Yuno

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—Jimin ya te dije que no te puedes quedar conmigo.

Platicaba con mi amigo afuera de mi habitación a eso de las 12 de la madrugada.

—Por favor, Ania, escuche ruidos raros en la habitación de a lado.

—¿De quien es?

—¡Esta vacía Ania! Vacía— deletreo.

—Jimin, por favor, eres un cadete militar no me digas que le tienes miedo a un simple ruido.

Hizo un puchero. Uno jodidamente tierno.

—Bien.

Sonrió ampliamente y entró a mi habitación.

[...]

Empuje la pierna de Jimin que estaba en mi cara haciéndolo quejarse. Usualmente si dormimos juntos lo hacemos invertidos, sobre todo en camas pequeñas, Park Jimin no sabe que es espacio personal.

—Tenemos que bajar al desayuno, levántate. Los fantasmas no salen de día creo, ve y alístate.

Se levantó como vampiro de un féretro.

—Si capitana Izumi— Hizo aquel saludo con su mano en la frente.

Se levantó y tras golpear mi cabeza salió de mi habitación.

Al llegar al comedor, fresca después del caliente baño, troné mi cuello y me senté donde mis amigos.

—¿Qué ven?— Pregunté metiendo una tostada a mi boca cuando vi que todos miraban en una dirección con murmuros.

—El capitán Min tuvo una buena noche— Soltó Taehyung para la mesa.

Giré mi cabeza hacia donde los ojos de los demás apuntaban mientras escuchaba de fondo como Jungkook regañaba a la imprudencia de Taehyung. El capitán lucia normal, lo único diferente era la muy pronunciada marca de tonalidades moradas y azules en su cuello.
Trague en seco mi tostada y tosí atragantada cuando sus ojos se cruzaron con los míos.

—¿Quien creen que se lo haya echo?— Preguntó Jimin con una pícara sonrisa.

—Hay rumores que dicen que toda chica aquí quiere acostarse con el, pero el tipo es bastante frío y solitario— Contó Taehyung en el mismo tono que Jimin.

—No todas las chicas, ¿Verdad Ania?— Hablo Jungkook.

Sentí el color rojo subir hasta mis mejillas cuando negué con la cabeza.

—Debió ser una chica muy salvaje.

—O tal vez se lastimó de otra manera.

Toda mi mesa rio ante mi comentario. Como si hubiese contado un chiste.
Cuando volvieron a su desayuno, giré a verle de nuevo, ahora parecía que Namjoon le regañaba y Seokjin reía. Y sus ojos, clavados en mi.

—Ania, hoy tenemos práctica con los caballos ¿No estás emocionada?— Preguntó Clarisa, una chica que comenzó a pegársenos.

En total se nos pegaron otras 4 personas, Clarisa, una chica rubia y alta, muy lista, Fernese, un chico de cabellos castaños, delgado y un total Casanova, JiHoo, un recluta bastante callado y reservado, pero parecía que le agradábamos y por último Hang, este tipo era un cazador nato, su pueblo es bastante cercano a Xian, nos hicimos amigos por este punto, y aunque sea un chico bajito, tiene algo por Clarisa bastante obvio.

Girl meets evil: The eternal | JJK + MYG Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora