XIII. LA ORDEN DE LA ESPADA DE PLATA

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Para entender un poco más a la orden de la espada de plata debemos hacer un retorno en el tiempo, regresar a un época que todos conocemos, a la antigua Roma, como bien saben, en esa era Crissio destruyó los planes de Sejano para hacerse con el control del imperio, ante su inminente derrota huyó de la ciudad y se retiró por un tiempo a oriente,  viajó a pie hasta Mesopotamia, haciendo pasar por un senador de Roma recibió los mejores tratos de los habitantes, pero el iba en busca de una sola cosa, el conocimiento de los antiguos, cuándo le indicaron como encontrar a esos sabios partió de inmediato al desierto hasta llegar a una ciudad pérdida en el tiempo, cuándo estaba apunto de morir por deshidratación fue rescatado por una miembros de una tribu de la ciudad muerta, dos pasó delirando y diciendo cosas sin sentido o al menos eso parecía, en su delirio repetía una y otra vez Crissio, inmortal y demonio, los ancianos comprendieron la relación de esas palabras y dividieron salvarlo.
Mientras Crissio buscaba por todos lados a Sejano, este se encontraba a miles de kilómetros de allí aprendiendo las artes antiguas contra los inmortales, los ancianos le indicaron que estos demonio eran más a antiguos de lo que se podía pensar, incluso se creía que ellos habitaron el mundo mucho antes que los hombres, le contaron como el primer vampiro  blasfemo contra si mismo y su condición, por lo cuál buscó la forma de acabar con su vida inmortal, pero nada funcionaba, mientras tanto la estirpe de bebedores de sangre se extendía por el mundo, una noche vio caer una estrella del firmamento nocturno que se estrelló sobre las montañas, el se dirigió hasta el sitio donde se impactó la estrella pero solo encontró un cráter sin nada en interés, lo que no notó al momento fueron los metales que el impacto extrajo del sub suelo, al descender al cráter y ver la roca fundida se decepciono, un regalo de las estrellas sin nada. Al tratar de salir del cráter resbaló con una piedra y cayó al suelo, su mano se rasgo con el filo de otra roca, incluso perdió dos dedos, estaba maravillado, con cuidado extrajo la roca, el solo contacto le producía un leve ardor, la examinó y la llevó hasta la ciudad muerta, dónde se decía vivían los mejores forjadores de metales, ellos reconocieron la piedra, el metal en ella, plata, forjaron una espada pequeña, con la que él vampiro se quitó la vida, sin embargo, para ese entonces miles de vampiros ya se habían esparcido por el mundo.
Los ancianos de la ciudad muerta habían sido proveídos con el secreto y conociendo la amenaza significativa de los inmortales, comenzaron a esparcir historias sobre ellos en todas las civilizaciones. Los vampiros habían sido expuestos, pero las historias no pasaron a más de supersticiones. Sejano había escuchado esas historias durante las batallas contra los germanos y una noche, espiando a Crissio, descubrió lo que el era.
Sejano asesino a los ancianos y a los pocos habitantes de la ciudad muerta, viajo hasta Persia donde una aldea lloraba a sus muertos, estos habían sido atacados por vampiros y aprovecho el dolor de los habitantes para inculpar a Crissio, al escuchar que un inmortal  de Roma era el causante de sus desgracias tres asesinos se ofrecieron para cazarlo y matarlo, para gracia de Sejano eran los mejores de toda Persia. Pero antes de atacar a Crissio probaron sus habilidades y armas de plata en otros de ellos, viajaron a Egipto donde amenzaron a Gauco y el les dijo sobre los mejores forjadores de metales en Roma, los Alesha.
Lo demás ya lo sabemos, Arash e Izad murieron a manos de Crissio y Drusso, Darían, aterrado fue asesinado por el mismo Sejano, pero eso no le importaba, ya se había hecho de un gran arsenal de plata, espadas, fechas, dagas, incluso una armadura completa, consiguió un ejército de bárbaros, pero antes de morir escribió todo lo que sabía de los inmortales en gruesos papiros y los ocultó en las profundidades de la cueva en la que se refugiaba, no esta de mas decir lo que sucedió con Sejano, perdió la batalla, asesino a Alaya y se enfrentó a la ira de Crissio muriendo de la forma más terrible posible, Sejano había muerto, pero su idea de matar a los vampiros no, durante siglos los papiros permanecieron ocultos, hasta ser encontrados por el hombre que formaría la órden de la espada de plata.

Si creíamos que la historia de Crissio y Sejano había terminado con la muerte de ambos nos equivocamos, pues mientras el poderoso inmortal descansaba de las heridas de su alma, el mundo siguió su curso, Drusso y Livio libraban sus batallas protegiendo siempre el sueño eterno de su amo.
Pero no todo podría brillar por siempre, en una época de caballeros y héroes surgió un fracasado rufián que iba de comarca en comarca pregonando aventuras y fantasías que jamás sucedieron, todo con el afán de conseguir monedas y unos tragos mientras contaba sus hazañas, relataba, entre otros, sus encuentros con dragones y bestias fantásticas, los ebrios de las tabernas lo escuchaban asombrados, los niños asustados y las mujeres enamoradas; uno de esos días, el rufián,llamado a su mismo Sir Wiclok, llegó a una de las comarcas de Italia, cerca de la capital del episcopado, mientras aplicaba su fantástica estrategia, un joven llegó corriendo y sudoroso a la taberna, entró de golpe y pidió un trago, las personas lo miraron pálido y auditado.
- El bosque, es el bosque, ¡Esta maldito! ¡Hay una abominacion del infierno suelta en el bosque!
Todos estallaron en risas, sin embargo, Sir Wiclok se levantó y clavó su espada en la mesa.
- ¡Ya basta ebrios asquerosos!, este joven ha visto a los demonios de su bosque, que hasta dónde se, han torturado a su aldea las últimas noches. ¡Llévame a dónde viste a esos demonios muchacho que la hoja de mi espada pondrá fin a sus actos míseros!
Los tarros se levantaron en señal de aprobación y respeto, aclamando al charlatán, la idea de Sir Wiclok era simple, ir la bosque indicado, matar a cualquier animal, herirse a si mismo y pregonar que había luchado con el demonio que atormentaba al joven, después de todo diría que el cuerpo del monstruo había sido desintegrado.
- No, no, no volveré allí, no lo haré
-¡Eres un cobarde!
- ¡No me importa , prefiero seguir con vida!
- ¡Bien quedate aquí! Es más seguro, una hora, en una hora volveré y el demonio habrá muerto.
Sir Wiclok salió tambaleándose, trató de montar su caballo pero éste lo abandonó en medio del sendero, molesto y confundido, camino hasta la entrada del bosque, sacó la espada pero no para buscar un demonio, sino una comadreja o un zorro, lo qué fuera para impresionar a los crédulos del bar y si era posible al mismo Papa. Los integrantes del bar lo habían seguía a distancia y llamaron a otras personas de la comarca para presenciar la hazaña de Wiclok, este ya había avanzado a lo más profundo del bosque, ese lugar donde la maleza se confundía a la luz de la luna llena.
- ¡Es muy tarde para que estés aquí!
Wiclok giró asustado, no escuchó que alguien se acercará, sin embrago allí estaba, el mismo chico de la taberna.
- Fue tan fácil hacerte caer.
- ¿Qué?
- Solo necesitaba una historia interésante para atraer a un tonto aquí
- Ahhh.
El golpe con la espada falló, está se partió en tres fragmentos al golpear el brazo del joven.
- Oh Sir Wiclok, no debió hacer eso.
- ¿Quién eres tú?
- Soy ese monstruo que has matado Ian y otra vez, ese dragón que has derribado desde las nubes, ese demonio que has enviado de vuelta al infierno, ahora solo dejate matar y ese será el menor de tus problemas.
Abrió la boca y reveló dos largos colmillos, Sir Wiclok entró en pánico, peor le arrojó un puñado de tierra que distrajo al monstruo, aprovecho ese momento y corrió rápidamente, sin darse cuenta salió gritando y llorando, se arrojó como un cobarde.
- Farsante.
- Mentiroso.
Eran algunos de los apelativos que le daban al verlo allí, vulnerable y lleno de miedo, la prudencia el ayudó a levantarse y corrió de nueva cuenta hacia el bosque antes de que los aldeanos lo atraparan, subió una ladera entre el lodo y la maleza y llegó a una cueva,aún no lo sabía, pero era la cueva de Sejano. Se ocultó tratando de no hacer ruido y con algunas hierbas secas logró hacer fuego y una antorcha, la cueva estaba vacía, salvo por unas cuántas alimañas, al fondo vio algo resplandecer, movió una pesada roca y encontró la espada, sucia por el paso de los años, pero de plata, alrededor de ella se enrollaban gruesos pergaminos antiguos, estaban escrito en latín, lengua que el dominaba y las primeras palabras que leyó fueron, Crissio el inmortal... encontró un relato extenso sobre los inmortales, los demonios bebedores de sangre y la única forma de matarlos, al finalizar vió el nombre de Sejano y un dibujo de un Gladius antiguo, el que después se forjaria en los medallones de la orden, al finalizar su lectura ya había amanecido, sonrió y empuñó la espada de plata fuertemente.
- Ya te tengo maldito.


Con el paso de los años, Sir Wiclok logró posicionarse como el mejor cazavampiros de Europa, aunque en realidad sólo logró matar a uno de ellos, el joven vampiro que lo humilló en la comarca italiana, sus demás presas solo fueron pobres diablos que culpó sin prueba alguna de actos de vampirismo, sin embargo, de cientos de aldeas y comarcas solicitaban sus servicios para deshacerse de la plaga de no- muertos, entre sus actos viles se encontraba el impregnar puertas y ventanas de ajo, llevar siempre un objeto de plata y para ganarse el favor de la iglesia, el rocío de agua bendita. La popularidad de Wiclok creció tanto y tan demandados eran sus servicios que comenzó a reclutar jóvenes con aires de héroes, fue así que decidió crear la orden de la espada de plata, nombre dado por la espada en la que encontró los pergaminos de Sejano y forjó los medallones donde plasmó la espada y la imagen del romano declarando que fue él quien se convirtiera en el primer cazavampiros de la historia.
Durante el tiempo que pasó Wiclok logró su objetivo, los jóvenes entrenados se convirtieron en grandes cazadores la mayoría de ellos conseguía matar uno o dos vampiros reales antes de ser asesinados, con el poder de la iglesia, la orden de la espada de plata se dispersó en toda Europa durante el oscurantismo, siendo junto a los templarios, la orden más poderosa conocida; se crearon tres rangos de cazadores, el primer rango, los novatos que solo rastreaban posibles ataques, los expertos que emboscaban a los inmortales y los superiores aquéllos que sabían de verdad a lo que se enfrentaban y que estaban concientes que el ajo y el agua bendita eran ineficaces contra los vampiros, las acciones de la orden orillaron a los vampiros a ser más precavidos y discretos hasta ser considerados un mito ¿Y por qué no? Ser un mito era una gran ideal, así que comenzaron a desaparecer entre las sombras e infiltrarse en los altos estatutos políticos, de esta manera, aprovechando la desconfianza y temor que los templarios generaban en el episcopado, se sugirió que la orden de la espada de plata era en realidad un fraude, tuvieron éxito, en 1307 la iglesia ordenó la aniquilación de los templarios y juntó a ellos, la orden.
Muy pocos sobrevivieron a esa purga, la cazadores restantes se replegaron a las zonas islámicas donde la iglesia no tenía autoridad, Wiclok fue enjuiciado y quemado vivo por actos de herejía, parecía el fin de la orden.
- Si es así- preguntó Crissio a su rehén- ¿cómo es que resurgió?
- Al igual que ustedes, la orden es inmortal, después de la traición de la iglesia, los integrantes de la orden de dispersaron en oriente, cada uno en pequeños grupos de 20 cazadores, manteniendo comunicación constante y lejos de la atención pública, durante siglos la órden ha mantenido a los tuyos a raya, esperando el día en que logremos acabar con todos.
- Somos millones.
- Nosotros, no tantos, pero si los suficientes.
- Háblame de tu líder.
El hombre se quedó callado, Crissio dio una orden en silencio y Drusso presionó el hombro del sujeto con aterradora fuerza.
- ¡Aneska! ¡Su nombre es Aneska! , es la última descendiente del linaje de Wiclok o eso se cree, dice llevar la misión de erradicar a los vampiros del mundo, pero a ti, a ti es al que de verdad quiere.
- ¿Por qué a mí en específico?
- Por qué tú eres la causa de las desgracias de Sejano, por qué el murió tratando de salvar a las personas de ti. La historia no dice nada de estos hechos del prefecto pretoriano, pero es lógico.
- Sejano era un miserable que merecía morír.
- Tal vez, pero el poder de la orden reside en esa creencia, durante siglos la órden te buscó sin encontrarte, cuándo nos enteramos de la existencia de un vampiro tan fuerte que destruyó al clan Garlikov lo supimos, sabíamos que se trataba de ti.
- Pues dile a tu jefa que Crissio la espera con ansia y cuándo estemos frente a frente la aniquilare.
- Nunca podrás acercarte a ella.
Crissio se levantó sonriente de su lugar, palmeó la cabeza del cazador y le dijo al oído.
- Sejano fue un maldito, no tienes idea de lo que soy capaz de hacer con sus seguidores.
Acto seguido le arrancó el oído y lo arrojó al suelo entré gritos desesperados del cazador, Crissio ordenó la liberación del mismo, a lo que Drusso se encargó de inmediato.

Pasadas unas horas Livio llegó con ellos, se había encargado de la recuperación y destrucción de los cadáveres de los vampiros muertos en el ataque anterior, informó que incluso la noticia de la muerte de Garlikov corrió rápido entre los clanes y esa misma noche enviaron emisarios a jurar lealtad a Crissio.
- Eres el más poderoso.
- Eso no me importa, no me importa nada, lograron rescatar el lienzo.
- Ya va camino a Ostia Antica.
- Me parece increíble que esa casa siga en pie.
- Gracias a Drusso, claro se le tuvo que hacer unas cuantas modificaciones.
Livio miró a los vampiros arrodillados frente a Crissio.
- ¿Qué hacemos con ellos?
Crissio suspiro y se acercó a ellos.
- De pie, nunca deben inclinarse ante nadie, vuelvan a sus clanes, a sus líderes, díganles que Crissio agradece su lealtad, pero que no me importa en lo absoluto, hagan lo que deben hacer entré ustedes, solo déjenme a mí y a los míos en paz y si se atreven a perturbarme conocerán el horror, somos tres vampiros antiguos, no nos provoquen. ¡Ahora largo!
Los cinco emisarios se inclinaron cortésmente y a abandonaron la residencia a gran velocidad llevando la respuesta a sus líderes.
- Pudiste tenerlos a todos a tu servicio.
- Ya los tuve una vez, fuí cónsul, recuerda.
- ¿Qué es lo que tratas de hacer Crissio? ¿Qué buscas en realidad?
- Buscaba la muerte y ustedes me la negaron, ahora no se que buscar.
- Debes dejar el pasado atrás Crissio.
- Olvídalo, prepara el viaje a Ostia Antica lo más pronto posible.
Fue la última orden del vampiro que desapareció entre la negrura de la noche.

- ¡No basta con ser fuerte!
Alone todo por el suelo escupiendo sangre por la boca, Drusso de inmediato aprovechó la distracción para aplicar un puñetazo en el rostro de su contrincante pero fue fácilmente detenido, el resultado fue el mismo, el coloso de ébano cayó a tierra.
- ¿Qué fue lo que hicieron todos esté tiempo?
Una flecha silbó entre el espacio, él sólo se hizo a un lado y la flecha paso toda rozando su mejilla, Livio tiró a un lado la ballesta y corrió directo a su enemigo, saltó y juntó ambas manos para aplicar un fuerte golpe en la cabeza de su contrincante, no fue eficiente, sus puños quedaron tensados al encontrarse con una férrea resistencia.
- Nada mal.
Crissio dio una patada en el estómago e hizo retroceder a Livio, en su altanería bajo la guardia y Drusso lo sujetó por atrás con sus poderosos brazos, Crissio sentía que sus huesos podían romperse uno a uno.
- Fueron siglos Crissio, no permanecimos quietos.
Empleó toda fuerza tratando de librarse de los brazos de Drusso, pero no podía hacerlo, la presión era asombrosa, creyó desfallecer, ser derrotado, pero no lo aceptó, dio dos golpes con la cabeza en la cara del gigante rompiendo su nariz, cuándo se vio libre del fuerte abrazo giró patentado al coloso, pero su patada fue detenida en el aire y respondida con un fuerte puñetazo en la cara, su nariz también sangró.
- Magnífico Drusso, magnífico.
Alone intentó golpearlo, pero Crissio sujetó su brazo y lo quebró.
- ¡Aaahh!
