❝ 𝐕𝐈𝐂𝐈𝐎. [ ─𝑴𝑨𝒀𝑳𝑶𝑹 ] ❞ ✓

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Hola:

Vaya! He pasado un tiempo sin escribir!
Y no tengo pretexto. No quería escribir
No me sentía bien, y quiero que la redacción de esta historia de mi vida sea buena.
No me quiero desahogar en estas cartas por cosas que me están pasando en el momento.

Me gusta el orden en las cosas que hago, y no será la excepción aquí.

Como sea, he estado intentando estar en paz conmigo mismo, y ahora que lo he encontrado, espero escribir más seguido.

Roger ni siquiera pudo dormir. Estaba tan emocionado, y aunque no iba a poder saber el sexo de su bebé en ese mismo día, le emocionaba el saber que pronto iba a nacer una hermosa princesa o un lindo príncipe

Lo que fuera estaba bien.

Y cuando por fin pudo conciliar el sueño, el despertador que el mismo había programado empezó a sonar, indicando que ya era hora de alistarse para ir al médico.

Un poco molesto se levantó de la cama, se dió un baño y se vistió con algo cómodo.

Bajó a desayunar junto con su familia. Mientras tanto esperaban a qué Brian llegara.

Pasó un rato más, hasta que por fin llegó el chico de cabello rizado.

Tocó la puerta, siendo esta rápidamente atendida por una emocionada niña.

- Que puntual eres, Brian -Dijo Clare mientras dejaba pasar a su cuñado.

- Perdón, me quedé dormido...

En ese preciso momento se escuchó como alguien bajaba corriendo las escaleras, un pequeño rubio de ojos azules quedó frente a frente con Brian

- Hey! Por qué tan tarde? Lo olvidaste? -Dijo un poco enojado

- Por qué corres, Roger? No puedes hacer eso...

- ¡No me cambies el tema! Por qué llegaste tarde?

- Voy llegando y ya me quieres golpear? Ni un "Hola" me has dicho -Dijo riendo mientras cubría su intimidad, sabía que Roger estaba molesto y lo podía golpear ahí

El menor solo lo miró con los ojos entrecerrados

- Está bien! Esque me quedé dormido...

- Ay Brian! Si para conocer a tu hijo llegas tarde, no me quiero imaginar que va a pasar cuando nazca, seguramente ni irás

- Oh, cálmate, pequeño! No me perdería el mejor momento de mi vida! -Le dió un abrazo a Roger, lo cual hizo que el menor lo perdonara.

- Bueno! Ya vámonos! -Dijo Winifred bajando las escaleras, reuniéndose con los demás.

Salieron de la casa, subieron a un taxi y en cuestión de minutos ya estaban en el hospital.

Andrea era quien iba a llevar seguimiento del embarazo del rubio, por lo tanto ella le haría los ultrasonidos.

Ya tenían una cita, así que todos se quedaron en la sala de espera. En cualquier momento llegaría la chica.

Y así fué, en cuestión de minutos apareció una linda chica con su uniforme de doctora, recibiendo a los demás.

- Hola Roggie! -Dijo entusiasmada

- Hola Andrea!

Todos se saludaron, felices por lo que iba a pasar pronto. Después entraron al consultorio de Andrea

Era un lugar muy obscuro, con una camilla, una computadora para ultrasonido y una enorme pantalla.

- Bien, Rog! Acuéstate aquí y sube un poco tu remera. -El chico obedeció.