Besos y engaños

473 65 61
                                    






—Yo también quiero respuestas— Tomé su camisa blanca con una mano creando espacio entre nosotros —¿Porque eres mi lugar seguro? ¿Porque tu mirada me ablanda las piernas? ¿Porque pienso en ti incluso cuando no debería? Tengo miedo de que te vayas sin mi.

Acercó su rostro al mío, sienta su calor emanando de su cuerpo.

—¿Que quieres de mi? ¿Porque yo?

—¿Y qué hay de ti? Me quieres cerca, me quieres en tu cama pero me tratas peor que a los demonios.

—Tu te metiste en mi cama.

—Tu me aceptaste, todas las veces.

Nuestro aliento era uno para este momento.

—Pensé que querías que te follara.

Mi aliento está entrecortado y mi parte más íntima estaba deseosa de él, se veía tan hombre, con ese cabello oscuro revuelto, con sus pálidas mejillas tintadas de rosa por el calor, su pecho varonil subiendo y bajando y sus manos a mis costados resaltando unas cuantas venas. Diciendo palabras tan sucias y prohibidas.
Mi cara debía ser un arte divino también, mojé mis labios y mis ojos se entre cerraban.

—¿Y porque no lo hiciste?

Incluso yo me sorprendí por lo que salió de mi boca.

—Annia, dime, ¿cómo te gusta que te lo hagan?— Esta vez susurro en mi oído dejando una sensación deliciosa.

—Nunca me lo han echo— Me limite a contestar pues no podía hablar mas en esta posición me estaba volviendo loca.

Se separó lentamente de mi, como si le pesará y regreso a su escritorio dejándome ahí petrificada.

—Vuelve a tus deberes.

—Pero...

—Es una orden.

Trague saliva, mi cuerpo hervía y no me moví ni un milímetro hasta que alguien llamó a la puerta.

—Adelante— Contestó el hombre de piedra.

—Capitán— Saludó, era Ray, me escaneo de arriba a abajo y después de una sonrisa descarada siguió —Espero no interrumpir nada.

—Espero no estes insinuando algo acerca de tu superior, cadete idiota. ¿Que quieres? Habla.

Ray me miro de Nuevo y yo salí de ahí sin despedirme. No estoy molesta por estar caliente, estoy confundida por sus palabras y sus actitudes, ¿eso quería? ¿Confundirme?

—¡Hey!

—Jimin.

—¿Estas bien? ¿Pasa algo? Parece que corriste un maratón— Tocó mi rostro —Vamos con Seokjin, tienes calentura.

—Espera, espera, si corrí, no me jales. Estoy bien.

—Bueno descansa Senshi.

—Me dijiste Senshi— Habían pasado meses sin escuchar ese apodo.

—Bueno, pensé que hace mucho que no lo decía. Te acompaño.

Subió las escaleras conmigo y me dejo en la puerta de mi cuarto.

—Gracias rubio.

—¿Y si me quedo? Durmamos hasta la hora del entrenamiento.

Lo considere un segundo. Pero tal vez no sea lo correcto con tantas cosas en mi cabeza.

—Será otro día, de verdad quiero descansar un rato.

Girl meets evil: The eternal | JJK + MYG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora