9 de marzo; hanker

2.7K 120 8
                                    

Hande Erçel se despertó la mañana del 9 de marzo de 2021 con un mensaje de voz de parte de su novio y se acurrucó en la cama, permitiéndose unos minutos más de sueño mientras escuchaba su voz. Sin embargo, él empezó a hablar y todo el mundo de Hande dejó de respirar por unos segundos.

"Buenos días, babe. Estoy seguro de que estás enrollada entre las sábanas esperando que este audio sea un simple buenos días para ti o una canción de esas de Elvis que tanto te gusta que te cante. No obstante, hoy va a ser diferente. Hoy quiero que sea diferente.

Es 9 de marzo y eso significa que hace exactamente un año que salió la noticia de que trabajaríamos juntos. Es 9 de marzo y me ha dado por pensar qué hubiera sido de mi vida si no te hubiera conocido. Es 9 de marzo y he abierto los ojos un día más dándome cuenta de lo importante que eres para mí.

Ya sabes que siempre me ha gustado creer en las casualidades de la vida, y no hay casualidad más bonita que tú, mi Hande.
Cuando acepté el proyecto que me llevó hasta ti nunca imaginé que pudiera encontrar a una persona que me hiciera desear bajar cada una de las estrellas del firmamento para que brillaran como pecas en su espalda. Nunca imaginé que descubriría a una mujer que me arrancara la respiración con cada sonrisa y me hiciera latir el corazón como la mariposa que lleva tatuada en el cuello con cada mirada que me dirigiera.

Nunca lo imaginé porque es imposible llegar a pensar que alguien como tú existe. Eres etérea, Hande Erçel. Eres la flor más dulce perviviendo en un desierto que no sabe cuidarte. Eres la brisa de verano, la luz del sol en el horizonte cada atardecer. Eres primavera y electricidad y ganar de vivir eternamente.

No te merezco, pero ya no sé lo que es coger aire sin tu mano entrelazada a la mía. Y no quiero descubrirlo. Ya no quiero soltarte.

Esta mañana pensé en agradecer al destino por haberme dado la oportunidad de admirarte cada hora de cada día. Pensé en agradecer al hilo rojo de las almas gemelas por unirme a ti. Pensé en agradecer al cielo, a esa mujer que te protege entre las nubes, por hacerte ser quien eres. Pensé, incluso, en llamar a tu padre y agradecerle también.
Pero luego paré y me dije: Kerem Bürsin, solo hay una persona a la que debas darle las gracias. Y es a ti, babe.
Gracias a ti. Por ser. Por estar.

Gracias por aparecer como una estrella fugaz que se va a quedar conmigo toda la vida. Gracias por hacerme reír, por ayudarme a confiar más en mí mismo, por permitirme ayudarte a ti a hacer lo mismo. Gracias por abrazarme siempre que lo necesito y ser mi oxígeno cuando se me olvida cómo respirar. Gracias por aceptarme y quererme tal como soy. Gracias por enseñarme a ver la vida de otra manera.
Simplemente gracias, Hande Erçel.

El 2020 ha sido un año desastroso para la humanidad, pero nunca podré recordarlo como un mal año para mí porque conocerte ha sido lo mejor que me ha pasado jamás y no me arrepiento de nada de lo que ha hecho si eso me ha ayudado a llegar a ti en el preciso momento en el que más te necesitaba.

Es 9 de marzo y hace un año que el mundo conoció que trabajaríamos juntos. Parece que ha pasado toda una existencia entre tanto y ahora estamos aquí y puedo decirte que eres la mujer de mi vida, que te amo más de lo imaginé que pudiera ser posible, que crearía un nuevo mundo solo para ti, donde pudieras ser feliz y libre y eterna.
Ahora puedo inclinarme y besar tus hoyuelos y susurrarte que te amo antes de irnos a dormir.

Ahora soy más yo de lo que he sido nunca y es todo por ti, mi amor.

Y me da igual lo que pase, lo que nos depare este barco que es el vivir en el que a veces parece que vamos a naufragar. Me da igual porque podré ahogarme con el orgullo de decir que he conocido y amado a Hande Erçel. Y que, en esta o en 100 vidas que viva, como le dijo Serkan Bolat a Eda Yıldız, me enamoraré de ti, de cada versión de ti. Porque creo firmemente que tenemos un objetivo cuando llegamos a esta tierra, y el mío siempre ha sido y siempre será amarte.

Buenos días, bebé. El mundo te está esperando para empezar a brillar un día más.
Abre esos ojitos tan bonitos que tienes y permítenos a los simples mortales presenciar la diosa que eres. Esa diosa ante la que arrodillo, y no especialmente para rezarte, ya me entiendes."

Hande escuchó la risa de Kerem y el ladrido de Hector de fondo y el audio acabó con el susurro de un último te amo.

Se limpió las lágrimas que no se había dado cuenta que estaban cayéndole por las mejillas y se abrazó a sí misma con la sudadera que le había robado a su novio hacía unos días, deseando que estuviera ahí para poder abrazarle a él y no tener que sentir su olor y su presencia por una prenda de ropa. Pero de repente alzó la mirada y Kerem estaba allí, apoyado en el marco de la puerta de su habitación con los brazos cruzados sobre el pecho y la gorra rosa que ella le había regalado.

–¡Sorpresa! –Exclamó, con la sonrisa más bonita del mundo.

Y Hande corrió hacia él, lanzándose a su cuerpo, encajando a su alrededor.
Y Kerem la sujetó y aceptó cada uno de los besos que le dio y su corazón latió un poco más con cada te quiero que ella murmuró sobre su piel.

Así que era 9 de marzo y hacía un año que todo el planeta Tierra había recibido la mejor noticia posible. La noticia que unió dos almas para siempre. La noticia que permitió a miles de personas presenciarlo. Miles de personas que habían sido capaces de sonreír por ello en un año que había arrebatado muchas vidas. Miles de personas que creían en el amor, en un amor como el suyo. Miles de personas que tenían una razón para buscar ganas de seguir, si eso las permitiría continuar viéndolos. Miles de personas que se habían conocido gracias a Hande Erçel y a Kerem Bürsin y que deseaban, más que nada, que ellos fueran la felicidad del otro tanto como eran la felicidad para ellas.

Y sí, era 9 de marzo. Ojalá nunca dejara de ser 9 de marzo.

Los deseos de las estrellas | one shots edser y hankerWhere stories live. Discover now