El búnker (2)

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Recordé esas mismas palabras saliendo de la boca de Jimin y de Clarissa... pero no se escuchaban ni remotamente igual. Jimin tiene miedo de perder a su familia, Clarissa tiene miedo de perder a su mejor amiga. Pero Jungkook, Jungkook tiene miedo de perderme de otra manera, porque la manera en la que mi nombre ha salido de su boca en este momento me ha dejado helada.

—Te quiero Annia.

Sus negros ojos, tan redondos como la luna y tan oscuros como la noche querían poseer a los míos, los cuales le observaban con fervor.

—Jungkook... te quiero, digo hemos sido compañeros por un largo tiempo, tanto para considerarte a ti tanto como a Taehyung una parte de mi —El razonamiento quería encontrar una explicación lógica para sus palabras.

—Te quiero como mujer, siempre lo hice, Annia...— Quito un cabello de mi rostro, acuno mi mentón en su grande mano derecha y acercó su rostro al mío causando un ardor en mis mejillas.       —Quiero que me veas como un hombre, no como el cadete con el que haz compartido momentos infantiles y crecido... quiero ser un hombre para ti. No sabes lo mucho que me preocupe de no volverte a ver.

Sus cálidos labios rozaron los míos dibujando aquellas últimas palabras en mi rostro —Y quiero hacer esto desde hace un tiempo —Movió sus suaves labios en los míos, deleitándome y haciéndome tomarlo por la nuca para seguir el suave beso que me estaba entregando. Se separó de mi con un destello en sus ojos inigualable y yo me acerqué para dejar un último corto beso en sus labios que lo hizo sonreír como jamás lo había visto hacerlo.

—No- n no se que decir.

Dije con timidez y un color rosado en las mejillas, el sonreía tiernamente mientras acariciaba mi mejilla.

—Nos vemos mañana Annia.

Se separó de mi con una sonrisa cuando comenzó a caminar lejos, dejándome atónita y helada en mi lugar.
No se que había pasado o el porque, pero había causado un sentimiento agradable en mi pecho, algo nuevo y cálido que me hacía sentir bien. Sonreí al sentirme de esa nueva manera.

Entre en la habitación que se me asigno, era bastante amplia, la cama era blanca, los muebles también todo era del tono más limpio que jamás haya visto. Resaltó a mi vista un cubo en la pared que brillaba y reflejaba un poco mi rostro, ¿será un espejo? Todo esto era bastante extraño para mi. Quite mis botas y me senté en la orilla de aquella cama, subí mi dedo índice a mis labios, acaricié donde Jungkook había recorrido anteriormente y sonreí instintivamente al recordarlo, al recordar como aquella persona a la que siempre he admirado y secretamente tenido en mi cabeza, me había besado.


[...]


La madrugada fue interrumpida por el sonido de una alarma que se clavaba como cuchillas en mis tímpanos.
Me senté en menos de un segundo tras haberme despertado de mi profundo sueño y sentí la adrenalina recorrer todo mi cuerpo cuando abrí los ojos y me di cuenta que estábamos en una situación de emergencia.
Coloque mis botas inmediatamente y tomé mi armamento para salir de mi habitación. Abrí la puerta sigilosamente y me encontré con el oscuro pasillo que se iluminaba con la luz roja.

Me topé con los ojos confundidos de Taehyung y me aferré a él en cuanto le vi.

—Annia— Susurró pegándo mi cuerpo a la pared y posando su dedo índice en sus labios simulando un "shh".

Asentí nerviosa, no entendía que estaba pasando, no entendía nada, solo asentí confiando en mi amigo.



Girl meets evil: The eternal | JJK + MYG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora