NUNCA TE OLVIDARÍA

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Juliana y Valentina salieron a toda prisa de la cama y en menos de un minuto ya estaban en la habitación de su abuela. La imagen que vió la mulata en cuanto llegó la dejó paralizada en la puerta, aunque quisiera reaccionar no podría, su sistema nervioso y motoro no respondía. Su hermano sostenía a su abuela en sus brazos tratando de hacerla reaccionar pero la señora ni siquiera se movía.

  Valentina al ver que Juliana no reaccionaba fue hacia ellos
Julio-!Ella no respira! !Está muerta! !No respira!—seguía actuando con desesperación. Valentina pegó su oreja al pecho de la señora y no sintió nada, luego le tomó el pulso y cuando estaba a punto de darse por vencida y creer lo que le decía el chico una pulsación se hizo presente. Apartó a Julio y fue ella quien tomó a Doña Nena en sus brazos, estaba viva, sus pulso era muy débil pero había una esperanza.

  Juliana que no se había movido de su posición, tampoco reaccionó cuando Valentina se detuvo delante de ella con su abuela en brazos
Valentina-!Juliana reacciona! !Vístete yo me la llevo al Hospital!—y se marchó sin saber si Juliana la había escuchado o no.

  Ella reaccionó finalmente cuando la puerta de abajo se cerró violentamente, sumado a que tenía a Julio frente a ella zarandeándola para que regresara de una vez. Ella se le quedó mirando por un segundo con los ojos bien abiertos, como si acabara de despertar
Juliana-!Que le pasó?! !Ella estaba bien Julio qué pasó?!—el chico la abrazó fuerte y lloró junto a ella, aunque no mucho pues debían ir cuanto antes al hospital
Julio-no lo sé !No lo sé! estábamos conversando y de pronto ella dejó de hablar, pensé que se había quedado dormida pero al no sentir el movimiento constante que hace con sus pies me preocupé, fue entonces como me di cuenta que no respiraba—Juliana le pegó un puñetazo a la pared y maldijo, luego abrazó nuevamente a su primo
Juliana-ella va a estar bien flaco, ya veraz—le dio un beso en la frente y salió a toda prisa hacia su habitación para ponerse algo de ropa y salir corriendo hacia el hospital.

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  Desde que Valentina salió a la calle con la señora Nena en brazos, muchos bici taxistas que estaban por ahí se ofrecieron a llevarlas al hospital de emergencia más cercano que hubiera el la zona.

  Al entra al hospital nadie se inmutó por la presencia de ellas, tuvo que pegar cuatro gritos y ofrecer un poco de dinero para que se dignaran a llevarse a Doña Nena a quien sabe dónde. Valentina estaba y se sentía muy afectada, no quería que nada malo le pasara, no quería que Doña Nena muriera pues sabía que una parte de Juliana moriría con ella y por ende una parte de ella también lo haría pues el sufrimiento de su mulata se multiplicaba en ella por un millón, ella tampoco quería que Doña Nena muriera pues porque la quería.

  Pasaron al rededor de treinta minutos para que Juliana y Julio llegaran, pero no lo hicieron solos, Camila, Greta y Eloy también venían con ellos. Juliana aterrizó en los brazos de la turista quien la reconfortó en todo momento. No hablaron nada, simplemente quedaron en silencio a espera de buenas noticias pues según pasaba el tiempo crecían en ellos las esperanzas y también todo lo opuesto a eso.

Al cabo de dos horas un enfermero llegó preguntando quiénes eran los familiares de Rosa Emilia Gorina, o sea, Doña Nena. Todos los chicos fueron al encuentro del hombre de la bata y él les comunicó cómo estaba la situación
Enfermero-la señora llegó con sus signos vitales muy bajos, al entrar a observación advertimos que estaba presentando el inicio de lo que podría ser un paro cardiorrespiratorio—a Juliana se le aflojaron la piernas y nuevamente su cerebro dejó de funcionar correctamente, su vista se nubló y Valentina la tuvo que sentar en el suelo ya que no había ni una sola silla libre en ese mugriento hospital—al no tener el material necesario no pudimos detenerlo a tiempo así qué pasó, la señora sufrió un paro pero pudimos ayudarla a rebasarlo con éxito—todos en ese lugar volvieron a respirar, menos Juliana que seguía ida—su estado es delicado no se los voy a negar, está muy débil producto de lo que acaba de pasar y si a eso le sumas su enfermedad pues...—reaccionó la mulata en cuanto escuchó eso. Se puso de pie y agarró al enfermero por el cuello de su camisa.

HABANA (Juliantina)Where stories live. Discover now