Jane Eyre

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—¿Les quedó alguna duda?

—¡No capitán!— Contestamos al unísono.

Nos explicó algunas estrategias de combate que ahora me incluían a mi, así como también una próxima fecha de expedición al exterior.

Mi primera vez en el exterior.

Sonreía y me temblaban las piernas, incluso el dolor de hace rato se esfumó por la adrenalina que corría por mis venas. Por fin podré sentir la libertad con mis propias manos.

—¿Estas emocionada?— Preguntó el cariñoso Dongpu a mi lado.

Asentí muchas veces —Será mi primera vez en el exterior.

—Woow aún recuerdo cómo se siente eso— colocó sus manos en su cabeza mientras caminábamos.

—Nos ira genial contigo en el equipo— Se unió Midas a la platica.

—Gracias chicos, les agradezco que sean tan amables conmigo— sonreí genuina.

—Tienen miedo de que les patees el trasero, por eso son amables— encendió un cigarrillo.

—Puede ser— Reí con el comentario de Leo.

—Iremos a beber algo ¿vienes?— pregunto el mayor cuando estábamos dentro del castillo a un costado de las grandes escaleras.

Intercale una mirada con el capitán y negué con la cabeza —Necesito ir a mi habitación y descansar un poco. Estoy adolorida por el entrenamiento de esta tarde.

Todos asintieron y me desearon una buena noche, excepto por Ray que estaba sumido en su libro y por el capitán que solo me miraba fríamente.

Di la vuelta y subí las escaleras lentamente. El capitán es una persona bastante misteriosa, que digo, totalmente misteriosa. Me muestra una mirada fría pero puedo ver que es un hombre firme, inteligente, valiente y con honor, sus delicados rasgos y su duro carácter eran un remolino. No puedo decir que me agrada totalmente pues me ha demostrado también una parte helada de el, y me dice idiota cada 5 minutos, pero... creo en el de cierta forma.

—¡Te tengo!

De pronto me sentí en el aire y mis pies no tocaban el piso.

—¡Jimin! ¡Bájame!— Me removí como gusano.

—¿Que haces?— preguntó el rubio dejándome tocar el suelo con mis pies de nuevo.

—Vengo de la junta con el escuadrón.

—Ya veo— Sonrió escondiendo sus ojos.

—Saldremos al exterior.

Abrió sus ojos y volvió a cargarme en el aire como si no existiera la gravedad —¡Ania! ¡Yo también!

—Si— reí tomando sus hombros.

—Nuestro sueño se está cumpliendo, ¡nuestro sueño Ania!

Me abrazó fuerte sin dejarme tocar el piso aun y abracé su cuello. Jimin es como mi hogar.

Un carraspeo nos hizo saltar y toque el piso enseguida.

—Capitán— soltó Jimin y ambos saludamos.

Su mandíbula estaba tensada, y su postura era la de siempre, manos atrás y piernas semi abiertas.

—¿No iba al bar?— Pregunté.

Siguió con su camino sin siquiera dirigirnos la palabra o la vista. Subió escaleras y nos dejó ahí con un gran signo de interrogación en la frente.

Girl meets evil: The eternal | JJK + MYG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora