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Seungmin se estaba concentrado demasiado en la clase de literatura, pues era de sus favoritas. A muchos les parecía aburrida pero a el no, y menos con su pasión y gusto enorme hacia la lectura.

Su compañero, por otro lado, estaba dormido sobre el libro de la materia y con un leve hilo de saliva saliendo de sus esponjosos labios. Incluso así, Seungmin pensó que Hyunjin se veía demasiado lindo.

—Hyunjin... —, susurró para prevenir que la profesora Yoo, no se diera cuenta de lo que sucedía. —Hyunjin despierta. —,exclamó en un susurro.

—¿Uh...? —, el mayor abrió un poco los ojos observando el bonito y angelical rostro de Seungmin demasiado cerca del suyo.

—¿Te sientes bien? —, pregunta el castaño mientras pone las palmas de sus manos sobre el rostro de Hyunjin para comprobar su temperatura.

Hyunjin ni siquiera puede responder estando demasiado absorto en la belleza de su compañero. ¡Era realmente hermoso! Parecía ángel, un bellísimo ángel. Paseo su mirada sobre todo el rostro del contrario; algunos cabellos caigan delicadamente sobre la frente de porcelana y lo hacían lucir demasiado bien, sus ojos color café tan cálidos y bellos, su nariz un poco puntiaguda y por su puesto sus labios ¿Hyunjin podría probarlos?

—¡Señor Kim, señor Hwang! ¿Qué sucede ahí atrás? —, pregunta la profesora al darse cuenta de que sus alumnos no están prestando atención a su clase.

—L-lo lamento —, contesta Kim. —, lo que pasa es que creo que Hyunjin tiene fiebre o algo así, su cara esta muy roja y también un poco caliente.

La profesora se acerca a su alumno para comprobar que efectivamente se encuentra en ese estado.

—Yeji, lleva a tu hermano a la enfermería. — ordenó y la joven hizo caso.

Unos minutos después los hermanos Hwang habían desaparecido de la clase.

Seungmin se quedó pensando en que tendría Hyunjin, realmente le preocupaba que se sintiera mal o se llegara a enfermar pero no sabía bien el porque.

Los Hwang llegaron a la enfermería y se dieron cuenta de que no había nadie. Yeji ayudó a su hermano a recostarse en la camilla.

—¡Genial! La enfermera no está. — bufo Yeji con molestia. — Me quedaré contigo hasta que alguien llegue.

Hyunjin asintió medio somnoliento aún.

—Me duele la cabeza. — dice quejándose y su hermana solo le da un leve masaje en la zona.

—En la mañana estabas bien ¿qué te pasó? —, pregunta la menor.

—No se, solo me comenzó a doler la cabeza, me quedé dormido y cuando desperté sentía mucho calor; y también vi un ángel. — dice sonriente al recordar a Seungmin.

Un silencio se forma durante unos segundos.

—Jinnie... — habla nerviosa su hermana.

—Hmhm.

—¿Eres gay? — Hyunjin abre los ojos de golpe y justo cuando esta a punto de contestar la enfermera entra acercándose a ellos.

—¿Quién de los dos se siente mal? — pregunta la mujer.

—Él. — responde Yeji levantándose de su lugar.

—Muy bien, ya puedes irte tú. — la menor asiente y se aleja de ahí aún pensando en si fue correcto preguntarle a su hermano eso.

Ella nunca lo rechazaría en caso de que realmente sea gay, lo apoyaría hasta la muerte, pero como casi siempre pasa, los padres no piensan igual.

Ataraxia › HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora