𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 3

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Celeste cerró su libro al sentir como la puerta se abría, alzó la vista dispuesta a encontrar a una dama vestida con alajas y lazos finos, una mirada superior y una sonrisa egocéntrica, mas su sorpresa fue evidente al notar que se trataba de una c...

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Celeste cerró su libro al sentir como la puerta se abría, alzó la vista dispuesta a encontrar a una dama vestida con alajas y lazos finos, una mirada superior y una sonrisa egocéntrica, mas su sorpresa fue evidente al notar que se trataba de una chica completamente distinta a como la imaginó, de clase media como ella. Bastante rara y simple. Sólo con verla, ella supo que serían amigas.

La muchacha era de tez blanca y cabellos azabaches, haciendo un contraste hermoso, ni hablar de sus deslumbrantes ojos verdes, era sin duda la mujer más bella que haya visto. Traía puesto un vestido color crema bastante lindo, con un escote tierno que mostraba que no usaba corsé.

-–Tu debes ser mi compañera de habitación —le sonrió con dulzura —. Mi nombre es Alexia Brigestein y soy la enfermera del Titanic.

La pelirrosa se levantó risueña para ir a saludarla —. El mío es Celeste y soy la violinista del Titanic.

—Somos mujeres emprendedoras ¿verdad? —. Ambas se tomaron la mano para saludarse como los hombre solían hacerlo.

—Ah si que lo somos —, contestó para separarse.

—¿Y este será nuestro camarote durante toda una semana? —interrogó la pelinegra hechándole una ojeada a todo a su alrededor.

—La verdad es que ni yo me lo pude creer —comentó la otra chica para llevar una mano a su nuca y racarse nerviosa.

—Es muy impresionante —Alexia pasó sus dedos por el fino mueble de madera —He estado en otras embarcaciones, pero esto sin duda me supera.

—¿En serio? —Celeste sonrió emocionada —. No es la primera vez que viajas.

—La verdad es que no es muy agradable hablar de eso —dijo en broma y se carcajeó un poco —. Dos de los barcos que he abordado han naufragado.

Celeste pareció procesar la información quedándose pensativa —¿Y aún así tienes las agallas suficientes para volver a subierte a uno?

—Te diría que quiero romper la cadena de mala suerte y que realmente creo que este barco no se hundirá por lo bien hecho que está — hizo una pausa —, pero en realidad amo demasiado el mar y no he encontrado nada que me cautive más que él, aunque sepa lo oscuro que pueda ser en las profundidades.

La protagonista observó la sonrisa nostálgica en los labios de su compañera y escuchó el peso sincero de sus palabras —. Eso es lo que lo hace tan hermoso ¿no creees? —con esto se ganó la mirada intranquila de la pelinegra —No saber que hay, que te aceche un peligro constante, pero a la vez sea una maravillosa aventura, eso es lo que hace hermoso el océano. La promesa de un eterno misterio.

—Supongo que tienes razón —asintió mientras observa el libro sobre la cama.

Celeste supo que se llevarían bien desde la primera vez que la vió, y Alexia lo supo en ese momento.

ʟᴀ ᴠɪᴏʟɪɴɪsᴛᴀ ᴅᴇʟ ᴛɪᴛᴀɴɪᴄ •|ᴋʏᴏᴊᴜʀᴏ ʀᴇɴɢᴏᴋᴜ|• ✓Where stories live. Discover now