vuelan botones; edser

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hey bbys, os traigo un mini fic para desconectar un poquito después de otro bölüm que me ha dejado plof. Me duele la cabeza a muerte y no lo he revisado, pero quería escribir algo así para divertirme un poco, espero que os guste 🤟🏻

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Serkan Bolat era un tipo serio. En absolutamente todos los aspectos de su vida pero, sobre todo, en el trabajo. Sin embargo, aquel día en la oficina, en medio de una reunión, Serkan se estaba planteando su profesionalidad porque las voces se habían silenciado para él y lo único que podía pensar y a la única a la que podía mirar era a Eda Yıldız. Una Eda que estaba sentada frente a él, al otro lado de la larga mesa, y no paraba de sonreír mientras explicaba el nuevo proyecto a todo el equipo. Una Eda que llevaba una camisa con los primeros botones desabrochados que estaba consiguiendo que Serkan perdiera la cabeza.

De hecho, estaba tan concentrado en ellos que fue consciente del segundo exacto en el que un botón más se abrió por estar mal colocado y expuso otra parte de la piel de Eda. Desde su asiento, Serkan era capaz de distinguir un top lencero negro y tuvo que tragar saliva y cruzar las piernas hacia el otro lado.
Iba a morir, en ese preciso instante, iba a morir.

Hacía ya un par de semanas que los recuerdos le asaltaban con cualquier mínimo detalle y, poco a poco, Serkan estaba consiguiendo reorganizar su memoria. Aún así, no se lo había dicho a nadie todavía, pues le costaba distinguir qué era real y qué era solo un sueño; especialmente cuando se trataba de sus recuerdos con Eda, los cuales eran prácticamente todos.

Serkan quería recordar porque el vacío en su mente le pesaba más que nada, pero también deseaba hacerlo porque no soportaba ver el dolor en los ojos de la mujer que realmente amaban cada vez que le miraba.

Así que Serkan estaba haciendo todo lo posible por recordar. Y lo iba apunando todo en una pequeña libreta. Anotaba el día en el que se acordaba, el día en el que creía que ese recuerdo había tenido lugar y el recuerdo en sí.

El problema estaba en ese momento. Primero porque no era un momento adecuado para lo que estaba recordando. Segundo porque no sabía cómo iba a ser capaz de escribir algo así. Tercero porque sinceramente pensaba que no iba a sobrevivir.

Y es que, con ese botón saliéndose de lugar, acaba de recordar algo nuevo. Algo nuevo relacionado con Eda.
Y con él.
En una habitación.
Solos.
Arrancándose la ropa.

Serkan estaba rogando porque hubiera ocurrido de verdad y no fueran imaginaciones suyas y también estaba rogando que todo acabara ya para darse una larga ducha de agua fría, congelada. Que todos se callaran, a pesar de que no era capaz de oírlos, y salieran de allí y le dejaran solo para poder trabajar con el problemilla que estaba creciendo en sus pantalones.

Ante sus ojos no paraban de aparecer vívidamente unas imágenes muy explícitas de Eda y él contra una estantería y luego contra la pared y luego en su cama y Serkan estaba ardiendo por dentro porque notaba un cosquilleo en los dedos ante la sensación de haber tocado de esa forma el cuerpo de Eda.

La reunión seguía su curso, pero él solo podía mirarla y mirarla y no dejar de mirarla. Y, de forma inevitable, solo podía pensar en ella desnuda, debajo de su cuerpo. Moviéndose con él, jadeando con él, gimiendo por él. Y Serkan iba a ahogarse porque el calor le estaba abrasando y el recuerdo de los suaves sonidos de Eda le estaba torturando y se revolvió un poco más en su silla, desajustándose la corbata y suspiró y se volvió a morir y siguió mirándola a pesar de que eso solo empeoraba la situación.

Engin le lanzó una mirada preocupada que Serkan ignoró y Eda alzó una ceja hacia él desde su lugar, consciente de que no había parado de observarla. Cuando vio que sus orejas se sonrojaban, sonrió de costado y eso solo consiguió que los ojos de Serkan se oscurecieran y que se le atascara la respiración.
Ella sabía lo que estaba pasando, debía saberlo porque sino ¿cómo se atrevía a morderse el labio inferior de esa forma y batir las pestañas hacia él y causarle ese amago de infarto que le estaba causando?

Los deseos de las estrellas | one shots edser y hankerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora