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—Debemos idear un plan para que le pidas a Seungmin ser tu novio. — dice Jisung acostado en la alfombra mirando al techo.

Hyunjin había reunido a sus amigos para que le dieran consejos de cómo sería la mejor manera de avanzar en una relación con Seungmin.

—¿Eso no es muy apresurado? —pregunta Felix.

—No será tan pronto, deben conocerse mejor. — contesta Jisung.

—Oigan, creí que jugaríamos básquetbol. — refunfuña el más pequeño de todos.

—Ahora no, Jeongin. — le reprende Jisung y el otro solo suelta un gemido de molestia.

—Son unos idiotas, no me están ayudando en nada. — gruñe Hwang lanzando unas almohadas sobre ellos.— Jisung...

—¿Qué?

—¿Cómo te gustaría que alguien te pidiera ser su novio? Eres el único gay que conozco aparte de mi.

—¿Si sabes que Seungmin y yo somos completamente diferentes, verdad?

—Lo se. — dice rodando los ojos. — De todos modos dime, luego buscaré otras perspectivas.

—Bueno... no lo sé.

—¡Ay! No puede ser. — gruñe Hyunjin de nuevo.

Decidió salir de su habitación y preguntarle a su hermana, a su madre y a las chicas de la servidumbre. Aunque eran mujeres eso no cambiaba nada, podría sacar algunas ideas de ahí.

—¡Hyunjin! ¿A dónde vas? — pregunta Jeongin.

—A buscar otras opiniones.

—¿Nos dejas jugar en tu patio? — vuelve a preguntar.

—Si, los alcanzó en un rato.

Seungmin estaba en su habitación haciendo su tarea cuando su madre entró.

—Nunca vas a aprender a tocar, ¿cierto?

—No, soy tu madre.

—Eso no es excusa.

—Bien, lo haré la próxima vez. — dice dándole un leve golpe en la espalda a su hijo. — Traigo una noticia.

—¿Cuál?

—Jennie vendrá a casa por tu cumpleaños y se quedara aquí durante una semana. — responde Nayeon.

—¡¿En serio?! — Seungmin se levanta de golpe con una sonrisa enorme en los labios.

—Si, espero que no se ponga celosa por Tzuyu.

—No, yo me encargaré de que se conviertan en amigas.

—Bien. Entonces me voy, prepararé la habitación de visitas para ella. — Seungmin asintió aún con la emoción a tope.

Cuando tenia siente años, él y sus padres habían vivido en casa de sus tíos y su prima Kim Jennie. Solían llevarse muy bien a pesar de la diferencia de edad. Un día llegó a la casa una carta sobre una admisión a una preparatoria extranjera, Jennie se mudó a Canadá dos meses después.

Pero ahora, por fin después de mucho tiempo iba a volver a ver a su prima favorita.

El plan de Hyunjin había fracasado. Sus amigos y las mujeres en su casa lo ignoraron por completo y no le dieron ningun tipo de consejos.

Aunque aún faltaba una empleada, era una chica con la que se llevaba mucho mejor que con las demás. De hecho era la única con la que hablaba.

—¡Dahyun! ¡Dahyun! — grito mientras corría por el pasillo que conectaba las habitaciones de la servidumbre que vivía ahí.

—¡Niño! No esté gritando. — lo regaño la señora Park, la cocinera.

—Lo siento, ¿sabe donde está Dahyun?

—Esta en el patio con ma señora Hwang.

—Gracias.

Hyunjin salió como un relámpago hacia el patio. Cuando llegó vio a su madre y a Dahyun regando las flores que ahí yacían.

—¡Dahyun! — hablo tratando hacia el par de mujeres. —Necesito un consejo.

—¿Y por qué de ella y no mío? — reclama su madre.

—Te lo pedí y me dijiste que para que quería saber como conseguir novia. — bufo.

Seulgi estuvo a punto de responder cuando llegó otra empleada a avisar que tenía una llamada.

—Hablamos después. — soltó antes de entrar a la enorme casa.

El rostro serio y frío de Dahyun fue sustituido por una brillante y alegre sonrisa.

—¿Qué necesitas, Jinnie? — aparte de su hermana, Dahyun era la única persona a quien permitía que lo llamara así.

—Un consejo sobre... ¿amor? — contesto dudoso.

La chica entrelazo sus brazos y caminaron juntos por el patio.

—¿Y que clase de consejo quieres?

—Uhmm... ¿cuál crees que es la mejor manera de pedirle a alguien que sea tu novio. Creo que eres la única a quien le puedo preguntar las cosas así, eres la única mujer que conozco que es capaz de pedirle a un hombre que sea tu novio en vez de esperar.

—Bueno... no creo que haya una manera perfectamente correcta. Creo que no importa las cosas materiales que rodeen el momento, lo que importa es el momento en si. Mientras sea el adecuado estará bien. — responde. — ¿Te gustan los hombres, Hyunjin?

—Si. — respondió en un pesado suspiro.

—Bueno eso es lo que pienso yo. — declaró. No le importaba la orientación del niño, pero había preguntado porque había dicho la palabra "novio" en vez de "novia".

—¿Entonces tengo que buscar cual es el momento indicado? — la joven mujer asintió. — ¿Y cómo se cuando es?

—Lo vas a sentir.

—¡Dahyun! — la voz chillona de Yeji sonó detrás de ellos asustandolos.

—¿Qué pasa? — pregunta sonriente. Esa era la razón por la que los gemelos siempre recurría a Dahyun por cualquier cosa, ere amable con ellos y los cuidaba como una hermana mayor.

—Prometiste enseñarme a hacer cupcakes.

—Cierto, vamos. — dijo siguiendo a la niña. — Toma en cuenta lo que dije Jin.

Ambas chicas entraron a la casa y el se quedó viendo el atardecer. Necesitaba su cámara. Entro corriendo a la casa, subió las escaleras y buscó en su cuarto pero no la encontró.

—¡Hyunjin! — el grito de su padre hizo que tirara unas cuantas cosas de una repisa.

—Mande.

—¿Qué haces? — pregunto mirando fijamente a su hijo.

—Busco mi cámara.

—No la vas a encontrar.

—¿Tu la tienes? ¡Regresala!

—No hasta que mejores tus calificaciones en la escuela y me digas que significa eso de preguntarle a la servidumbre sobre tener un noviazgo. — hablo molesto. —Lo que menos necesitas ahora es una distracción.

—¿Distracción?

—Las mujeres a tu edad son distracciones, y más aún cuando los chicos se la pasan haciendo rebeldías. Si me entero de que estás con alguien lo vas a lamentar.

El hombre despareció y Hyunjin solo cerró la puerta de un golpe.

Como odiaba a su padre. Si así lo ponía el simple hecho de que Hyunjin gustara de alguien no quería saber que pasaría cuando se enterará de que ese alguien era un hombre, y para colmo el hijo de los Kim. Ahora que lo pensaba, si su padre se enteraba el arreglo entre ambas empresas se arruinaría.

"Mierda" Hyunjin golpeó su frente con la palma de su mano.

Eso iba a ser más difícil de lo que pensó.

Ataraxia › HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora