Pausa.

20 2 0
                                    

Haría una intro larga y daría muchas vueltas pero nope, sencillo. Voy a pausar la historia. Necesito acabarla y registrarla, para sentirme segura con la historia y tomar mi ritmo de escritura, sobre todo porque ahora contigo siento... Furia xd coraje, decepción... Siento que invertí el último año y medio de mi vida en una inversión fraudulenta.

Confiaba en ti. Ese fue mi error. Confié demasiado, en tu palabra, aún cuando no habían acciones para respaldarlo... Confiaba. En estos días de pensar y de estar a mi ritmo aprendí muchas cosas de mí y una de ellas es que te guardo rencor. Y es chistoso, jamás le había guardado rencor a alguien pero contigo lo tengo, quizá porque confiaba tanto en ti, te tengo rencor por abandonarme tantas veces, por botarme por ahí, por dejarme encargada con alguno de tus amigos como si fuera un balón, por hacerte el tonto cuando preguntaba, por darle vueltas, pero sobre todo... Porque jamás cumpliste la promesa de que, en universidad, sería nuestra oportunidad, estabas tan decidido, me miraste a los ojos y me sujetaste bajo el árbol de prepa mientras prometías que al fin estaríamos los dos contra el mundo.

Y te vi llegar de la mano de alguien más. E incluso desde hacía dos meses antes, sin más, simplemente me dejaste de hablar y te fuiste (ya era como la cuarta vez que lo hacías pero esa en particular me dolió) creí que te iba a perdonar por eso pues porque te amaba... Pero no. Otra cosa que no te pude perdonar fue aquella vez en donde pensé (de nuevo) que estaríamos juntos pero no, "sólo en tiempos libres" jamás lo superé del todo, eso me quedó de miedo e inseguridad para querer hacer planes contigo y luego te diste cuenta del error y le "corregiste" siempre Elena tras tuya como un perrito. Después de las cosas "fuertes" (pongo comillas porque para mí lo son) fue aquí, en pandemia.

Te había notado raro conmigo, pero te tenía miedo, así que no dije nada (además de que siempre tienes una excusa o forma de hacerme ver o sentir que es tonto mi sentir o inseguridad) porque pensaba y así me habías hecho sentir, que tenía que ajustarme a tus tiempos, cuando tú quisieras. Pero la verdad fue que el 31 de diciembre ya casi primero, cuando te mandé el mega mensaje (humillándome yo solita aunque te había notado raro de todos modos lo escribí y lo mandé), el dibujo... Entré en Facebook, error mío. Como si alguien me quisiera poner triste o no sé, todas las etiquetas en tu perfil me aparecieron en orden... Jamás sabré explicar lo que sentí: ira, coraje, frustración, decepción, tristeza. Ya estaba pasándola mal, me hacía falta alguien en casa y tenía mucho pendiente, pero me hacías feliz aun así pues porque tienes ese don conmigo de sacarme una sonrisa aunque esté medio devastada. 

Me sentí estúpida. Invertirle tres días a un dibujo con miedo, escribiendo mensajes, viendo qué mandarte... Mientras estabas ocupado con otras cosas, mejor dicho, otra persona. Entonces entiendes por qué el "te quiero más" se esfuma, la idea de llamada la evitas, dejas de responder por horas y sólo mandas stikers a lo idiota. Lloré. Como hacía mucho no lloraba, del tipo de llanto que te sacude temblando en tu cama, que te taladra el pecho y tus demonios se burlan de ti porque de nuevo caíste. Creí con el paso de los días que lo iba a superar... Pero no. Y creo que fue lo que derramó el vaso. Los mensajes más agresivos o groseros de tu parte cuando estabas molestos, lo mucho que odio que me ignores... Todo volviendo y entendí por qué.

Entendí que Elena es o era para ti, la muñequita de trapo que aunque "no te quiero lastimar" prefieres hacerle daño, Elena era la muñequita de trapo que aunque la veían a punto de tronar, le seguías metiendo cosas. Esa muñeca que está ahí cuando te aburres de las demás, cuando se acaban los experimentos de control, cuando te quedas solo, cuando necesitas sentir que tienes un seguro, cuando quieres enojarte y que alguien te soporte cualquier cosa; antes me sentía como segunda opción... Ahora ni siquiera como la séptima. Y para empezar, no debería ser una opción. 

Era la muñeca que si no quedaba remedio, jugabas con ella, mientras las demás volvían.

Me sentí tan estúpida, tan tonta, que tenía ganas de marcarte para gritarte y maldecirte, (a veces cuando me siento muy molesta, quiero hacerlo pero para lo que te importa... mejor no) algo, pero no lo hice. Pensé que si ya había soportado insultos (no groserías pero insultos), que te fueras, que me dejaras en las estaciones del mexibus o en la escuela, que me dejaras de hablar, que me dijeras que ya te dejara en paz, que me pasaste de lado con cuanta chica pudiste, que aunque sabías que estaba libre para ir contigo y tú conmigo jamás fuiste, que besaras a otra persona y que no cumplieras tu promesa... Podría soportarlo y dejarlo pasar. Pero con el paso de los días mi incomodidad y coraje me agarraron cada vez más fuerte. Todo ese resentimiento que me hizo ver que ya te había soportado lo suficiente.

Conectando Estrellas *Notas de autora*Where stories live. Discover now