XVI. NOD.

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Crissio llevó a Aneska y solo un par de sus seguidores a una instalación subterránea cercana a su hogar, el sitio era oscuro y húmedo, se trataba en realidad de una vieja y abandonada bodega, al fondo de esta se encontraba una jaula electrificada, dentro de la jaula un gran frigorífico, Crissio oprimió unos botones numerados en un panel y la puerta de la jaula se abrió.
- Será mejor que le digas a tus hombres que bajen las armas Aneska, me están molestando.
- ¡Bajen las armas! ¿Qué hacemos aquí Crissio?
- Esperar.
- ¿A quién? Espero que no se traté de una trampa.
- Aneska, a diferencia de tu orden, yo sí tengo honor y cumplo mis acuerdos.
- ¡No te atrevas a insultar a la órden! No tienes idea de lo que hemos hecho por mantener a la gente a salvo de tus sanguijuelas nocturnas.
- Tu orden fue fue fundada bajo los preceptos de un maniático homicida con delirios de grandeza, conocí muy bien a Sejano, Aneska el era todo lo contrario a un buen hombre.
- No me interesa Sejano, el era un perdedor, pero la orden de la espada de plata ha mantenido a la oscuridad oculta por siglos.
El vampiro extrajo del frigorífico una bolsa de sangre, la vació en una copa de cristal y bebió lentamente, disfrutando cada trago.
- ¿Creí que cazabas?
- Está era moderna mantiene a las personas fuera de sus casas aún de noche, es más difícil cazar sin ser visto.
La puerta electrónica de la bodega se abrió de par en par, dos hombres entraron a través de ella, los seguidores de Aneska levantaron sus armas apuntando a los recién llegados.
- Tranquilos, son de los míos.
La estatura de Alone a un lado de Drusso era casi ridícula, los hombres de Aneska no pudieron evitar reír discretamente al verlos.
- ¿Qué está pasando aquí? - preguntó el colosal gigante a Crissio.
- Una tregua, verás, Aneska creyó que yo podría valer el dios vampiro, pero ahora me preguntó, ¿Por qué lo creíste?
Aneska tomo el asiento que Crissio le ofrecía, su mano seguía muy cerca de su daga de plata, eso no pasó desapercibido por el inmortal.
- Dime Aneska, ¿Qué sabes tú de Nod?
- En realidad muy poco, los vampiros que hemos estado cazando los últimos días parecían muy confiados, extasiados, antes ver morir hablaban del resurgimiento del dios vampiro, el más antiguo y poderoso que jamás haya existido, tu y los tuyos son los más viejos que conócenos, era obvio creer que se trataba de ti.
- No lo entiendo, se supone que todos los antiguos fueron aniquilados, ¿cómo sabían los clanes sobre Nod?
- Por Garlikov - interrumpió Nod- durante años financió la búsqueda del dios vampiro, pero jamás lo encontró, el se encargó de esparcir el mito de Nod a los demás clanes.
- ¿No sabés cuánto tiempo llevá despierto?
- No lo se, años, semanas, solo se una cosa segura, Garlikov ordenó la matanza de los antiguos por qué ellos se oponían rotundamente a Nod, decían que no pertenecía a nosotros, que no era uno de nosotros.
- ¿Qué querían decir con eso?
- No lo se, pero a Garlikov le parecía una buena idea seguirle.
- Crissio- pronunció Aneska- los vampiros comenzaron a actuar raro desde hace un par de meses, como si algo los llamará.
- El llamado de un líder, maldita sea, como no lo descubrí antes.
- ¿A que te refieres?
- La mayoría de las criaturas vivas obedecen a un líder, piénsalo, los antiguos mantenían a los clanes controlados, Garlikov los elimina y lo siguen a él, cuándo yo destrui al clan Garlikov los vampiros de inmediato me juraron lealtad, sin embargo, ahora que Nod está aquí me dieron la espalda, todo es un asunto puramente biológico, seguirán a un líder nato.
- ¿Por qué tú y ellos tuyos no obedecen a Nod?
- Somos antigüos Aneska, somos líderes, jamás lo seguiremos, en cuánto a Alone, el decidió seguir con nosotros.
- Los vampiros aseguran que este mundo pronto será suyo, ¿ Tendrá relación con Nod?
- Su intención es demostrar qué los vampiros son reales y piensa reclamar este mundo, eso fue lo que dijo, los vampiros tomarán lo que les pertenece.
- ¡Entonces! - Aneska se puso de pie- ¿Qué estamos esperando? vayamos con él.
- No están fácil querida - replicó Alone- ese miserable es inmune a la plata y regenera sus extremidades, algo que nunca habíamos visto, necesitamos saber cómo matarlo.
- Drusso, llama al señor Alcontti, creo que necesitaremos de sus servicios.
Drusso asintió y se dirigió a  la misma puerta por la que entró, sin embargo al abrirla un cuerpo cayó pesadamente al suelo, era el cuerpo de Akiyama.
Drusso sujetó el ligero cuerpo del samurái, estaba mal herido, casi al borde de la muerte, los hombres de Aneska se apresuraron a apuntar con sus grandes armas, pero Alone se puso en medio de ellos.
- ¡Basta! Están en casa de Crissio, ningún vampiro morirá aquí.
- ¡Apartate niño, hemos buscado a esa sanguijuela por mucho tiempo!
Crissio miraba con los brazos cruzados, su expresión serena y tranquila había cambio por un semblante agrio y cruel.
- ¿Quieres apaciguar sus ánimos Aneska?
- Mijail, Viggo, ¡Bajen las armas!
- ¡Pero...!
- ¡Ahora!
Los dos matodontes que la acompañaban se retiraron a regañadientes a un rincón, Drusso levantó entonces al agonizante samurái y lo puso sobre una mesa de exploración.
- ¿Qué rayos le sucedió?
- Está masacrado, no le queda mucho tiempo, Drusso trae dos bolsas.
Alone se acercó a la mesa sin perder de vista a los dos humanos armados con plata hasta los dientes, a él le parecía absurda la alianza entre la casa Patronius Magnus y la orden de la espada de plata. Drusso reventó las bolsas de sangre y las vació sobre la gran herida en el abdomen de Akiyama, posteriormente le dieron a beber otra bolsa, el samurái bebía lentamente, parecía que moriría en cualquier momento.
- Crissio, tengo entendido que esté vampiro intentó matarte dos veces, ¿Por qué lo ayudas?
- Eso solo me concierne a mí Aneska y si sabes ya tanto de nosotros por qué rayos no averiguaste nada sobre Nod.
Aneska guardó silencio, su orgullo había sido herido, Mijail y Viggo la miraron elevando ligeramente sus armas, ella les hizo una señal de negación, aunque ardía por dentro en eliminar a Crissio, se contuvo, era prioridad acabar con Nod.
El cuerpo de Akiyama poco a poco recobró su jovialidad, la herida cerró sin dejar cicatriz alguna y los ojos se abrieron de golpe revelando su tonalidad café, Akiyama se levantó abruptamente, miró a todos lados reconociendo a Crissio, Alone y Drusso, miró a Aneska y sus puños se tensaron.
- ¡Tú!
Intentó abalanzarse sobre ella, pero una mirada de Crissio lo contuvo, a Akiyama no le quedó más remedio que esperar.
- ¿Qué te sucedio Akiyama?
- Nos, ese maldito, me dio una paliza.
- ¿Como es que sigues vivo?
- Creyendo que me venció ordenó a dos guardias desmembrar mi cuerpo y deshacerse de mi, pero yo los mate primero, después fue un agonizante viaje hasta aquí.
- ¿Te enfrentaste a Nod? ¿Sabés dónde está?
- En Rumanía, es por eso fue un viaje agitador, la sangre que ingeri en el camino no fue suficiente, se los agradezco.
- Olvídalo, ¿Qué puedes decirnos sobre Nod?
- Está evolucionando, es más fuerte que antes, más poderoso, más fuerte que tú Crissio, mucho más fuerte.
Crissio volvió a cruzar los brazos, el único vampiro que algún día logró herirlo de gravedad fue Gauco pero hasta él había caído ante Nos, ¿Qué clase de monstruo era él? las posibilidades de vencerlo eran cada vez más abismales.
- ¡Oye tú! ¿Como es que sabes la posición de Nod? - preguntó Aneska.
- ¿Por qué debería de responderte a ti?
- Por qué todos en está habitación están buscando la forma de matar a Nod y si tú sabes dónde está eso nos sería de gran ayuda.
- Lo siento " bolsa de sangre" no compartiré información contigo.
- Entonces ¿De que sirve que estés aquí?
Akiyama iba reaccionar, pero una vez más Crissio lo calmó, había algo en los ojos del vampiro romano que obligaba a Akiyama a obedecer.
- Nos tiene un castillo en Rumanía, pero no es un castillo ordinario, está bajo tierra, es tan antiguo como él mismo, pero dudo que siga allí.
- ¿Por qué?
-  Uno de sus guardias vio cuando escape, es muy probable que ya se haya movido del castillo.
- ¿Alguna idea de dónde podrá estar?
- ¿Por qué? ¿Que están planeando?
Crissio sonrió, Drusso le indicó que Alcontti estaba en camino no tardaría en llegar.
- Akiyama, se que los miembros de la orden son nuestros enemigos- Aneska hizo una mueca - pero ahora estamos en tregua, Nod es una amenaza para todos nosotros, pretende exponer a los vampiros ante los humanos, si eso sucede habrá una masacre entre ambos bandos, necesitamos toda la ayuda posible para acabar con ese "dios" ¿Estás con nosotros?
Crissio le tendió la mano, Akiyama miró a Aneska y los suyos, estrechó la mano de Crissio.
- Eres un líder honorable Crissio, juntó va ti dejaré de ser un Ronin, te seguiré a dónde sea.
Crissio sonrió, tenía al gran samurái de su lado, solo faltaba Livio.

La altura de Nod era ahora de 2.5 metros, más alto que Crissio y Drusso, su cabello largo caía a media espalda y sus músculos eran más prominentes, más grandes, este yacía en una cama semirecostado bebiendo sangre de un vaso de metal, dos doncellas le aplicaban una especie de ungüento a base de sangre humana y lo cubrían con vendas de seda, era una de las formas que más le agradaban a Nod de nutrirse, cuándo las doncellas terminaron su labor se retiraron de la oscura recámara, Nod entonces se levantó y se miró en el gran espejo, su cuerpo era perfecto, pero entonces se arqueó inclinando la cabeza hacia adelante, su espalda comenzó a sangrar, a rasgarse, poco a poco dos enormes protuberancias surgieron de la piel y se levantaban como dos picas, gimió un poco y recobró su postura, en el espejo vio con satisfacción sus dos alas de murciélago.
- ¡Padre! Estarías orgulloso de mí...si no te hubiera matado.

Crissio aún no confiaba en los cazadores de la orden de la espada de plata, menos aún confiaba en Aneska, quien parecía tener un odio personal hacia él a pesar de que jamás se habían conocido, los cazavampiros tenían ese mismo sentimiento,pues jamás habían estado tanto tiempo en presencia de un vampiro.
Así se encontraban las cosas, los vampiros y mortales se miraban unos a otros vigilando su más mínimo movimiento.
- Dime - se dirigió Drusso a uno de los gorilas de Aneska- Si decidiera atacarte, ¿podrías reaccionar ante mi velocidad?
- Tenemos métodos eficaces contra sus ...dones.
- ¿Como cuáles?
- No te los diré, no soy idiota.
- Te diré una cosa, en todos mis años de vida me he dado cuenta que cualquier persona con un arma de fuego es un idiota.
- Salvamos a la gente.
- ¿De nosotros? Solo somos depredadores en una jungla salvaje, los humanos se matan unos a otros por diferencias de ideas, creencias o economía y lo peor de todo, los líderes que inician esas guerras jamás ponen un pie en el campo de batalla, en otros tiempos eso era llamado cobardía, en otras épocas los reyes o emperadores dirigían a sus hombres desde la primera línea de batalla, ahora no son más que un montón de perdedores y cobardes, tal vez la era del hombre tenga que llegar a su fin.
- Esas parecen palabras de Nod, ¿Qué me dice que no trabajas con él?
- De hacerlo ya estarías muerto.
El sujeto se levantó de golpe de su silla empuñando su arma.
- ¡Mijaíl! ¡Basta! ¿Qué no ves que eso quiere? Baja esa maldita arma.
- Está bien, pero esto es un error.
- Crissio, ¿podrías calmar a tu sanguijuela?
- Mi..."sanguijuela" como la llamas, solo se expresó, no es nuestra culpa que tus hombres sean tan primitivos.
Crissio sonrió, Aneska le dirigió una mirada de desprecio, la tensión era enorme en esa pequeña sala bajo tierra, fue entonces que la gran compuerta comenzó a abrirse lentamente, Alone había vuelto, con el señor Alcontti a su lado.
- Señor Grimaldi, que gusto verlo otras vez.
- Lo mismo digo señor Alcontti, lo mismo digo.
- ¿Es humano?
- El señor Alcontti es uno de nuestros representantes en el mundo de los humanos, le he encomendado la tarea de investigar a Nod.
- Y lo he hecho señor, tal como lo pidió.
- Perfecto, acompañenme, están a punto de entrar a mi casa, será mejor que dejen las armas.
Con una mirada de Aneska, Mijail y Viggo dejaron sus armas, pero se negaron a despojarse de sus cuchillos; los vampiros los condujeron por una amplia galería de pasillos, si pretendía estudiar los puntos accesibles de la fortaleza Grimaldi, ese laberinto se los impidió, después de un par de minutos recorridos llegaron a una habitación lujosa, Crissio ofreció unos tragos a los cazadores mientras Alone servía sangre ahora ellos, Alcontti preparaba una proyección para los presentes.
- ¿Y bien señor Alcontti?
- Nos enfrentamos al vampiro más peligroso de todos los tiempos, hay historias de él , específicamente, en todo el mundo, los babilonios lo llamaban Ekimmu, los aztecas Tlahuelpuchi y los egipcios Sekhmet, entre otros nombres asignados por otras civilizaciones, son demasiados, lo cierto es que a dónde quiera que fuera sembraba muerte y destrucción, arrasaba con aldeas y ciudades sin importarle exponer su identidad.
- Interesante, pero ¿Cuál es su orígen?
- Tuve estudiar muchos manuscritos antiguos sobre el vampirismo, pero todo era supersticiones y fantasía, hasta que encontré en la biblioteca privada del Vaticano un manuscrito aún más antiguo que los rollos del mar muerto, este tratado de vampiros habla específicamente de Nod y de lo antiguo que es. Según quién lo escribió, dice que Nod es tan antiguo como la humanidad, camino en esta tierra cuándo los hombres dejaron de ser bestias y para entonces ya era un monstruo, Nod es el primer vampiro verdadero, su aspecto es solo una fachada de su verdadera naturaleza - Alcontti cambió la imagen y mostró un vieja página- al parecer, la verdadera forma de Nod es la de un enorme murciélago humanoide como se relata en las leyendas antiguas, señores, Nod no es un vampiro ordinario, Nod es el primero de todos, el padre de los vampiros, el dios.
- ¿Cuál es su orígen Alcontti? - preguntó Crissio sin perder la serenidad.
- Si origen es algo confuso, todos lo describen como un ser surgido de las tinieblas, pero este tratado trae consigo una historia interésante y a mi parecer la más acertada en cuanto a su origen; Nod fue despreciado por su propio padre y expulsado de sus  tierras, esto debido a la malformación de su rostro, Nod vago días y noches por un interminable desierto hasta que no pudo más y cayó casi muerto, cayó frente una  misteriosa y extinta ciudad llamada...llamada Nod, al parecer el tomo de ahí su nombre, una mujer se ocupó de él, lo cuido, lo alimento, vio en él algo distinto y formidable, vio el futuro de una nueva especie nacida en la tierra; con el tiempo y debido a su exposición en el desierto Nos perdió toda resistencia al sol, su cuerpo no soportaba una sola pizca de este así que sólo se movió en la noche, después se dio cuenta que su estómago no toleraba los alimentos, solo podía nutrirse de sangre y hasta el momento es su único alimento.
- Alcontti, ¿quién era su padre?
- Eso es lo más curioso señor, de acuerdo al escrito, su padre es Caín, el hermano de Abel.


