-398 DÍAS

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YUNHO POV

Levanté la cabeza lentamente en mi sueño, sabia que era un sueño por la mareado que me sentía en el sueño, además una parte de mi cuerpo la sentía encima de los asientos del coche en el que me había metido para dormir junto a NaYeon. Recordaba que se había quedado dormida a mi lado, cogiéndome la mano. Alcé la mano, intentando sentir sus dedos en mi gran mano, sus finos, largos y suaves dedos, pero noté la nada, vació y frio.

En mi sueño alcé la mano, enfoqué mi vista y vi que me encontraba atado de pies y manos a una silla de madera incomoda, tenía frio, muchísimo, mi pecho subía y bajaba y estaba incomodo, no por el sitio sino por la situación.

Enfrente de mi había un cristal, no podía ver nada tras él, solamente mi reflejo. La sala era blanca, a un lado de ella había una mesa con todo tipo de cosas, pero estaban tapadas bajo a una sábana quirúrgica verdosa. Las baldosas eran blancas también y a mi parecer eran frías, era la sensación que me transmitían.

Unas voces sonaron a través de las paredes, pero no podía ver sus rostros, solo mi reflejo. Eso me podía nervioso. En mi sueño sentía como me estaban mirando, susurrando cosas sin sentido para mí, palabras inconexas que no llegaba a alcanzar escuchar.

-Eh – grité en el sueño – sacarme de aquí.

Una puerta, la que estaba en el lado derecho de la sala se abrió, esta era de madera y hizo un chirrido espeluznante se tapo el ensordecedor silencio. Un hombre de alto con hombros anchos entró mirando unos informes en sus manos. Sus gafas redondas se resbalaban por el puente de su nariz y sus características eran occidentales.

-Suéltame – le demandé, pero el hombre no dijo nada, siguió mirando los informes.

-Pasar – dijo moviendo su mano y mirando hacia la puerta.

Por ella entraron dos hombres, todo ellos vestían de negro, sin dejar ni un trozo de sus pieles al descubierto, ocultándose de todo. Me sentí temblar, y por más que intentara despertarme del sueño mis parpados no se abrían, los sentía pesados y el revoloteo de mis pestañas me hacia cosquillas en la cara.

Quería gritar el nombre de NaYeon, decirle que me hiciera despertar de aquella pesadilla antes de que las cosas empezaran a ponerse feas, pero mi gritó quedo ahogado en mi garganta y me raspo las cuerdas vocales.

-Comiencen por favor – dijo el hombre, su voz era grabé y me hacia sentir mucho miedo.

-¿Qué hacéis? – pregunte confundido cuando fueron hacia la mesa y levantaron las sabana verde.

En ella había todo tipo de artilugios. Cuchillos, tijeras, cuerdas, machetes, bisturís, tenazas, sopletes... Noté mi respiración detenerse por cinco segundos, mi corazón latió con violencia en mi caja torácica.

-Parar – grité quebrantándome la voz.

-Quédate quieto chico – dijo el hombre de las gafas mirándome fijamente.

Uno de los tres hombres se acercó a mi con una jeringuilla en la mano, me pinchó en los brazos y se separó de mí. No sentí dolor ninguno, es más, sentí una paz y tranquilidad fuera de lo normal. Fue extraña la sensación como si la calma se hubiera apoderado de mi cuerpo entero, relajando mis músculos y acallando mis pensamientos. Era como si mi cabeza se hubiera ido de mi cuerpo.

-Ya está empezando – dijo uno de los tres hombres mirándome el cuerpo.

Yo bajé la mirada y observé con horror mis manos. No eran humanas, estas eran enormes, más grandes de lo habitual, su color era grisáceo y de mis uñas salían largas garras negras. Era exactamente igual que la mano que nos habíamos encontrado ya hacia muchas semanas NaYeon y yo.

GAME OF SURVIVAL (ATEEZ ; TWICE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora