22 ; final

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Hyunjin siempre se había sentido vacío, o eso fue hasta que conoció a su bello angel: Kim Seungmin.

Siempre vivió con la idea de que por más que se negara a manejar la empresa familiar lo terminaría haciendo debido a la presión de su padre, creyó que él y su hermana seguirán siendo ignorados por su propia madre, creyó que terminaría casándose con una mujer y teniendo hijos con ella para complacer a sus padres con el deseo de formar una familia aunque eso le costara tener guardar para siempre quien era en verdad. Realmente no era feliz con eso y a pesar de que le gustaba rebelarse ante sus padres sabía que ese sería su destino. Vivir con sus emociones guardadas, sus sueños retenidos y su verdadero yo oculto.

Por suerte no fue así, para su suerte llegó Seungmin quien accidentalmente hizo que Hyunjin comenzara a cambiar al igual que su vida.

Seungmin llegó a su vida para dar ese giro de 360 grados que tanto necesitaba. Estaba feliz por eso. Agradecía que Seungmin apareciera para hacerlo hablar más abiertamente de lo que realmente quería y de cómo realmente era con sus padres, incluso si uno de ellos ya no estaba con él ahora. Agradecía que ahora podía gritar a todo pulmón y con orgullo que era gay y más que todo que amaba con todo su corazón a Kim Seungmin. El menor era su mejor amigo y el amor de su vida al mismo tiempo. Sabia que eran jóvenes pero Hyunjin así lo sentía.

Era el día de la graduación. Ya habían pasado dos años dos años desde que Hyunjin y Seungmin habían iniciado su relación y un año y medio desde que los padres de Hyunjin se divorciaran.

Salieron a celebrar con sus amigos. Minho, Chan y Changbin estaban contentos de tener a su amigos en la universidad a su lado, pero para Jeongin era diferente, a el todavía le quedaba un año y los iba a extrañar un poco, pero claro que no lo diría.

Todo era perfecto.

O bueno casí, de vez en cuando Minho seguía coquetendo con Seungmin para molestar a Hyunjin. Aunque todos sabían que el mayor sólo lo hacía bromeando pues había entendido que Seung jamás le correspondería y que probablemente hubiera personas que verdaderamente estuvieran interesadas en él, como Jisung, por ejemplo.

Luego de su pequeña y escandalosa reunión Hyunjin y Seungmin decidieron que sería buena idea pasear juntos por el parque y después de eso el mayor acompaño a Seungmin a su casa.

—¿Estas seguro de querer regresar solo? Quédate, ya es tarde, estoy seguro de que tu madre entenderá. — hablo Seungmin antes de entrar a su casa.

—No lo sé, no la quiero preocupar. —Hyunjin se rascó la nuca viendo a su novio.

—Envíale un mensaje y dile que te quedarás a dormir conmigo. — ordenó.

Y eso fue justo lo que hizo. Seulgi dijo que estaba bien, pero que mañana debería regresar a primera hora. Hyunjin bufó, ya no era un bebé.

Cuando llegaron a la habitación, Seungmin le prestó una pijama a Hyunjin, le quedaba un poco pequeña, pero no importaba. Se acostaron juntos abrazándose el uno al otro.

—Minnie... — Hyunjin susurro viendo el rostro de su novio siendo iluminado por la luz de la luna que se filtraba por la ventana.

—¿Hum? — se quejó con los ojos cerrados.

—¿Haz pensado en tener hijos?

Seungmin abrió los ojos sorprendido ante la pregunta y se removió incómodo entre los brazos de Hyunjin.

—¡N-no pienses que quiero hacerlo ahora! Además es imposible que dos hombres puedan tener un hijo entre ellos... Y-yo me refería al futuro. — dijo alzando la voz al ver la reacción del contrarío.

El corazón de Seungmin se tranquilizó y sonrío dulcemente.

—¿Futuro? — pregunto meloso. —¿Tú nos sigues viendo juntos en el futuro?

—¿Tú no? — ahora pregunto Hyunjin enarcando una ceja.

—No soy de ver mucho en el futuro, me gusta disfrutar el presente, pero la idea de tu y yo juntos en el futuro me encanta. — respondió besando la punta de la nariz de Hyunjin. — Y sobre tener hijos... nunca lo había pensado, pero sería lindo.

Hyunjin sonrío y beso los labios rosados y suaves de Seungmin. Ambos disfrutaban tanto ese tacto y a veces sus cuerpos pedían más, sin embargo sabían que no harían nada hasta que ambos estuvieran completamente seguros.

A los dos les bastaba con tenerse al lado del otro. Tranquilos, alegres, libres, completos y sin ningún miedo, con esa sensación tan linda y especial que Seungmin había mencionado hace un tiempo y a la que muchos filósofos le llamaban ataraxia.

[Fin]

Ataraxia › HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora