TE CREO

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"Mentir te sale bien, pero hacer que te creo me sale aún mejor"

Juliana-sé que sabes que estoy aquí—la turista aunque cachada levantó la vista con determinación y la miró fija y seriamente a los ojos, soltó la tableta, se despojó de los lentes y se cruzó de brazos
Valentina-claro... eres Juliana la vidente, cómo no lo vas a saber—dijo en tono irónico—cuéntame más Juliana, que más sabes?, que va a pasar ahora?, dímelo y así ahorramos tiempo—le estaba hablando sumamente fría, no lo podía ocultar. A la mulata le estaba afectando escucharla hablar de esa manera, la sonrisa que siempre la acompañaba la abandonó en esa ocasión
Juliana-no sé que va a pasar ahora Valentina... no sé nada, ya no lo sé—Juliana metió su cabeza entre sus rodillas y Valentina se acercó a los pies de la cama para estar más cerca de ella, eso era nuevo, nunca había visto a la mulata así. Antes de que bajara la cabeza, Valentina advirtió que tenía el labio roto, entonces se sintió mal y con deseos de cortarle las manos a quien sea que se haya atrevido a tanto, pero sobre todo sintió celos de pensar que el labio se lo había roto haciendo ciertas cosas
Valentina-que te pasó en el labio?—Juliana no respondió, solo negó con la cabeza aún en la misma posición, se estaba mostrando débil por primera vez frente a alguien que no fuera su abuelita, porque aunque estuvo bien pendeja de Willian, nunca le permitió que la viera así. Valentina dio un paso más , se sentó frente a ella en el suelo y le levantó el mentón con suavidad—te acostaste con él?—temía la respuesta pero no le importaba. Juliana negó nuevamente, también era la primera vez que era la turista quien hacía las preguntas y no Juliana. Se seguían mirando a los ojos, por muy afectada y avergonzada que estuviera la mulata, no le retiraría la mirada a la turista—Juliana...—tragó en seco—tu te acuestas con turistas por dinero?, te prostituyes?—la mulata se presionó el puente de su nariz y suspiró.

Juliana-tu que crees?
Valentina-yo pregunté primero, no soy juez para juzgar ni soy vidente como tú, si te pregunto es porque no lo sé, creeré lo que me digas aunque me mientas—Juliana esbozó su primera sonrisa aunque débil
Juliana-que cambiaria si mi respuesta fuera que "si?"—fue la turista la que suspiró en ese momento, estaba rendida ante los pies de la mulata así que le trataría de ser lo más sincera posible pero a su manera
Valentina-probablemente pagaría el doble, el triple y mi fortuna entera para que fueras solo mía, para que tu sexo solo me pertenezca a mi—otro dejavú por parte de Juliana que recordaba bien esas palabras, su corazón se aceleró, eso que le estaba pasando no podía ser normal—pero lo más seguro es que termine con lo que sea que tenemos porque el dinero se acaba y lo que tú me ofreces vale muchísimo más que mil fortunas juntas, no tiene precio, entonces me alejaría de ti porque terminarás arruinándome la vida—ya estaba arruinada, estaba segura de eso, pero obviamente no compartiría a la mulata, tampoco la retendría. Juliana sintió como el miedo se apoderaba de todo su cuerpo y no solo al perderla tras confesarle a que se dedicaba, si no a que ese mismo miedo la haría flaquear y terminaría renunciando a su tortuosa profesión perdiendo también con eso la posibilidad de sacar adelante su causa, entonces fue egoísta y mintió, mintió porque se acababa de dar cuenta que Valentina se había convertido en la segunda persona que si se lo pedía, podía ser capaz de renunciar a su mayor propósito.

Juliana-No—fue lo único que pudo decir, Valentina la entendió y la besó con necesidad de más, la besó por la confesión, le creía aunque muy en el fondo presentía que le mentía, la besó con tal desesperación como si con ese beso le estuviera diciendo lo feliz que era de que a pesar de que seguramente le estaba mintiendo, la había elegido, la había elegido por voluntad propia y no por poner un fajo de billetes en la cama para que tuviera sexo con ella
Valentina-no sé que has hecho conmigo Juliana, pero me tienes a tus pies—dijo mientras aún en el suelo la despojaba de su ropa. Juliana sintió deseos de llorar, no se lo creía, una chica estudiada, con dinero, que podía tener a la mujer que quisiera le estaba confesando algo así
Juliana-tanto te importó?—la turista ya la tenía casi desnuda, le masajeo los senos y los lamió con ganas para subir hasta su oído
Valentina-mucho Juliana, más de lo que deberías—Valentina no ganaba nada con ocultarlo, era evidente y ella era muy sincera y transparente. Juliana le sostuvo la cara y le habló.

HABANA (Juliantina)Where stories live. Discover now