- Eso es difícil de creer.
- Lo mismo pienso señor, pero lo cierto es que este antiguo manuscrito es el único que detallada de esta manera los orígenes de este llamado dios vampiro, también es la razón por la cuál el Vaticano lo tenía escondido.
- Claro, ni sería bien visto que el nieto de Adán sea el primer vampiro, continua.
- Lo siento señor, es todo lo que pude investigar, el resto solo son leyendas que ya todos conocemos...oh esperen, estoy pasando por alto algo muy importante, Nod pasa por un proceso de evolución y transformación, tres fases, en la primera, es un vampiro de aspecto frágil y débil, pero su fuerza es enorme.
- Si, lo recuerdo, me dio una paliza en esa forma.
- La segunda, Nod tiene un cuerpo más esbelto, mas definido, rejuvenece por 50 años y la última, el murciélago, sus grandes alas, sus grandes garras, su forma real y más bestial, puede ir y venir de esa forma cuántas veces quiera, es la más poderosa que tiene y puesto que la fuerza de un vampiro se mide por su edad y el es el primero...
- Nod es el más fuerte.
- Así es señor Grimaldi.
- Al diablo ¿Como lo matamos?
- La única forma de matar a Nod es exponiendolo al sol, pero si su fuerza se sigue incrementando será imparable.
Todo enmudecieron, esas no eran las palabras que querían escuchar, Nod era sin duda alguna el más terrible enemigo que podrían haber conocido.
- Están de acuerdo que solo son leyendas, podemos con él.
- ¿Estás seguro de eso?- preguntó Akiyama- Yo peleé con el, tan solo en su segunda forma y casi me mata.
- No podemos permitir que siga con vida.
- ¿Por qué Crissio? Según Nod planea exponer a los vampiros y hacer a un lado a los humanos, ¿No te conviene eso a ti?
-Aneska, la humanidad me importa un bledo, pero me gusta el estilo de vida, nosotros nunca debimos existir y no dejaré que exista un mundo dominado por vampiros, ahora dime, ¿estás dentro?
- Matar al padre de todos ustedes, eso me gusta.
Aneska estiró la mano, Crissio la estrechó con ligera fuerza, la alianza estaba establecida.
- Necesitaré una muestra de sangre de ese tal Nod para descubrir sus debilidades.
- Estás loca, ¿como la conseguimos?
- Yo la tengo- dijo Akiyama- toma esto.
Le entregó una pequeña daga con manchas de sangre, la sangre de Nod.
- Es todo lo que pude hacer.
- Sera suficiente, bueno nosotros nos retiramos, seguiremos en contacto.
- Aneska, recuerda, nos necesitamos.
- Lo se Crissio, adiós.
Drusso los acompaño por el mismo laberinto, Alcontti apagaba el proyector y encendió la luz.
- Señor, tengo que decirle algo sobre Drusso.
- Adelante.
- Examiné su sangre, Drusso no es un vampiro, su sangre no tiene la misma concentración de la enzima que los hace vampiros, se está diluyendo poco a poco.
- ¿Es por eso que soporta el sol y es vulnerable a las armas ordinarias?
- Así es señor ¿Recuerda como se transformó?
- Yo lo mordí accidentalmente.
- Bebió su sangre.
- No.
- Eso fue lo que faltó, Drusso solo se infectó con la enzima,  pero después de todos estos siglos su sistema inmune comienza a eliminarla, para que la conversión sea total se requiera que usted le diera a beber su sangre, como todos los convertidos.
- Pero ¿como fue que el pudo convertir a Livio?
- Fue por qué Drusso modificó la enzima en su sangre, al morder a Livio transmitió todas su enzimas quedándose con muy pocas.
- ¿Morirá?
- No, solo volverá a ser humano.
- Lo transformare de nuevo.
- No señor, no podrá, ni deberá hacerlo, si el cuerpo de Drusso recibe una vez más las enzimas el morirá, es lo que descubrí en mis estudios.
- ¡Lo perderé!
- Nunca me perderá señor- contestó Drusso, quien había regresado- mortal o inmortal, siempre me tendrá a su lado y si mi poder como vampiro está punto de terminarse será mejor que lo aprovechemos.
- Podrías morir.
- Ya viví demasiado señor y he cumplido mi promesa de protegerlo, si he de morir en esta travesía que así sea.
- ¿Estás conmigo?
- Hasta el fin.
- Yo también padre - contestó Alone - me has convertido en algo mejor de lo que era con Garlikov, re seguiré a dónde sea.
-Crissio, tienes honor, me enorgullecera pelear a tu lado.
Crissio contempló a sus camaradas, estaban listos.
- Drusso, llama a Livio, es hora de acabar con ese maldito.
Aneska había dejado un pequeño micrófono en la sala, escuchó todo desde su camioneta, sonrió.
- ¿Segura que podemos confiar en el Aneska?
- Ahora si Viggo, ahora sí.
Encendió la camioneta y se fueron de allí, 
ambos bandos, ahora aliados se preparaban para una batalla impresionante contra el dios de los vampiros.

En las últimas veinticuatro horas habían sucedido muchas cosas, de pasar una noche agradable con Adara, pasó a crear una alianza con la más fiera cazavampiros de Europa, Aneska, heredera de la orden de la espada de plata fundada bajo los retorcidos precepto del antiguo Sejano; a Crissio le parecía, como el ayer, como si la muerte de su familia solo tuviera unos meses, el nuevo mundo era asombroso, de no haber estudiado habría pensado en la magia o hechicería, pero al mismo tiempo extrañaba las cosas simples del pasado, aquel pasado en el que él era solo un hombre más en las filas del ejército romano, extrañaba los prados, los jardínes, todo sustituido ahora por junglas de asfalto, extrañaba a Alaya.
Con una copa de cristal en la mano, la cuál contenía sangre, camino hacía el retrato de ella, ese retrato que el mismo había pintado y dónde Alaya lucía tan hermosa como lo fue en vida, su corazón ahora latía más fuerte, la nostalgia lo invadió pero a pesar de eso, el penar de no tenerla a su lado ahora era más liviano, menos doloroso y entonces vino a su mente ella Adara, la mujer que se encargará de presentar sus cuadros, desde su despertar Crissio había pasado noches carnales con otras mujeres a las que posteriormente les quitaba la vida agradecido por su sacrificio, pero al estar con ella, con Adara fue mágico, fue fantástico, en un principio pensó en su amada pero poco a poco, la señorita Lordanou se apoderó de todo su ser, de toda su persona, el sabor de sus labios, la delicadeza de su piel, la fragancia de su cabello, todo, todo era distinto, pero también era tan familiar y lo supo entonces, era la misma sensación que se apoderaba de el casa vez que estaba con  Alaya.
- No, no de nuevo.
Pero sabía que se negaba a algo que ya antes había sucedido, que se negaba a algo que de verdad quería sentir de nuevo.
- No, esto no terminará bien, no terminó bien para Alaya, no dejaré que terminé mal para ella, no de nuevo.
Apuró la sangre que estaba en su copa y la arrojó con fuerza al centro del lienzo que estaba por terminar el cuál era la representación de Sejano luchando contra un robusto soldado romano, aquel soldado cuyo rostro lo ocultaba el casco, la sangre sobrante de la copa salpicó el lienzo a la altura del pecho del soldado anónimo quedando como una herida provocada por la batalla, una herida en el corazón.
- Más exacto no podría ser.
Encendió el estéreo, música de Vivaldi invadió su estudio, mientras comenzaba un segundo lienzo para el señor Howllan.

- ¿Asi que eras un sumurai?- preguntó Drusso al recién llegado Akiyama.
- Lo sigo siendo.
- Has intentado matar a Crissio en muchas ocasiones ¿por qué confiar en ti?
- Por qué me salvaron la vida y tengo una deuda eterna con ustedes, los samurái no somos traidores, cuándo Crissio destruyó al clan Garlikov era mi obligación acabar con él, nuestro encuentro no fue decisivo, asi que aproveche las indicaciones de Nod, el habría ganado el segundo encuentro si esos matones no hubieran intervenido, por eso lo salvé anteriormente, nadie debe morir sin honor, ahora soy suyo y el es mi maestro, mi lealtad entera es suya.
- En la antigüedad Crissio tuvo muchos esclavos, más nunca los trató así, fruto del destino yo me convertí en un esclavo más en su casa, me mostró ser un verdadero hombre, aunque no lo fuera y jure protegerlo por siempre, se bienvenido Akiyama.
- ¿Por qué no se dan un beso y ya? - exclamó sarcástico Alone apoyado en el marco de la puerta- entiendo que todos ustedes vienen de hace muchos años, pero estamos en el siglo XX.
- Dime muchacho,¿Por qué llamas padre a Crissio?
- A el no le gusta, es por eso que lo hago.
- No, se trata de algo más, he visto como luchas con él y por él, lo admiras.
- Claro que lo admiro, el sólo devastó legiones de vampiros solo por qué le molestaban, ¿no es eso digno de admiración?
- Niño, servias a Garlikov y una noche Crissio te ofrece un lugar con nosotros, lo aceptaste sin dudar y eres muy eficiente en sus diligencias, incluso te preocupas por él.
- Ya te lo dije Drusso.
- Creo que alguien tiene un complejo- agregó Akiyama.
El "joven vampiro" al verse acorralado suspiró y puso los ojos en blanco.
- ¡Está bien! ¡Está bien! De acuerdo, de verdad lo veo como un padre, es decir, mi madre murió cuándo nací, a los cinco años mi padre biológico murió embriagado en el departamento donde vivíamos, pase allí tres días antes de que el olor alertará a los vecinos, pase en un orfanato hasta los 13 años, veía como todos los demás eran adoptados excepto yo, el sistema pronto me pondría en la calle asi que huí y viví en la calle por otros cinco años, a los 19, edad en la que me he congelado, recibí una bala al robar unas frutas, aunque nunca me atraparon la bala hacia su trabajo extinguiendo mi vida, creí que sería mejor, todo terminaría, entonces vino Garlikov y me convirtió, me entrenó y creí que del era el padre que jamás tuve, pero no era así, solo era un arma más para él, pero Crissio, Crissio es todo lo que dicen las leyendas entre los vampiros, el mejor de todos, pero, el se niega a que lo llamé así.
- Como sabes Alone, los vampiros no pueden procrear, ni siquiera con humanos, Crissio un vez adopto a un esclavo como su hijo, su nombre era Malael, murió de la peor forma posible, Crissio resintió mucho su muerte, sobre todo porque esa misma noche murió la mujer que amaba, ningúno era vampiro, dale tiempo Alone, el sabrá valorar lo que eres.
El joven sonrió y asintió, sus ojos se cristalizaron pero los secó antes de que cualquier lágrima surgiera.
- ¡Ustedes son tan cursis! Saldré un momento.
- Ten cuidado Alone.
- Lo tendré Drusso, adiós.

De vuelta arriba Crissio daba trazos al segundo lienzo, la pintura salpicaba su rostro, pues lo hacía violentamente, sus ojos estaban inyectados de sangre, pero estaba dando las últimas pinceladas y el panorama estampado tomó forma, se trataba de la invasión barbara en su propia casa, la noche de la boda de Alita y Malael, la noche en que perdió a toda su familia.
En su amplia y lumínica oficina, Adara revisaba los últimos pendientes de la galería, la casa de arte Lordanou recibiría en próximos días la exhibición egipcia de Londres, tendría que poner todo en orden, entre sus cartas, se destacaban varias enviadas por un pintor de la provincia española insistiendo en la oportunidad de exhibir sus lienzos en tan prestigiosa casa, pero Adara sabía que sus pinturas solo eran copias mediocres de otras más afamadas así que sin siquiera leerlas las arrojó al cesto de basura, mientras depuraba el correo encontró una carta de Rinaldi, la abrió y leyó una disculpa.
   
           "Adara, lo siento, se que el día de hoy teníamos una cena importante con los representantes de la exhibición egipcia, pero la naviera de Rizzoli está a punto de hacer un embarcó muy importante. ¿Sabías que ahora le pertenece al señor Grimaldi? En fin, las cosas no están saliendo como esperaba, pero si este embarque llega a su fin sin ningún contratiempo todo se solucionará, se que lo entiendes, después de todo es parte de nuestra asociación, te deseo suerte querida, hasta pronto".

Los ojos de Adara se llenaron de ira, no era la primera vez que Rinaldi la abandonaba en una cita tan importante para la casa de arte, todos los asociados comenzaban a preguntarse qué pasaba con el matrimonio de Adara y Rinaldi después de siete años de estar comprometidos , ¿se casarían algún día? Y además de eso, Rinaldi comenzó a llamar asociación a su compromiso, ¿En qué momento el caballero italiano se había vuelto tan inescrupuloso?, ¿porque seguía con él? Después de todo, la forma en que manejaba la galería le permitía seguir adelante sin los incontables y fallidos negocios de Rinaldi, después pensó en Crissio y lo que pasó entre ellos la noche anterior.
- No, eso solo fue...fue causal, no volverá a suceder.
Pero cada caricia, cada explosión interna que Crissio le provocó fue algo extraordinario, algo que sabía, no volvería a experimentar sino solo solamente con él, instintivamente llevo sus dedos a sus labios tratando de recordar los fríos pero pasionales besos del señor Grimaldi, se quitó las gafas y contempló como sus manos temblaban.
- ¿Qué me está pasando?
Tocaron suavemente a la puerta, era su secretaria.
- Señorita Lordanou, la busca un representante del señor Grimaldi, dice llamarse Drusso.
- ¿Drusso? A sí, lo conozco, adelante hazlo pasar por favor.
Unos segundos después, el coloso pasaba a la oficina, sonriente Adara le tendió la mano y le ofreció asiento.
- ¿A que debo su visita señor?
- El señor Grimaldi me envía a notificarle que los cuadros solicitados por el señor Howllan están listos.
- ¿Qué? ¿Tan pronto?
- Crissio es alguien que se toma en serio sus compromisos señorita.
"Vaya contrate con Rinaldi" pensó Adara y sonrió repentinamente, Crissio, siempre Crissio.
- De igual manera, me pide le pregunté ¿cuándo desean que sean enviados los cuadros aquí?
- Por ahora aún faltan dos semanas para le exposición de Howllan en Londres, así que pude enviarlos mañana por la tarde y los mantendremos en nuestras cámaras hasta el viaje.
- Perfecto, se lo notificaré, ah por cierto - Drusso introdujo la mano en los bolsillos de su saco - esto es u presente del señor Grimaldi, espero le agrade, hasta pronto.
Adara acompaño al gigante hasta la salida, de la galería, notó el lujoso auto que llevaba y se preguntó cuál ver al verdadera fortuna de Crissio, volvió adentro y abrió la pequeña cajita que le fue entregada, era un hermosísimo camafeo con ya delgada cadena de plata, lo sacó de la caja y lo contemplo a la luz, ilustre en el valor de objetos de arte se dio cuenta que el camafeo databa del siglo XVIII y probablemente de la corte inglesa ¿como lo habría conseguido?, el camafeo venia acompañado de una nota.

" Tu belleza es natural y no se puede comparar con ninguna gema"

Ella no lo percibió pero se sonrojó al leer la nota, ¿Qué pasaría si...? Tomo el teléfono y llamó a la casa de Crissio Grimaldi.

En el interior del bar, Adara estaba en una mesa en compañía de dos sujetos, uno de ellos alto y delgado, en otro de más baja estatura y casi calvo, bebían una copa de vino.
- ¿Dónde está su prometido señorita Lordanou?
- Se encuentra en un viaje.
- ¿Creímos acordar ver a ambos?
Adara sentía el bochorno en el rostro.
- Si, lo sé , es solo...
Miraba discretamente a los lados, buscaba Crissio.
- ¿O quizá...?
El sujeto alto, entonó una pregunta incómoda.
- ¿Qué?
- Quizá sea mejor así señorita Lordanou, tal vez nuestra compañía sea más agradable para usted.
- ¿Qué dice?
- Continuemos está conversación en un lugar más cómodo ¿Qué dice?
- Creo que no es forma de dirigirse a una dama - la voz de Crissio hizo temblar a los dos tipos.
- ¿Quién es usted?
- Es el señor Crissio Grimaldi caballeros, nuestro... nuevo asociado en la casa Lordanou.
Ambos miraron el porte y la talla del antiguo romano, de inmediato se intimidaron.
- Señor Grimaldi, le presento a los señores Márquez y Santizo, representantes del museo de historia de Londres.
Crissio les estiró la mano y los saludo con un fuerte apretón, las manos les quedaron vibrando.
- Y bien señores ¿Qué es lo que le decían a la señorita Lordanou?
Ambos se miraron sin saber que responder.

Bajo metros de tierra y roca se había edificado el tenebroso castillo de Nod, kilómetros y kilómetros de galerías oscuras y frías iluminadas por antorchas, el aire era escaso y enrarecido, pero no importaba, los vampiros no lo necesitaba; ese castillo había sido testigo de atroces actos, desde orgías vampíricas, hasta el desangre de desdichadas víctimas que tuvieron el infortunio de encontrar la entrada del castillo.
En una de las múltiples cámaras, Nod, el dios vampiro, permanencia de pie en el centro de una bella alfombra, tenía el torso descubierto y solo vestía un pantalón negro, su largó cabello le cubría el rostro, el cuál miraba el suelo, dos vampiros emergieron de la oscuridad con largas espadas y lo atacaron, pero Nod detuvo la hoja de uno de sus atacantes con solo dos dedos y el segundo con la hoja de su espada, los vampiros hacían un gran esfuerzo por romper la resistencia de Nod, pero fue inútil, su fuerza era descomunal y las espadas de acero terminaron por romperse en varios fragmentos, después golpeó a ambos en el rostro arrojandolos a tierra.
- ¿Eso es lo mejor que tienen?
Ambos se arrodillaron y se disculparon.
- Lo sentimos señor, es toda nuestra fuerza.
- Será mejor que se larguen de aquí.
- Con si permiso señor.
Los dos vampiros con los que entrenaba se retiraron por una cueva oscura, Nod arrojó la espada hacia la pared de la cámara y está quedó clavada allí con un ligero movimiento ondulatorio.
-¿ Por qué quiere más oponentes para entrenar mi señor? Su poder es absoluto - dijo una voz femenina y sensual entre las sombras.
- Necesito seguir haciéndome fuerte, mantener mi fuerza arriba de la del romano.
- Eso no es ningún problema, Crissio solo es un vampiro antiguo, usted mi señor  es el padre de todos nosotros, nuestro salvador.
- ¡Muéstrate!
La mujer se deslizó por las sombras, era un mujer de tez blanca como la nieve, labios rojos como sangre, haciendo movimientos voluptuosos se acercó poco a poco a Nod y se recostó sobre sus rodillas, el jugueteó con el cabello negro de la vampiresa.
- Tu fuerza es inmensa mi señor, eres el más fuerte de todos, nadie podrá contigo.
- No tienes que recordármelo, se que lo soy, pero ese Crissio...
- Enviaremos otros batallones a eliminarlo si su existencia te molesta.
- Olvídalo, quién lo mate seré yo, el penúltimo de los antiguos será aplastado bajo mi fuerza.
- ¿Penúltimo?
- Oh querida, parece que te he ocultado algo, ven conmigo.
Nod se levantó de su trono de piedra, fue seguido por la mujer a través de un angosto y largo corredor que iban iluminando con las antorchas hayas llegar a una, totalmente, oscura habitación, en ella se encontraba alguien atado con gruesas cadenas de plata, el sujeto estaba totalmente desnudo y muy delgado.
- Este querida, es el último vampiro antiguo, el único más fuerte que Crissio.
- ¿Qué le has hecho?
El vampiro  se agitaba contra ello, con movimientos torpes y violentos, gruñía y jadeaba como si fuera un animal salvaje, sus ojos eran totalmente blancos e inútiles.
- Solo lo aisle del resto del mundo, le damos la sangre suficiente para sobrevivir.
- ¿Cuánto tiempo lleva aquí?
- Ochocientos treinta años, fue difícil capturarlo.
- ¿Quién es?
- Solía llamarse Gauco, el fue quien convirtió al romano.
- Pero, ¿Por qué lo tienes así?
- Todo esté tiempo encerrado le ha hecho perder la cordura, le quite su identidad y ahora tengo solamente la fuerza y fiereza de su naturaleza, es perfecto.
- Lo usarás contra él, contra Crissio.
Al escuchar esas palabras, el lamentable Gauco se agitó contra las paredes del calabozo gruñendo.
- Parece que está  listo, pero necesita recobrar fuerza.
- Traeré unos cuantos humanos.
- ¿Por qué esperar?
- ¿Que?
Empujó a la vampiresa hacia Gauco, el la tomo salvajemente del cabello y desgarró su cuello, la chica gritaba de dolor y agonía, pero nadie la escucharía, no después de que Nod cerrará la puerta del calabozo a abandonandola a su suerte.
- Crissio, pronto conoceras el verdadero horror.
Riendo regreso a la cámara del trono donde llamó a alguien más.
- Malecaiah, ¿Dónde estás?
- Aquí gran señor.
Otra mujer tan bella como la anterior se hizo presente.
- Tu hermana tuvo que irse, no la veremos por mucho tiempo.
- Entiendo señor - crispo los puños con enfado- claro que lo entiendo.
- Bien, eso me agrada, ahora tráeme alguna presa, estoy sediento.
Malecaiah hizo una reverencia y le dio la espalda, Nod comenzó a reír estrepitosamente, ella se llevó las manos a los oídos tratando de apagar esas risas infernales. Llegó a otro calabozo, en el había doce personas, hombres y mujeres encadenados en un suelo frío y húmedo con los ojos vendados, se acercó a un hombre de mediana edad y le dijo unas palabras al oído, el asiento aunque temblando de miedo, a continuación sacó una jeringa y le inyectó un compuesto, el hombre reaccionó violentamente y con gran esfuerzo dijo.
- Llévame de una vez por todas.
Malecaiah lo levantó y lo llevó hasta la cámara del trono, los arrojó al suelo donde empezó a convulsionar.
- ¿Qué le ocurre?
- Está aterrado.
- Ja,  como sea, pronto morirá.
Nod blog levantó del cuello, aún cuando el hombre  seguía vivo tenía los ojos en blanco.
- Vaya vaya.
Malecaiah sudaba mientras Nos revisaba al desdichado hombre, después volteó a mirarla directo a los ojos.
- Es un buen espécimen.
Abrió salvajemente sus fauces y clavó sus colmillos en la garganta, la sangre fluyó a borbotones y la bebió ávidamente, arrojó el cadáver al suelo y estiró los brazos.
- Malecaiah, tenía un sabor...un...un sabor...un ...
Algo ocurría, Nod se arrodilló llevando sus manos a la garganta.
- A...a...ar...arde
Tosió, sangre negra escupió y su piel se hizo rojiza, con un último grito y ojos furiosos cayó inerte al suelo.


- Gracias por eso Crissio.
Adara se sujetaba del brazo del inmortal mientras recorrían la oscura acera de la calle.
- No tienes por qué agradecerme, ¿quienes eran en realidad esos tipos?
- Representes del museo de Londres, en realidad sólo son meros asistentes.
- No puedo evitar reír al recordar sus rostros de temor al verme.
- Espero que no te moleste el hecho de que haya dicho que eres mi socio en la casa de arte.
- Por supuesto que no, pero dime ¿Qué pasó con Rinaldi? ¿Por qué te dejo sola en este asunto?
- Prefiero no hablar más de Rinaldi por favor, lo importante es que logramos cerrar el trato.
Después de unos minutos de deliberaciones, Adara había logrado convencer a los representantes de Londres para exhibir la colección Egipcia aquí en Italia y más aún en la casa de arte Lordanou, pero fue más la presión e intimidación de Crissio lo que les hizo aceptar al par de representantes.
- Durante años intentamos conseguir esa exhibición y está noche, en menos de una hora por fin lo logramos.
- Será mejor que preparamos todo para esa exhibición.
- No te preocupes, todo estará listo.
Sus pasos resonaban con eco en el silencio de la noche, instintivamente Adara recargó su cabeza en el fuerte brazo de Crissio, el sintió su corazón dispararse.
- Yo...lo siento- dijo Adara.
- No te preocupes, está bien.
- No Crissio - se soltó de su brazo, no está bien, ni siquiera se lo que está sucediendo, yo estoy comprometida.
- Adara ¡Por favor! ¿De verdad crees que ese compromiso se cerrará después de siete años?
- Eso no importa Crissio, yo no puedo hacer ésto, no puedo dejar quedó en repita lo de la otra noche, además tú...tu solo apareciste de la nada, nadie sabía de ti ¿Quién eres?
Crissio se quedó en completo silencio, estaba dispuesto a contar su verdadera persona, pero entonces recordó a Alita y Malael muertos, a Alaya con una espada en el corazón.
- Solo soy un pintor de Italia.
- Crissio, me encantas pero no...no puedo continuar con...
Antes de que terminara de hablar, el inmortal selló sus labios con un beso, ella quizo resistir pero fue inútil, de dejo llevar por la pasión del fuego en ese beso y una lágrima corrió por su mejilla.
- ¿Qué ocurre?
- No es nada, ¿Quieres llevarme a casa?
- Por supuesto.
Regresaron sobre sus pasos y abordaron el auto de Crissio, el camino hasta la casa de Adara fue silencioso, ella miraba por la ventana tratando de evitar la mirada de él. Cuándo llegaron se miraron en la puerta de entrada por un minuto silencioso.
- Será mejor que me vaya.
Crissio subió la acera y se inclinó sobre ella tratando de besarla otra vez, pero entonces ella apartó el rostro negando el beso, había lágrimas en sus ojos.
- Lo entiendo, hasta pronto.
Tomo su mano y la besó con la delicadeza de una flor, sonrió y subió a su auto, no se  retiró hasta asegurarse de que ella entrará, del otro lado de la puerta ella escuchó como el auto se alejaba, entonces comenzó a llorar hasta subir a su habitación, en el tocador había una fotografía de Rinaldi, la miró un par de segundos y con furia la arrojó contra la pared haciéndose añicos y se dio cuenta de una cosa, se estaba enamorando de Crissio.

Crissio manejaba en silencio, su rostro era serio y agrio, aceleró a la máxima velocidad, sus reflejos agudizados evitaban una colisión , se dio cuenta que nada le causaba emoción, ni la velocidad, ni el peligro, ni siquiera el peligro que representaba Nod, lo único que lo hacía sentir vivo era ella, era Adara, pero el entendía la postura de ella, después de todo venía de una era de compromisos y responsabilidades, se aferró al volante casi tronando su cubierta y con un chirrido ser estacionó frente a su casa, con su descomunal fuerza arrancó el volante y rompió el parabrisas, unos, dos, tres golpes fueron suficientes para que el auto quedará hecho chatarra.
- ¡Padre! ¿Qué hacés?
- Tú ¡Deja de llamarme padre!
Alone se quedó congelado, jamás había visto así a Crissio, Drusso, quien se había acostumbrado a sus rabietas en la era pasada miraba tranquilamente desde la ventana.
- Alone, deshazte de esa porquería ahora- señaló el auto - y consígueme uno más veloz.
Sin preguntar nada Alone obedeció y arrastró el auto cuál si fuera pluma hasta el garaje de la casa.
- ¿Mala noche?
- Ahora no Drusso.
- ¿Qué te ocurre?
- ¿Aún tenemos propiedades en Budapest?
- No, las dejaste en escombros cuando despertaste. Se trata de Adara ¿no?
- ¿De que hablas?
- Conozco esa mirada Crissio, Adara...
- No lo se Drusso, no quiero que el pasado se repita, solo llevo muerte y destrucción a dónde me dirijo.
- No debes dejar que el pasado de la señora Alaya te impida seguir.
- No se trata del pasado de Alaya, sino del futuro bebé Adara, no está bien que yo haga esto sabiendo que Nod está allá afuera.
- Podrías convertirla.
- Eso implicaría decirle lo que soy, cuándo Alaya se enteró...
- Deja de compararla con Alaya, son distintas, eran otras eras, lo que antes nos parecía mágico ahora es lógico, no puedes argumentar como reaccionará ella si no se lo dices antes.
- A veces me haces sentir como un niño.
- Deja de comportarte como tal, busca tu nueva vida y deja de querer traer la del pasado, me refiero a Alone, lo reclutaste por qué te recordaba a  Malael y ahora que te llama padre lo ignoras.
- Lo hago por él.
- Tonterías, lo  haces por ti, temrs volver a sentir, esta es una segunda oportunidad Crissio, no la dejes ir.
Drusso sonrió y Crissio se sintió mejor, se preguntó si Adara aceptaría convertirse en alguien como él.
Malecaiah miraba, el ahora, inerte cuerpo de Nod tendido sobre el suelo, sus fauces y sus ojos seguían abiertos con una expresión de horror y muerte, la vampiresa giró al rededor de él y de pronto comenzó a reír frenéticamente, una risa histérica y demente.
- Miserable, ¿realmente creíste que te juraría lealtad después de lo que hiciste? ¿De lo que le hiciste a mi hermana? ahora , si tan solo pudieras mirarte, tan patético.
Le dio la espalda y se sentó en el trono de piedra, observó la jeringa ahora vacía, ella había hablado con los humanos presos en los calabozos de Nod, necesitaba del sacrificio de uno, solo uno para salvar a Nod, el líquido que les inyectaria era nitrato de plata, Nod bebió sangre contaminada con nitrato de plata, ahora estaba muerto. Malecaiah no paraba de reír, bajo amenazas Nod hizo que ella y su hermana se unieran a sus filas, antes del asesinato de su hermana,ya planteaban como matarlo y está fue la oportunidad perfecta, ella se sentía feliz, magnífica, poderosa, ahora podía acudir con Crissio y ofrecerle el lugar como máximo gobernante de los vampiros.
- El se lo merece, es el quién debe de reinar y no tú.
Sin embargo, para sorpresa de Malecaiah, Nod se levantó lentamente riendo, burlándose de ella.
- Así que...- los ojos de Malecaiah estaban invadidos de horror - eres seguidora...- quería huir pero no había dónde- de Crissio.
- ¡Maldito miserable!
- ¿Qué clase de dios sería, si un poco de plata me matará? Admito que causó cierto dolor en mi interior, pero no lo suficiente para matarme, yo soy el padre de todos ustedes.
- Nunca lo serás para mí, no eres más que un arrogante cobarde que de oculta dentro de murallas de roca...
Furioso, Nod la tomó del cuello y la arrastró por los pasillos del castillo, subió una escaleras, la oscuridad del recinto se desvanecía poco a poco hasta que llegaron a un gran ventanal.
- Reunete con tu hermana maldita traidora.
Rompió la ventana y las cortinas, los rayos del sol invadieron el cuarto, antes de ser expuesta, Malecaiah, con una expresión, mezcla de horror y furia arañó el rostro de Nod e hiriendole gravemente el ojo derecho, Nod la arrojó hacia los rayos solares, de inmediato Malecaiah ardió en llamas, varios vampiros miraron como su dios sangraba del rostro y Malecaiah gritaba de dolor mientras su carne y sus huesos se incineraban.
- ¡Largo!
Con los pasillos despejados, Nod llegó de nuevo a la cámara del trono, tomo un gran espejo y miró su rostro herido,  el ojo se había perdido totalmente, pero no le preocupó, pronto sanaria. Con el orgullo golpeado, Nod, lanzó una maldición.
- ¡¡Crissio!! Aún entre los míos estás presente, nunca, nunca había deseado tanto matar a alguien, arrancaré tu corazón del pecho con mis propias manos.
Golpeó la pared y provocó una oquedad en la roca, se sentía cansado, entró a una tina llena de sangre y se sumergió en un sueño relajante.

Aneska, desde su oculta base, analizaba los restos sanguíneos de Nod, sus manos  temblaban y su frente se bañaba en sudor al descubrir poco a poco los secretos del dios vampiro.
- Viggo, Mijail, estamos en problemas.
- ¿Qué ocurre?
- Estamos ante un poderoso vampiro o quizá es realmente un dios.
- Si es un dios ¿por qué sangra?
- Me refiero a su fuerza, su poder, miren esto.
Expuso la sangre a una porción de plata, pero está no reaccionó, la sangre no se deteriororo, al contrario atacó la plata reduciéndola a nada.
- ¡Imposible! Un vampiro inmune a la plata.
- No solo eso, la ataca, Nod es un arsenal desde sus células. Ahora pongan atención.
Enciendo la lámpara ultravioleta, cuándo expuso la sangre a la radiación solar esta no se vio afectada en nada.
- ¿Pero que?
- Y eso no es todo.
Aneska se produjo un corte en el dedo, y derramó una gota, una sola gota en la muestra, está reacción hizo que la sangre de Aneska fuera consumida, la sangre de Nod se hizo más fuerte, tanto que rompió el porta objetos del microscopio.
- Cada que bebé sangre su fuerza aumenta haciéndose más poderoso, estamos ante el vampiro más fuerte o quizá ante algo más.
- ¿Qué es lo que vamos a hacer?
- No lo se, pero envíale ese registro a Crissio.
- ¿Aún confías en él? ¿Por qué?
- Por qué después de ver esto, el es el único que podrá matar a este monstruo



La botella atravesó la oficina para impactarse contra la pared, de inmediato el licor claro y ligero manchó la alfombra, Adara, inexpresiva y fría miraba la rabieta de Rinaldi con los brazos cruzados sobre el pecho.
- ¿Terminaste?
- ¡No puedes hacerme esto!
- ¿Hacer que? ¿Terminar nuestra "relación"? ¡Claro que puedo!
- Nos vamos a casar, tú ibas a ser mi esposa.
- Rinaldi, estábamos comprometidos desde hace siete años, este matrimonio nunca se iba a efectuar.
- Yo estaba dispuesto a hacerlo.
- No mientas, solo te preocupaste por tus anhelados negocios, en muchas ocasiones pusiste en riego la galería, a la gente ya ni siquiera le extraña que yo esté sola en las exhibiciones, esto se acabó.
- No me hagas esto - inquirió Rinaldi con tono suplicante pero se dirigió a una pared - ¿Es por él?
- ¿Qué?
- Se trata de Grimaldi ¿Verdad? Debí imaginarlo, todo el mundo decía que pasabas mucho tiempo con él, así que es por él.
- Grimaldi no tiene nada que ver Ene esta desición y si he estado con el es por el hecho de que ahora es socio de esta casa de arte.
- ¿Socio? ¿Desde cuándo?
- Desde que afianzó los tratos con los señores Howllan, ¿O acaso lo  olvidaste? Ese día en que casi arruinas la exhibición de Crissio con tus preguntas impertinentes.
- ¡¡Trataba de asegurar tu futuro!!
- Lo siento Rinaldi, pero nada de lo que digas me hará sentir mal o culpable, ¡Ya conoces la salida!
Adara se sentó y de inmediato se puso a trabajar frente a su PC, la forma en que golpeaba los botones del teclado le hicieron ver a Rinaldi que toda posibilidad se había ido, definitivamente su relación había terminado.
- ¡Adiós Adara!
Ella ni respondió, ni siquiera volteó a verlo, seguía revisando los detalles de la exhibición egipcia, suspirando Rinaldi salió de la oficina y recorrió la galería hasta la salida, en el estacionamiento se encontró con Crissio, quien bajaba de su auto en compañía de Alcontti, su representante humano.
- ¡Hey! ¡Usted!
En un principio, Rinaldi se dirigió furioso hacia donde él se encontraba, pero cuándo Crissio dio media vuelta sus agallas se desvanecieron, el vampiro ataviado en un traje negro lo miró directo a los ojos.
- ¿Puedo ayudarle?
- U-usted...
- ¿Si?
- Usted no ha hecho sino interferir en mi camino, sabe lo que pasó haya adentro, Adara ¡Adara termino conmigo!
- Me sorprende que no lo haya hecho antes.
- ¿Se burla de mi?
- No señor Rinaldi, pero apreció la ironía de la vida m, usted le propuso matrimonio a la señorita Lordanou y espero por siete años para efectuar la boda, ahora, después de tanto tiempo, Adara por fin a se dio cuenta de lo que tenía con ella.
- ¡Usted no sabe nada sobre mi!
- ¿Cree usted que no? Aquella noche en mi hogar pude darme cuenta de la forma en que miraba mis cuadros, en sus ojos se reflejaba la avaricia y el oportunismo y no me equivoqué, esa misma noche usted buscó al señor Howllan para que admirara los obras y comenzar el negocio, ha fracasado en cada proyecto que ha iniciado, gasto toda su fortuna en esos negocios fracasados y solo le quedaba la relación con Adara, eso es patético.
Al verse descubierto y humillado Rinaldi soltó un puñetazo  directamente a ala nariz de Crissio, este no se movió ni un milímetro pero a Rinaldi se le rompieron los dedos.
- Fue un gusto verlo señor Rinaldi.
Asombrado, furioso, dolorido y humillado volvió a su auto donde soltó un grito de rabia.
- ¡¡Desgraciado!! ¡Te mataré!
- No lo lograrás en esas condiciones.
La voz lo hizo saltar en su asiento, un tipo de cabello largo y rostro pálido estaba en el asiento trasero, Rinaldi tomo el arma de la guantera.
- ¿Quién eres tú?
- Digamos que soy tu hada madrina y tú quieres un deseo.
Asustado dio un tiro en la frente de Nod, la bala atravesó la cabeza del vampiro pero no le hizo nada.
- ¿Eso es todo?, patético, nunca lograrás matarlo, ¡solo de esta manera!
Se lanzó hacia su cuello y lo mordió, Rinaldi ya no podía gritar presa del pánico, Nod bebió solo un poco de esa sangre, después vertió algunas gotas de la suya en la boca de Rinaldi.
- Por ahora te dejaré así, alimentate, ocultate del sol, cuándo te necesite te volveré a buscar.
Nod salió del auto, contempló la ciudad y sonrió, desplegó sus alas y voló perdiéndose en las nubes negras de la noche.

Dentro de la galería, Crissio y Alcontti miraban aquella pintura que semanas atrás lo inquietara.
- ¿Qué me dice señor Alcontti?
- Pues el paisaje corresponde definitivamente a un paisaje de la antigua Grecia, los detalles y la arquitectura que fueron plasmados pueden hacer referencia al año 29 o 30 de esta era, quizá 31.
- ¡Tiberio César!
- Si, buena observación, jamás había visto pinturas tan detalladas de una época antigua salvo por las suyas, pero usted...bueno. ¿Quién es el autor?
- El autor fue mi abuelo - intervino Adara llegando - Angello Lordanou, decía ver esa escena una y otra vez en sus sueños. No esperaba verte por aquí Crissio.
- Me interesa esa pintura.
- Puedes venir cuando quieras, por qué no está a la venta.
- Lo sé, por cierto, encontré a Rinaldi allá afuera, parecía disgustado.
- Si, no tiene importancia, por cierto, la exhibición egipcia llega a quien en dos días, me encantaría que estuvieras presente.
- Cuenta con ello.
Las miradas de ambos eran fulgurantes, Alcontti se dio cuenta y se disculpó dispuesto a retirarse.
- Señor Alcontti, recuerde lo que le he pedido.
- En las siguientes horas me dedicaré a eso señor Grimaldi.
- Gracias.
Se despidió de Adara y salió, Crissio y ella eran la únicos en la galería, pues está ya estaba a punto de cerrar.

EL BESO DEL INMORTALWhere stories live. Discover now