GAME OF SURVIVAL (ATEEZ ; TWICE)

-401 DÍAS

p.o.v.NaYeon

Salí de aquel coche en el que había pasado la noche y había dormido con mi hermano MinGi. Habíamos llegado ayer por la noche a aquel parquin de coches subterráneo, pensamos que sería un buen sitio para descansar y no estar toda la noche en continua alerta. Y eso lo notaba mi cuerpo, me notaba más descansada de lo habitual. Porque la verdad es que desde que había comenzado todo esto poco había dormido por no decir casi nada.

Estiré mi cuerpo levantando mis manos y mirando a mi alrededor, pocas personas estaban en pie como yo. Solo unas cuantas que comían algo en el suelo y apartadas de los coches para no molestar.

Me puse la capucha de la sudadera blanca que WooYoung me había dado y caminé con las manos metidas dentro. Me apetecía salir a que me diera un poco el aire, pero sola no pensaba ir.

Así que me acerqué al grupo que comía en el suelo para que alguno me acompañara.

-¿A alguno le apetece salir fuera un rato? – pregunté.

-YunHo está arriba – me dijo San masticando la barrita de chocolate – que se iba a plantar cosas a dicho.

-¿A plantar? – pregunté riendo.

-Lo que escuchas tía – me dijo San negando con la cabeza – hasta la polla de las barritas, de verdad – dijo tirando con mala gana el envoltorio de esta al suelo.

Subí las escaleras del parquin hasta llegar al exterior. Los rayos del sol me dieron de lleno en la cara y el viento, un tanto frío, me heló la piel erizándomela. Visualicé a YunHo agachado delante de los cimientos de tierra donde se elevaban los árboles de la ciudad.

Me acerqué a su lado, agachándome junto a él y mirando sus manos remover la tierra húmeda. Tenía la capucha de la sudadera azul marina puesta encima de la cabeza, el pelo que se le asomaba estaba un tanto revuelto y sus mejillas algo sonrojadas por el frio.

-Ostia – dijo cayéndose de culo al encontrarse con mi cara – que susto joder, se me ha parado el puto corazón – dijo llevándose la mano al pecho y tocándoselo, yo reí por su reacción exagerada.

-¿Qué estás plantando en un árbol? – pregunté.

-Pues mira – dijo poniéndose serio y abriendo su mano para que viera lo que llevaba allí – el otro día comí sandía – empezó a explicar – muy buena, por cierto, ¿tu comiste? – preguntó y yo negué – vaya desgracia. Bueno, que comí sandía, y me guardé las pepitas. Y esta mañana le estaba contando al SeongHwa que había soñado y ha dicho que le estaba poniendo muy violento porque irrumpía su tranquilidad – explicó y yo reí – y me ha mandado a plantar por mi bien, porque si no esta noche comíais YunHo a la parrilla – dijo suspirando – y por eso planto sandías.

Yo me lo quedé mirando, asimilando toda la información que me había dado en cinco segundos. Luego me empezó a explicar como iba a plantarlas. Y la verdad que, aunque fuera la cosa más simple del mundo, y no necesitara mucha información, me lo quedé mirando embobada. YunHo contaba las cosas dando mil vueltas, entrelazando historias y contándote toda su vida, y la verdad es que me parecía lo más interesante del mundo. Me podía pasar horas escuchándolo.

-Pero las patatas se me pudrieron – dijo acabando de poner tierra.

-El drama de tu vida – dije yo ayudándolo a tapar lo que había sembrado.

-Oye, que yo tengo un trauma con esas patatas y con las lentejas del cole, que no me creían nunca las capullas – dijo él haciendo un puchero adorable con sus labios.

-Sí, sí, no te deja dormir por las noches – le dije cogiendo una botella de agua de las que habíamos utilizado para regar, después le cogí las manos para limpiárselas.