Después de la muerte de su padre, Elena Black decide descansar y desaparecer del mundo mágico, dando así un pequeño viaje a un pequeño pueblo en Washintong, y desde que ella llega a Forks, las cosas cambian radicalmente, y más para cierto rubio de o...
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35 años después.
El clima parecía estar en perfecto punto, a favor de aquella estación del año.
Diciembre comenzaba a arribar y las decoraciones en el hogar no faltaban, el árbol de pino fresco decorado con esferas, dulces e increíbles arreglos de navidad quedaban hermosamente en aquel perfecto ambiente.
Los animales comenzaban con sus hibernaciones y algunos comenzaban a buscar refugio para pasar en las tormentas de nieve.
Las montañas comenzaban a llenarse de nieve tornándola así de una hermosa vista blanquesina que abarcaba demasiado terreno.
Elena comenzaba con sus rutinas diarias de aquella mañana, cómo era de costumbre desde hace ya 35 años.
Comenzó a llenar la cafetera que tenían para poder prepararse un café y algo de chocolate caliente mientras observaba el Profeta que había llegado desde temprano.
Escuchó los pasos a lo lejos, así que sólo volvió a terminar de preparar el desayuno para servirlo.
Sintió los brazos de su esposo rodearle la cintura con cariño, el beso su coronilla despacio, sin prisa alguna de querer despegarse de ella.- Buenos días, amor.
- Buenos días, amore mio - dijo con una sonrisa, se giró para darle un dulce beso que sólo duró algunos segundos - el desayuno estará listo pronto, sientate.
El asintió y acató lo que dijo su esposa.
Durante aquellos años que pasaron todo fue de maravilla para la pareja, Elena había logrado crear un hechizo para que Jasper pudiese comer sin que todo le supiera a tierra, y en general, esto sirvió también para los amigos cercanos de la familia Cullen.
También sin mencionar que se volvió jefa del departamento de control de criaturas mágicas, y logró crear una poción que pudiera ayudar a los licántropos y hombres lobo a controlarse durante luna llena, obligándolos así a no convertirse y a no tener secuelas durante los días antes y después de los acontecimientos; teniendo un seguimiento de sus casos y asegurándose de que no volvieran a pasar lo que pasaron durante tantos años. También ordeno que a todos aquellos seres mágicos a los que siempre se les discriminó por cómo eran o por cómo algunos les dieron fama de ser algo que no eran, tuviesen un trabajo estable y fijo con buena paga.
Durante 5 años enteros ayudo a Jasper a estudiar toda la historia de la magia y de cómo había evolucionado hasta el momento, convirtiéndose así en el maestro de Historia de la Magia en Hogwarts gracias a una ayuda.
- ¿Hoy vendrán todos, no? - preguntó mientras tomaba de su café con algunas gotas de sangre animal.
- La manada no podrá venir, sólo Jacob - respondió con una sonrisa - a Embry y Quil se les olvido sacar su visa y ahora tendrán que quedarse allá.
