Ataraxia › Hyunmin

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Seungmin se encontraba en su habitación intentando arreglar el cabello debajo de su boina.
El atuendo que llevaba puesto lo habían escogido Jennie y Tzuyu por él con la excusa de que ellas tenían mejor gusto y que seguramente Hyunjin terminaría babeando después de verlo así. En realidad no era una vestimenta para quedar tan deslumbrado, se veía igual que siempre: tierno pero a la misma vez elegante; lo único diferente era el color que vestía, un azul cielo bastante lindo, por lo regular prefería usar colores neutros pero su amiga y prima habían elegido esto y se tenía que aguantar.

Salió de su habitación y bajo las escaleras para esperara a que sus padres también estuvieran listos y por fin poder irse a la "cosa" que harían los Hwang.

Cuando llegó a la sala vio a su prima vestida de esa manera tan única e increíble de ella. Siempre estaba a la moda.
Junto a ella estaba Tzuyu hablando animadamente.

—Ya llego el príncipe de la casa. — exclamó Jennie al notar su presencia ahí.

—Ya no soy un niño, no me digas así. — se queja el menor, aunque en realidad no estaba molesto. —¿De que hablan? — pregunta de repente.

—De la universidad. Tzuyu me explica sobre lo que ella estudia y viceversa. — Seungmin hace una pequeña "o" con la boca ante la explicación de su prima.

—Me gustaría meterme pero no entendería nada. — dice encogiéndose de hombros provocando leves risitas por parte de las mayores.

Segundos después sus padres aparecieron listos para marcharse.

Antes de salir de la casa y subir al auto Seungmin pudo ver como Tzuyu le susurraba algo al oído de Jennie y esta sonreía divertida. ¿Qué tramaban esas dos?

Seungmin sacudió la cabeza para despejar su mente y entró al auto de su padre. Ahora un pequeño nerviosismo crecía por todo su cuerpo al pensar que iría a casa de los Hwang y por sobre todo vería a Hyunjin.

☆

Después de casi tres días de caos en su casa, por fin hoy se encontraba en paz... o eso era antes de que los invitados comenzaran a llegar.

Hyunjin estaba un poco irritado por las constantes preguntas de cómo haría para manejar la empresa cuando alcanzara la edad suficiente y también por que su hermana se acercaba a el cada cinco segundos para saber si se veía linda o no. Lo único bueno de ese día sería la presencia de Seungmin.

De solo pensar en él su cara de pocos amigos cambiaba por una sonrisa que reflejaba tranquilidad. Y es que ese era el sentimiento que tenía al pensar y estar cerca del castaño: tranquilidad. No sabía porque pero amaba esa sensación. Siempre se sentía irritado y molesto por los comportamientos de sus padres y por lo habladora que podía llegar a ser Yeji, pero cuando estaba con Seungmin todos los sentimientos negativos desaparecían, incluso sus preocupaciones y miedos constantes sobre lo que podría pasar en el futuro ¿Cómo podría definir ese sentimiento?

De todos modos su burbuja de felicidad de vio explotada por los estruendosos gritos de su madre anunciando que habían llegado sus amigos y compañeros.

—Que bien te ves hoy Hwang ¿a que chica quieres conquistar hoy? — bromea Minho provocando risas a sus amigos y a los de Hyunjin, estos últimos no riendo por la broma si no por el hecho de que Minho aun no sabía que Hyunjin era gay, por más que le hayan dado señales de ello.

—No me toques, Lee. — bufo al sentir el brazo de Minho rondando sus hombros.

—Hay, que odioso.

Ninguno de los dos siguió con la pelea pues su ojos se desviaron a la familia recién llegada y por sobre todo al menor ellos.

—¡Seungmin! — exclaman ambos con alegría.

Tanto Jisung como Yeji (que iba pasando por ahí) sintieron un leve punzada de celos al ver como Hyunjin y Minho se acercaban rápidamente al recién llegado.

—¿Quién de ustedes es Hyunjin? — pregunta Jennie y ante eso Seungmin se dispone a presentar a su grupo de amigos, incluidos Minho, Bang Chan, Changbin y Yeji.

Jennie jalo a Seungmin del brazo y dijo: —Ese Hyunjin es muy lindo, no lo dejes ir.

Después le guiño el ojo y se alejó del grupo de amigos. Pero ahora quien le jalaba el otro brazo era Hyunjin.

—¿Así que ya le hablaste a tu prima sobre mi? — pregunta juguetón y Seungmin rueda los ojos divertido.

Felix se acerca a ellos y hace una pregunta que confunde un poco a Seungmin pero que hace que Hyunjin suelte un carcajada.

—¿Cuántos años tiene tu prima, Min? — Felix estaba un poco rojo.

—Oh... tiene 19, ¿por qué?

—N-no, nada. — el pecoso regresó a su lugar junto a Jisung.

—¿Por qué pregunta eso? — dice Seungmin.

—Probablemente se le hizo linda. — responde.

Seungmin casi se ahoga con el vaso de soda que había tomado hace unos minutos atrás mientras presentaba a todo el mundo.

—¡¿C-cómo dices?! ¿A Felix le gustan las mujeres?

—Si. — dice Hyunjin con obviedad. —¿Qué? ¿A caso te dejas guiar por los estereotipos de cómo deberían ser un gay y un heterosexual?

—¡No, no! Es solo que... Creí que le gustaba Chan hyung. — confiesa recordando cómo es que ambos australianos se miraban.

—Si... es complicado. Felix siempre ha sido muy tímido, principalmente con las mujeres y cuando un hombre le agrada mucho se vuelve demasiado apegado a él; por eso siempre está con Jisung. — Seungmin asiente y deja que Hyunjin siga hablando. — Muchos chicos suelen pensar que es gay o por mucho bisexual, pero no es así. ¿Y sabes? Uno de esos chicos fue Changbin, es por eso que siempre que ve a Chan y a Felix juntos se molesta. Creo que quiere evitar que Chan pase por lo mismo que él.

—¿Por qué no simplemente les pone un alto desde el principio? — pregunta Seungmin de nuevo.

—No es tan fácil para él, aparte de ser tímido es muy sensible. Luego de lo que pasó entré él y Changbin, nuestros grupos se separaron y es por eso que actualmente no nos llevamos muy bien.

—¿Y cómo es que Chan no se dio cuenta?

—Bueno, Changbin no estaba fuera del clóset, y digamos que utilizó a Felix para descubrir si realmente le gustaban los hombres, otra razón por la que nos separamos, así que nadie más que nosotros lo sabe, ni si quiera Minho. Por eso él y Chan siguen actuando como si no hubiera pasado nada.

Ahora Seungmin entendía los comentarios de la otra vez en la cafetería y porque habían constante roces entre ambos bandos. Todo fue por culpa de un amor unilateral y mal informado.