Cayó al suelo, estaba derrotado.
- Suficiente, buen entrenamiento.
Extendió su mano a Alone y lo ayudó va levantarse, Drusso limpiaba la sangre de su nariz, las heridas de los vampiros comenzaban a sanar.
- Dime Alone, ¿Eras el mejor guerrero de Garlikov?
- El segundo mejor, hasta que nos abandonó Akiyama.
- Claro, Akiyama, su modo de pelear ves asombroso.
- Para ser franco, jamás había tenido una lucha tan difícil hasta que aparecieron ustedes.
- ¿Qué esperabas? Somos tres vampiros antiguos y los tres eramos de Roma, lamentó decírte que jamás podrás vencernos.
- Lo intentaré.
- Drusso, tomen un descanso y después continúen, hay mucho que pulir en este chico, Livio ven conmigo.
Dejaron atrás a los dos vampiros, Crissio logró ver cierto nerviosismo en el rostro ver Alone al quedarse solo con Drusso.
- No se por qué te molestas en entrenar a ese chico, nosotros tres somos suficientes.
- Eso es asunto mío Livio.
- Eres un libro abierto Crissio, se trata ver Malael ¿Verdad?
Crissio dejo una copa de cristal sobre la barra del bar junto va una botella de sangre.
- Adoraba a ese chico, era como un hijo para mí y ahora, dos mil años después aparece él, físicamente son muy distintos, pero su forma de ser...es como verlo a él otra vez.
-Crissio, no es Malael, ellos ya no están aquí, tienes que soltarlos.
Crissio escuchaba a su amigo miéntras le cedía la botella.
- Dime, después de lo que Calígula le hizo a tu familia ¿lograste soltarlos? Después de todos estos años ¿haz logrado olvidarlos? Eso pensé, nunca, pero nunca olvidaré a mi familia Livio, nunca.
Tintinearon las copas de cristal y bebieron la sangre, era cómo en los viejos tiempos en el palacio del emperador.
- Dime, ¿llegaron bien los lienzos?
- En perfecto estado.
- Bien, enviaremos a Drusso por delante, puesto que el si puede exponerse al sol, que vaya arreglando todo para nuestro arribó, Budapest ya no me es interesante.
- ¿Cuánto tiempo permaneceremos allí?
- Solo unos días, en realidad quiero visitar París.
- ¿París? No parece propio de ti.
- Lo sé, pero tengo algo planeado para la orden
- Eso suena interesante.
- Lo será, quiero saber quién es esa tal Aneska.
- Allí está, ese cónsul romano que conozco.
Livio elevó el brazo en saludo militar romano y Crissio lo respondió, el general dio media vuelta y volvió al salón de entrenamiento para dar indicaciones al gigante y a Alone, Crissio entró a su habitación y después de cambiarse siguió pintando en el óleo que tenía en medio de su alcoba, allí mismo una dama lo esperaba, estaba recostada sobre la cama en una ligera y transparente bata que permitía ver su cuerpo bajo ella, tenía los labios pintados de negros y los párpados de azul, las uñas pintadas de negro y el tatuaje de un esqueleto en la pierna derecha.
- Dijiste que me tratarias como un vampiro.
- Espera un poco más cariño, solo unas pinceladas.
El óleo era un retrato exacto de ella, solo que en vez de estar recostada sobre el lecho, eran rocas ardientes, flamas que abrazaban su piel, de la paleta de colores tomo el rojo, rojo carmesí, dibujo una línea al rededor del cuello, que descendía hasta le busto de la joven y los ojos, los ojos estaban deprovistos de cualquier señal de vida.
El la invitó a ver el lienzo y quedó maravillada.
- ¿Como lo llamaras?
- Aún no lo sé.
- Puedo ayudarte con eso.
La mujer lo besó, el la despojó de la bata y la cargó sobre su cintura, sin dejar de besarla, ella clavaba sus uñas en la fuerte espalda del vampiro y envuelta en la fragante pasión que invadía su cuerpo, jamás se percató de que su sangre abandonaba su ser.


Después de siglos, estaban de vuelta en Ostia Antica, una de las ciudades preferidas de Crissio durante la era del imperio, la gran casona conservaba su estilo antiguo o aunque con algunas modificaciones, sin embargo seguía siendo una belleza.
