🎬Scene 22

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Yoongi abrió la puerta de su oficina y se hizo a un lado, dejando que el menor pasara primero. Jungkook ingresó en la habitación y se sentó enfrente del escritorio.

— Ahí no, Kook —le dijo el pelinegro mientras cerraba la puerta—. Esta es una conversación más personal, sentémonos juntos en el sofá.

El pelirrosa asintió y se sentó donde le había indicado su mayor. Poco después, Yoongi se sentó a su lado.

Mientras tanto, Taehyung se ubicaba al otro lado de la puerta de la oficina, escuchando cada palabra con atención.

— ¿Me quieres decir qué sucedió allí? —preguntó el pelinegro con calma—.

— Primero que nada, siento haber arruinado la escena, Yoongi-hyung. Solo necesito calmarme un poco y podremos repetirla —Jungkook no levantó la mirada en ningún momento, estaba avergonzado—.

— No arruinaste nada, Kook. La escena quedó increíble, todos se sintieron muy conmovidos después del shock inicial. No deseo cambiar nada —el menor lo miró con sorpresa—. Sin embargo, necesito preguntar qué ocasionó tal reacción.

— Y-Yo ... —la voz del pelirrosa tembló y quienes lo escuchaban temblaron con él— está bien, le contaré. Pero no quiero que esto salga de aquí.

— Tienes mi palabra.

— Está bien —Jungkook suspiró pesado antes de comenzar su relato—. ¿Recuerda a mi madre, hyung? ¿La mujer drogadicta que me abandonó? —tanto Yoongi, como Taehyung en el exterior de la oficina, asintieron—. Ella no fue siempre así. Supongo que debo empezar por el principio. Yo no nací en New York; nací en Busan, Corea del Sur. Cuando tenía 8 años, mi madre y yo vinimos a vivir aquí. La verdad, tuvimos un momento difícil. Era un país desconocido con un idioma extraño para nosotros y como mi madre no tenía ciudadanía estadounidense, no podía ejercer su oficio como física nuclear. Por esta razón, trabajó durante varios años en cafeterías y otros negocios pequeños que le daban el dinero suficiente para mantenernos a ambos. Por supuesto, no pudo conseguir nada mejor que un pequeño departamento en el Bronx.

— ¿Estás hablando de ... ?

— Si, mi actual departamento. Como sea, cuando yo cumplí los 14, mi madre finalmente obtuvo la ciudadanía, por lo que comenzó a ejercer su profesión. Ella estaba realmente feliz —Jungkook puso una pequeña sonrisa en su rostro—. Durante 2 años, todo fue de maravilla. Ganaba mucho más dinero y nuestro nivel de vida había mejorado bastante. Incluso, estábamos buscando un nuevo hogar en una mejor zona. Fue un mes antes de mudarnos que todo cambió —el pelirrosa colocó una expresión afligida y enterró su cabeza en sus manos—.

Yoongi y Taehyung esperaban en silencio a que su menor continuara con su historia. Ambos sabían que no les gustaría lo que el joven bailarín diría a continuación.

— Y-Yo ... —nuevamente su voz se quebró y sus ojos se llenaron de lágrimas— estaba tan feliz. Íbamos a comenzar una nueva vida. Esa mujer siempre cuidó de mi y me mostró un enorme cariño. Es por eso que no pensé en las consecuencias, que no me lo planteé 2 veces antes de decirle que era gay —las lágrimas comenzaron a caer nuevamente por sus sonrojadas mejillas—. Ella se volvió loca. Me golpeó, me arañó, me insultó, incluso rompió una silla de madera en mi espalda. Yo estaba en shock, así que no pude hacer nada para defenderme. Lo último que recordaba escuchar antes de caer en la inconsciencia fue: "Tú no eres mi hijo. Un maricón como tú no es mi hijo". Desperté 3 días después en el hospital con Jin a mi lado —Yoongi lo miró con confusión—. Cierto, tú no lo conoces, hyung. Él es mi vecino y ha sido como un hermano para mi desde que me mudé a su edificio. Fue él quien me llevó al hospital. Al parecer mi estado estaba realmente mal: tenía fracturas en las costillas y los brazos y estaba lleno de moretones. Aquel fue uno de los peores días de mi vida.

¡No finjas conmigo! [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora