Año 435

964 85 58
                                    


Ciudad de Biblos, región de Changcheng, pueblo de Xian.

Despierto sobre mi vieja cama y estiro todas mis extremidades sintiendo una placentera sensación en mis músculos y huesos. A juzgar por el sol deben ser aproximadamente las 7 de la mañana.
Hoy es 19 de enero del año 435, mi cumpleaños número 18 y el día de mi anhelada graduación. Esta tarde oficialmente me convierto en un adulto mayor de edad y en un soldado de la fuerza y unión.

A un paso de cumplir mi gran sueño, siento incluso poder saborear la preciada libertad.
Un sueño que ha cobrado tantas vidas... el sueño que tomo la vida de mis padres, soldados del escuadrón del sur.

Tomé una ducha y me preparé con mi uniforme de la milicia. Toque la tela en mi hombro que llevaba el famoso emblema que solo los más valientes o los más chiflados se atrevían a usar y sonreí.

—Mamá, papá. Hoy seré soldado— Sonreí al viejo marco que portaba una foto de mis padres cargando a una pequeña versión de mi —Pronto me iré de esta casa, nuestra preciada casa. Y cumpliré con mi deber, voy a descubrir qué hay del otro lado.

Un sabor salado corrió por mi boca y limpié la lágrima que había rodado.

—No se preocupen, este siempre será mi hogar y vendré de vez en cuando a quitarle el polvo y las telarañas.

Coloque mi grande abrigo para protegerme del frío y me dirigí a la calle principal de Mi Pueblo, la cual ya se había llenado de mercantes y compradores. Cambie una manzana por 5 monedas y mordí de esta mientras caminaba con una sonrisa a mi destino.

Aquella cabellera rubia que me ha seguido desde que teníamos 3 años venía al final de la antigua calle alzando sus pálidas y pequeñas manos para llamar mi atención emocionado, pues hoy se gradúa también como soldado.

Un sueño compartido.

—¡Ania! ¡Aquí! ¡Ania! ¡Es hoy!

Tomó la correa de su atravesada y gastada mochila para correr a mi lado.
Jadeante se agachó tomando sus rodillas y reí bajo por su emoción.

Si había una persona más revoltosa e hiperactiva que yo en toda Biblos, era Park Jimin.

—Te ves terrible— Crucé mis brazos.

—No pude dormir de la emoción— Río haciendo que sus ojos desaparecieran. Uno de sus gestos que mi memoria atesora.

—Eres un tonto— Caminé dejándole atrás.

Lo sentí tomarme de la cintura para alzarme por detrás y darme unas cuantas vueltas.

—¡15 años de ser mejores amigos y olvidas mi cumpleaños más importante!

—¡Eres muy vieja!— Me bajó tomando de mis hombros para verme de frente.

Rodeé los ojos y sonreí —¡Hey! Tu eres más viejo.

Revolvió mi cabello —No lo olvide, tu regalo está dentro de mi mochila— Me soltó y siguió caminando con las manos en los bolsillos.

—Quiero mi regalo— Troté para llegar a su lado y caminar juntos.

—Lo tendrás en la noche, va a encantarte Senshi.

Girl meets evil: The eternal | JJK + MYG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora