HABANA (Juliantina)

EXPLOSIÓN DE COLORES

  El amor de un solitario es el más auténtico que puede haber. Él te ama por elección, no por compañía.

                                       Charles Bukowski

  Lauren se levantó cerca de las diez de la mañana, tenía un terrible dolor de cabeza, la noche anterior había rechazado la propuesta de Valentina de acompañarla a la fiesta religiosa de la madrina de Juliana porque había quedado con una hermosa chica. Una fuerte música la despertó, ella bajó las escaleras a tropezones, estaba en ropa interior, al llegar a la sala paró en seco al sorprender a Camila bailando frente al espejo al ritmo de la salsa, la música de fondo era "La vida es un carnaval" de Celia Cruz. Ella se arrecostó en el marco de la puerta invisible que dividía el comedor de la sala, se cruzó de brazos y se quedó ahí mirándola hasta que la bailarina se dio cuenta y paró de bailar abruptamente, apago la música, agarró su toalla, se secó el sudor y caminó hacia el baño, solo que antes de llegar al baño tenía que pasar por delante de Lauren y, está la agarró de la mano y la pegó a ella.

Lauren-porqué tanta prisa Cami Cami?—lo dijo sonriendo. Camila intentó zafarse pero la periodista no se lo estaba permitiendo, las palmas de sus manos estaban tocando el pecho galopante de la chica que a pesar de mostrar seguridad, estaba tan nerviosa y muerta de miedo como Camila en ese momento. Como pudo Camila habló
Camila-suéltame, y no me llames más así, mi nombre es Camila !CA MI LA!—Lauren sonrió e intentó besarla pero fue rechazada, entonces la soltó, en cuanto lo hizo Camila sintió un enorme vacío, muy en el fondo quería quedarse entre sus brazos y hacerle de todo, pero esa periodista indecente y arrogante no se saldría con la suya por muy buena que estuviera y por muy bien que se viera en esa sexy ropa interior color negro. Si, a Camila le dio tiempo a admirar el hermoso y apetecible cuerpo de Lauren, que se dio cuenta como Camila la estaba mirando
Lauren-no pienses en mí cuando te estés bañando cielo—Camila sintió una fuerte ola de calor pero puso su mejor cara de desagrado para luego responderle.

Camila-ni en tus sueños querida—Lauren carcajeó mientras le vacilaba el trasero a Camila que ya iba rumbo al baño
Lauren-te equivocas, en mis sueños mando yo, y en ellos te he echo de todo... querida—Camila aunque sintiera que la odiaba, no pudo reprimir una sonrisa que se convirtió en carcajada cuando entró al baño. Claro que sentía deseos de ella, claro que se le pasó por la cabeza tocarse con esa su imagen en la cabeza, pero no le daría el gusto, pensaba ella., yo obviamente pienso totalmente diferente.

_____________________________

A esa misma hora, pero en la acera de en frente, se encontraba Juliana cuidando del sueño de su novia, esa que no la había pasado nada bien. Luego de que ese intérprete le revelara una verdad que solo ella sabía, quedó en shock, la mulata nunca la había visto así, nadie nunca la había visto así. Juliana hizo lo que meses atrás y la noche anterior hizo la turista con ella, le veló el sueño y estuvo allí con ella mientras se derrumbaba y ella junto a su amada, pero en silencio para no aumentar más su pesar, si, la turista en cuanto llegó a la habitación de la mulata y se acostó en la cama, comenzó a llorar en los brazos de su dulce mulata. Ese día le habían echo recordar su triste pasado, ella la mayor parte de su vida había intentado mantener ese pasado en el pasado, habían cosas que ni siquiera recordaba, era como si su cerebro hubiera borrado gran parte de ese dolor de sus recuerdos.

   La madrina de la mulata en su estado de trance, le hizo saber a la turista a través del intérprete, que debía encontrar la verdad, la turista se sentía fatal, ella regresó a Cuba en busca de su alma, no de la verdad, ni siquiera sabía si existía una verdad hasta ese momento en que el intérprete se lo recordó, le recordó que cuando ella era pequeña y pasó lo qué pasó, se quedó sola, ella en su mente de niña inocente y dolida, juró descubrir la verdad, su verdad, la de sus padres, ella apenas tenía seis años cuando todo se fue a la mierda, pero presenció muchas de las discusiones que tuvieron sus padres cuando aún vivían, ella en ese momento no entendía de que se trataba, por eso no recordaba bien su verdad, lo único que tenía claro, era que su madre, más concretamente su padre, estaba en el bando supuestamente bueno, que los malos eran otros, pero claro, luego su tío ganó su custodia y esa supuesta verdad se fue al carajo y con ella sus vagos recuerdos de esa época y, si a eso le sumas las charlas, que aunque fueron pocas, para su tío fueron suficientes pues en algún momento logró convencerla de que los culpables de todo lo que había pasado habían sido sus padres y principalmente su progenitor, Leopoldo Achaga.