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× Capítulo largo ×

Hola;
Te contaré algo que me dejó bastante alarmado haha.
Cómo creo que ya te dije, Charlie sabe leer muy bien.
Entonces, todas estas cartas yo las guardo en una pequeña caja de color amarillo, y ese es el color favorito de mi bebé.
Por alguna razón pensó que ahí había juguetes o dulces y la abrió. Cuando lo encontré, estaba por leer uno de los escritos dónde cuento cosas inapropiadas que sus papás hacen hahaha. De inmediato se las quité, obvio, y lo sometí a un interrogatorio para saber si había leído algo de más, por suerte no!

El alcohol es el peor amigo que puede tener el hombre. Es quien te aconseja las peores ideas y te hace actuar en contra de tus 5 sentidos.
Es ese “amigo” que te mete en problemas y no responde por las consecuencias.

Lamentablemente, Brian se dejó llevar por las malas palabras que el alcohol le susurraba al oído.

Habían pasado tres días desde que recibió la idea de volver a la escuela. Tema que lo tenía muy estresado y no dejaba dormir por las noches, igual a anteriores ocasiones.

Eras las 3 de la mañana, se encontraba en la mesa de la cocina y había hurtado una de las botellas de vodka que Michael coleccionaba en una vitrina. Comenzó a beber de ella sin tomarse la molestia de servirla por tragos en un vaso.

Creyó que de alguna manera la bebida lo ayudaría a despejar su mente y pensar con un poco más de claridad y detenimiento, pero no fué así. Al contrario, le daba el sentimiento de que esos “problemas” eran más grandes de lo que parecían, que no podría lidiar con ellos.

Con cada trago que daba, se sentía inútil, débil, cobarde...no encontraba de regreso esa sensación de fortaleza.

Entonces le llegó una idea, una muy mala idea, consejo por parte del vodka que estaba tomando.

Porqué no, ¿Huir?
Cuando él era pequeño y se enfrentaba a situaciones que se salían de sus manos, dejaba que Ruth y Harold lo resolvieran ya que eran mayores.
¿Sería lo mismo si decide irse ahora? A fin de cuentas está Peter y Winifred, quienes van a cuidar incondicionalmente de Roger.

No podía asimilar que ese pensamiento era completamente erróneo, que no era una buena idea seguirlo. Ya no era capaz de no ver para su conveniencia.

Se levantó de la mesa con cuidado de no marearse, respiró hondo y en cuanto se sintió listo, subió las escaleras con cautela.

Entró a la habitación que compartía con Roger y miró a este; acostado donde siempre, abrazando una almohada pensando que es el cuerpo del rizado. Con su cabello extendido por la almohada y cayendo sobre su frente. Su torso expuesto se veía tan bien debajo de la luz de luna.

Lo miró por unos segundos y deseó meterse entre las sábanas con él. Pero una voz en su mente le decía que apartara la vista e hiciera el tema principal, si no era ahora, no sería nunca.

Caminó hasta el enorme closet que estaba en la habitación y sacó una amplia maleta de tirantes que se encontraba en la parte superior.
Con mucho silencio abrió cajones que contenían sus ropa y empezó a sacarla en orden, de a poco la acomodaba dentro de la obscura maleta.

Si miraba a Roger era para asegurarse de que no despertara y no hubiera protesta en sus actos.

En cuanto acabó de empacar sus cosas, colgó el bolso en su hombro derecho con un poco de brusquedad.
Suspiró antes de acercarse finalmente a Roger para despedirse.

Acarició su mejilla y pareció que el ojizarco sonrió por el acto, luego se removió un poco entre las sábanas.

- Mereces más de lo que un idiota cobarde como yo te pueda dar, pequeño. -Sus ojos se llenaron rápidamente de lágrimas, sus labios temblaron pero hizo un esfuerzo para contener un sollozo.

❝ 𝐕𝐈𝐂𝐈𝐎. [ ─𝑴𝑨𝒀𝑳𝑶𝑹 ] ❞ ✓Where stories live. Discover now