❝ 𝐕𝐈𝐂𝐈𝐎. [ ─𝑴𝑨𝒀𝑳𝑶𝑹 ] ❞ ✓

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Hola;
¿Qué se supone debes sentir cuándo tienes que hacer algo que te juraste nunca harías así fuera lo mejor?
Estoy tan confundido, ya no sé qué está bien o qué está mal.
Sólo sé que me gustaría desaparecer por una eternidad cómo mínimo.

Quizás pasaron unos 6 días después de lo ocurrido, Roger ya ni siquiera llevaba la cuenta de las noches en que se sentía tan miserable.

Su sonrisa ya se había extinto. Ya no quedaba rastro de ella o de algún gesto alegre que proviniera de su rostro.

Únicamente se mostraba animado delante de Charlie, fingiendo total serenidad y aparentando que las cosas estaban en absoluto orden cuándo su bebé lo miraba.

Y por más que lo intentara, el infante no se convencía de eso. Ya llevaba días inquieto, molesto y triste por no poder ver a Brian.

Y aunque en esa semana su padre había tenido contacto con él y se habían reunido para jugar, Charlie lo extrañaba tanto. Lo quería más tiempo con él.

- ¡E-esque ahora no puedo! -Exclamó el rubio, cruzándose de brazos y evadiendo las miradas de Winifred y Ruth.

- ¿Aún no estás listo para verlo? -Preguntó su madre.

- ¡Ni ahora mi nunca!

- Si, lo sé cariño. Pero estamos a unas semanas de tu cumpleaños, entonces ya serás un adulto y deben ir a registrar a Charlie. -Agregó Ruth.

- Pero no lo quiero ver, no quiero ver a Brian por un largo rato más.

Nuevamente y ya era más seguido que la madre del rizado estuviera en casa de Roger para hablar con él, e intentando poner claros algunos temas fundamentales.

∆×∆×∆

- ¿Crees que sea una buena idea hacerlo hoy, Axel? Mira, yo no me quiero meter en problemas ni con él, ni su familia y mucho menos ese tal Brian. Roger ya está lidiando con mucho cómo para que yo llegue y desequilibre más las cosas. Tampoco me quiero ver metido en algo que no me corresponde y piense que soy un chismoso morboso. -Comentó Duff, dandole vueltas al asunto. Estaba un tanto nervioso, con las piernas cruzadas y mordiendo suave la cara interna de sus mejillas.

- Pues no eres un chismoso ni un morboso. Rubia, él te necesita...ahora más que nunca te necesita.

- ¡¿Y que hay de mí?! S-sabes que lo amo y que si lo vuelvo a ver, me terminaré enamorando de nuevo. No quiero estar ahí ayudándolo a recuperarse y que a fin de cuentas vuelva con la persona que ya lo dañó. El único que pierde ahí soy yo, quedaré llorando y con el corazón roto cómo la vez de la fiesta cuándo los ví llegar. No podría...no podría soportar el ver otra vez que no puedo tenerlo para mí.

- Oh, Duff... -Bajó su voz hasta convertirla en una átona. El alto tenía absoluta razón, y por un momento se regañó por ser tan insensible y no pensar en los sentimientos que McKagan también tiene.

- Está bien, lo haré...-Cedió al cabo de unos segundos.

- No, sabes algo... olvídalo. Tienes razón. Debí pensar en lo que tú también sientes. Perdóname, lo lamento Duff. Soy un idiota.

- Ax...se escuchará muy contradictorio a lo que acabo de decir. Pero tampoco puedo saber que está mal y el no haberlo ayudado. Mucho menos estaré tranquilo ahora que lo sé. Y es sólo que... preferiría dar mi estabilidad emocional y mi felicidad para qué él la tenga.

- Pero Duff...

- Quizás no acabaría perdiendo tanto si mi compañía y mi amor lo hacen sanar, así luego quiera volver con él. Está bien, iré en un par de minutos al eje. ¿Y qué sucederá con el "código" que inventamos a espaldas de Roger? Si me ven por ahí los demás del eje, se hará un jodido problema.