Después de la muerte de su padre, Elena Black decide descansar y desaparecer del mundo mágico, dando así un pequeño viaje a un pequeño pueblo en Washintong, y desde que ella llega a Forks, las cosas cambian radicalmente, y más para cierto rubio de o...
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Londres, Inglaterra.
Numero doce de Grimmauld Place.
- Vamos adentro - animó Elena a los demás mientras tomaba la mano de Jasper.
- Que lugar tan lúgubre - comento Paul con su impronta en brazos.
- Este lugar tan lúgubre es mi hogar - respondió Elena.
Después de que llegaran por traslador (algo muy gracioso porque ni los vampiros ni lobos supieron caer de pie) se adentraron a la casa y ahora caminaban por el pasillo que estaba apenas iluminado por las luces de la casa.
- Esperen - detuvo rápidamente la chica. - creo que hay alguien aquí.
Rápidamente Fred y ella sacaron sus varitas y la chica murmuró.- Humanum Revelio.
Las siluetas de una persona se hicieron presentes, Elena camino primera ya sabiendo de quien se trataba.
- ¡Harry James Potter! - exclamó feliz al verlo tomando agua en la cocina.
El azabache solto el vaso por el susto y la miro.
- ¡Elena Selene Black! - reclamó poniendo una mano en su pecho - me asustaste - la abrazo.
- Lo lamento, ¿que haces aquí?
- Bueno, recuerda que esta casa también es mia - comento divertido al separarse del abrazo - además no quería volver con los Dursley.
- Cierto, cierto.
- ¿Y tu? ¿Que haces aquí?
Okey, la hora de la verdad había llegado.
- Sera mejor que te sientes Hazz - el chico obedeció confundido, Jasper entro en ese momento y la abrazo por la cintura.
- ¿Que es lo que pasa? - su sonrisa desaparecio en el momento en que vio la cara de Jasper.
