Girl meets evil: The eternal | JJK + MYG

Apagar mis sentimientos

Después de lo sucedido en el castillo, después de lo que escuche aquella noche, no volvimos a dirigirnos la palabra.
Yo hacia mi rutina, entrenaba con mi escuadrón, lo veía obviamente todos los días pero ni una sola palabra cruzamos.

—Solo fue como una fantasía, un cuento que ya terminó.

—Mhmmm

Taehyung increíblemente ebrio escuchaba mi historia tirados en un pasillo del cuartel.

—Tal vez así sea mejor...

Su cuerpo se deslizó a la derecha y quedó acostado roncando.

—Que te pasa, a veces pienso que el alcohol que tomas es diferente que el de los demás.

Lo cargué con muchísima dificultad hasta su habitación y lo dejé caer suavemente sobre su cama. Le coloqué la manta y casi se me sale el alma al escuchar la voz de alguien más.

—Annia.

—Jungkook casi me matas de un infarto.

Lo escuche reír, la habitación estaba a oscuras, distinguía su figura pero no sus facciones.

—Que llorona, matas demonios pero esto te da miedo.

—Solo fue uno.

Nos quedamos en silencio, tanto que llegaba a incomodar, Tae soltó un ronquido y ambos reímos.

—¿Como sigues? De tus problemas para dormir y la ansiedad.

—Mucho mejor, a veces aún tengo como flashbacks, pero estoy aprendiendo a controlar.

—No quiero que vayas a Japón.

Soltó aquello en medio de la oscuridad y mi rostro se sintió entumecido.

—¿Porque querrías algo así?

—No quiero... que te pase algo.

Escuche la cama rechinar y como avanzaban sus pasos a mi.
Cuando estuvo cerca pude distinguir sus facciones por la tenue luz de luna que entraba por la ventana. Se sentó a mi lado y giré mi rostro en su dirección.

—Jungkook, entrene para esto, para salir de aquí, para encontrar la salvación de la humanidad, no entrene para quedarme.

—No es eso... no quiero que estés, ahí, con el Capitan— Rasco su nuca.

Eso causó un dolor en mi pecho, no lo estoy y no se si realmente lo estuve.

—Jungkook...

—Lo se, no puedo detenerte, solo quería decirlo en voz alta y dejar de repetirlo en mi cabeza y cada que te veo.

Se acercó lentamente a mi y tomó mis mejillas dando suaves caricias.
Cerré los ojos instintivamente y tomé su muñeca para acercar su mano a mis labios y dejar un beso ahí.

—Quédate a mi lado. Quédate conmigo.

Sus palabras en aquel tono tan masculino que salió de sus labios los que estaban cerca de mi, habían provocado calor en mi ser.  Jungkook me había echo sentir confundida lo suficiente para considerarlo, y vaya que lo considere, pero sabía que lo iba a lastimar increíblemente si cedía.