Gama.