GAME OF SURVIVAL (ATEEZ ; TWICE)

-407 DÍAS

SANA POV

Los rayos del sol empezaron a entrar por la ventana del cuarto de los padres de NaYeon y MinGi. Me costo mucho despegar los ojos, estaba extremadamente cansada y la pierna me dolía horrores. Además, estaba muy caliente en la cama, contando la espalda de SeongHwa contra la mía, las sabanas tapándome hasta los hombros y dándome ese calor y seguridad que llevaba buscando desde hacia tanto tiempo.

Llevaba más de una semana y media sin tocar una mullida cama, con las sábanas blancas cubriéndome el cuerpo y los muelles moviéndose cada vez que me movía un poco más de lo normal.

Al final acabé levantándome de la cama e incorporándome, poniendo mis pies en el frio suelo y yendo hacia la ventana. Miré por ahí, el cielo estaba tranquilo y puede ver como mi hermano estaba en la casita del árbol durmiendo con NaYeon.

-SeongHwa – lo llamé acercándome y poniéndole una mano en el costado, mirando como restregaba su mejilla en la almohada con las manos debajo de esta – voy a por el desayuno, ¿te traigo algo?

-No – dijo negando con la cabeza – quiero dormir.

-Vale – le dije pasando mi mano por su pelo y quitándole un par de mechones de la cara.

Después bajé a la cocina y rebusqué en los cajones y la nevera. Encontré lo suficiente para hacer un sándwich, me puse a hacerlo mientras pensaba. Pensé en SeongHwa, en lo raro que había estado después por la noche. Sabía que le pasaba algo, pero no me lo contaría, tendría que sacárselo a la fuerza.

Rellené un vaso de zumo y lo subí junto al plato en mi mano. Entre en la habitación donde estábamos solo nosotros dos, porque SeongHwa había dado una mirada seria a todo el mundo cuando propusieron que compartiéramos habitaciones. Dejé las cosas en la cama de matrimonio y me senté en ella poniéndome una de las sudaderas que nos había dado NaYeon.

-SeongHwa – le llamé cuando abrió los ojos, y sin mediar palabra le metí el trozo de sándwich en la boca – come.

-Si, mi general – me dijo incorporándose con la boca llena y comiendo.

Se sentó a mi lado, con la espalda en el cabezal y en silencio, sin decir absolutamente nada. Y eso ya era raro, porque si, él era callado, pero conmigo no, nunca lo fue.

-¿Me vas a contar que te pasa? – le dije mirándolo y él me miró encogiéndose de hombros y quitándome el vaso de la mano – SeongHwa, va - le dije poniéndome seria y él me miró con las cejas alzadas sin intención de decir nada - ¿me vas a hacer sacar el machete, tío? – sonreí.

Él rió con ironía echando la cabeza hacia detrás y después suspiró.

-Pues vas a tener que sacarlo – me dijo encogiéndose de hombros.

Yo suspiré y rodé los ojos y me lo quedé mirando. No pensaba moverme del sitio hasta que me contara qué coño le paso ayer. Él al final suspiró y se decidió a hablar.

-Me dijiste una cosa que me recordó a ella – me dijo con la mirada impasible, totalmente neutral, pero no me engañaba, esa forma de mirar solo era una fachada más – y ya esta, solo eso.

-Lo siento – le dije mirando como agachaba la cabeza – de verdad – dije acercándome a él y rodeando con mis brazos su cuello, dejando mi cabeza en sus hombros mientras lo abrazaba.

-¿Te me vas a poner sentimental ahora, Sana? – bromeó – porque paso.

-Encima que me esfuerzo en darte un puñetero abrazo – me quejé separándome de él.

-Hombre, pero no te me piques – rió agarrándome del brazo para que no me levantase de la cama.

-No, no, ahora te jodes – reí cuando me tiró a la cama y cogió el sándwich.