-392 DÍAS

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SEONGHWA POV

Había madrugado antes que todo el mundo para poder hacer lo que tenía que hacer sin que nadie me molestase.

En los últimos días había estado sintiendo como me observaban y como parecía que había gente ajena al grupo que tenía los ojos puestos en mí a cada paso que daba y supe desde el primer momento que eran Seventeen, así que algunas veces les seguí el rastro, sin que ellos se diesen cuenta, porque si iban a estar molestándome todo el tiempo hasta que muriese o llegase al búnker iban a ser un estorbo, no lograba descansar del todo y tenía que acabar con ellos.

Así que, de buena mañana, justo en uno de esos momentos en los que sentí que me observaban, los guie hacía una casa apartada de todo, buscando que ellos me siguieran y cayeran en mi trampa pensando que lo iban a conseguir de una vez. Fueron tres de ello. Y no era por echarme flores, pero fue realmente fácil pelear con ellos y conseguir dejarlos inconsciente.

La cárcel me lo enseño. No es que ser el asesino en serie diera muy buen currículum. Y los presos con delitos menores, como robos a mano armada o cosas, que en el fondo eran buenas personas se volvieron en mi contra. Tuve que defenderme como pude.

Luego de dejarlos atados de manos y pies a una silla en el sótano de la casa abandonada volví al sitio donde acampábamos. Entre en la tienda que compartía con Momo y la encontré durmiendo.

Estaba echada de manera basta encima de la esterilla, acurrucada a ella misma, con sus piernas contra su pecho y las manos agarrando con fuerza las sabanas gordas que la cubrían. Su pelo negro estaba enmarañado y sus ojos cerrados de manera tranquila.

Me senté a su lado y llevé una mano a su mejilla. Pasando mis nudillos rotos de tantas peleas por su piel suave y blanca. Ella se revolvió un poco, buscando mi calor y las caricias que mi mano me dejaban. La verdad es que era guapa, mucho.

-Hola – le dije cuando abrió los ojos y una sonrisa se formo en sus labios rosados y finos – tengo una sorpresa.

-¿Una sorpresa? ¿Para mí? – pregunto poniéndose boca arriba y acogiendo mi mano para tocar las cicatrices que había en ella mientras me miraba fijamente a los ojos.

-¿Para quién sino? ¿Para el MinGi? – dije dejando ir una sonrisa – va, vístete, no quiero que nadie nos pillé.

Ella se levantó de la esterilla, miró a su alrededor buscando algo de ropa y esperé a que se la pusiese, un pantalón de chándal gris y una sudadera blanca, con la capucha puesta sobre su pelo largo y negro.

-Pero ¿dónde vamos? – me preguntó ella cuando salimos de la tienda de campaña.

-Si te lo digo, pierde la gracia – dije agarrándola de la mano para tirar de ella y guiarla entre los árboles del bosque donde estábamos acampados.

Ella solo sonrió y me siguió, parecía incluso emocionada por la idea de que tuviese algo preparado para ella, y lo entendía, había incluso madrugado para dársela.

-¿Es tu casa? – me preguntó cuando vio que abrí la puerta de esa casa con la llave.

-No – dije yo mirando disimuladamente a lo lejos – es de un amigo – sonreí.

Mintiendo, claro, porque no le iba a decir que hacía una hora había dejado por ahí tirado al dueño de la casa después de robarle las llaves, tal vez fuese algo violento para ella.

-¿Me has preparado el desayuno o algo así? – preguntó por curiosidad y sin soltarme la mano.

-Sí, sí, algo así – dije yo riendo un poco y abriendo la puerta del sótano.

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⏰ Last updated: Jul 24, 2021 ⏰

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GAME OF SURVIVAL (ATEEZ ; TWICE)Where stories live. Discover now