Está ocasión iba acompañado del fiel Drusso y su aprendiz Alone, Livio decidió separarse de ellos y viajar hacia América, se establecería en Canadá por un tiempo y posteriormente se movería al sur, Crissio despidió a su amigo con un abrazo agradeciendo todo lo que había hecho por el mientras estaba dormido, de modo que la familia inmortal tuvo un miembro menos.
Alone aún no entienda por qué motivo Crissio quería entrenarlo, no era el tipo de vampiro que necesitará protección,pero le pareció una perfecta oportunidad para pulir sus habilidades, sobre todo si un par de vampiros antiguos le enseñarian todo.
- Dime Crissio, ¿por qué quieres ayudarme?
- Acompáñame.
Recorrieron los pasillos de la casa hasta llegar al enorme y verde jardín que tanto gustase a Alaya, lo llevó hasta la gran lápida de mármol labrado y que tenía los nombres de sus seres queridos, Alaya, Aurelio, Alita y Malael, las criaturas que una vez le dieron la más grande felicidad a la que jamás creyó poder llegar.
- Mi esposa, mi amada Alaya, Aurelio un inocente niño, Alita, la mujer más leal que haya existido y Malael un joven eficiente, honesto, entregado, mi hijo, ellos, todos ellos eran humanos, todos ellos le dieron sentido a mi vida vacía.
- ¿Humanos? ¿Tu esposa era humana?
- Iba convertirla, ella estaba decidida a ser como yo para vivir por siempre conmigo.
- ¿Qué les sucedió?
- Sejano, Sejano acabó con sus vidas, es lo que se espera cuándo eres un portador de muerte y desgracia, yo traté de morir, pero dos mil años después, me encuentro en este mundo tan frío y más corrupto que en la antigüedad.
- ¿A que viene todo todo esto?
- ¿Crees que somos poderosos?
- Por supuesto.
- Entonces ¿Por qué no dominamos el mundo?
Alone permaneció callado, no supo cómo responder.
- Te diré por qué, por qué este mundo nunca fue para nosotros, este mundo le pertenece a los humanos y los pocos que saben de nuestra existencia buscan afanosamente destruirnos.
- La orden.
- Exacto, pero aunque el mundo jamás sea para nosotros, debemos permanecer aquí hasta que la cadena evolutiva lo decida y para eso debemos sobrevivir.
- Yo sé sobrevivir.
- Si claro, caíste muy fácil en una trampa de plata, además de eso la orden está tras de todos nosotros, una guerra se avecina, Alone, eres muy hábil y te quiero de mi lado.
- Crissio, me has salvado la vida, el clan Garlikov ya no existe, por supuesto que estoy de tu lado.
- Bien, eso es lo que quería oír.
El trato se cerró con un fuerte apretón de manos, posteriormente Crissio le pidió a Alone que lo dejara sólo, el se retiró respetuosamente.
Se paseó por el jardín con la manos en la espalda, en uno de los muros había clavadas tres espadas de madera, con las cuáles entrenaron a Malael en los tiempos de la amenaza de Sejano, había también una más pequeña que él mismo hizo para el pequeño Aurelio y la cuál, lamentablemente, jamás llegó a usar, siguió caminando y entró al mausoleo, el frío y oscuro mausoleo en el que durmió los primeros mil años, la fría loza de mármol aún conservaba pequeños rastros de su sangre invisible al ojo humano, salió de nueva cuenta y se paró frente al gran rosal de Alaya, las rosas blancas emanaron una deliciosa fragancia que a Crissio le llevo cientos y cientos de recuerdos, pero ahora solo eso eran...solo recuerdos.
- Alaya, amada mía, tu esencia aún está conmigo, te extraño mucho, está vida inmortal es vacía sin ti a mí lado, Drusso y Livio son lo único que queda de aquellos tiempos.
Se inclinó ligeramente sobre el rosal y beso las flores.
- Que ese beso permanezca por siempre en está rosa - decía mientras vertía su sangre en las raíces del rosal - y mía amor vaya con él hacía la morada de tu descanso, amada mía, Alaya, he de amarte por toda la eternidad.
El rosal comenzó a hacerse más grande, más frondoso, las rosas aún más bellas, Crissio sintió la brisa de la noche, en esa brisa viajó una caricia que se posó en su mejilla y el lo supo, fue una caricia de ella, de Alaya.

EL BESO DEL INMORTALWhere stories live. Discover now